Un paseo por el mundo de las relaciones sentimentales, del enamoramiento al desengaño, pasando por rupturas dramáticas que rompen el corazón en mil pedazos, algo de sexo, fiestas y alcohol para olvidar. Al final, de nuevo el amor, quizá esta vez sea el verdadero. A través de sus sencillos dibujos en negro, blanco y un toque rojizo, relata la historia que podría sucederle a una chica cualquiera en una ciudad cualquiera.
Todo lo que
Sara
Herranz nos plantea lo que todos vivimos en algún momento de nuestra vida: ¿Qué
pasa cuando empiezas una vida en solitario siendo tan joven, y tienes como eje
de tu vida los desengaños amorosos? La verdad es que a priori puede parecer una
visión bastante catastrofista de las relaciones, y realmente lo es, pero todos
hemos caído en esa época de búsqueda de nuestro lugar, y para ello hemos
utilizado como arma nuestra forma de concebir las relaciones amorosas.
Yo
reconozco que me he sentido bastante
identificado con este libro, quitando el hecho de que no voy cambiado de pareja
como de zapato, ni utilizo el sexo como manera de reivindicación, creo que
cuando uno es joven tiene una visión demasiado oscura y romántica del amor, del
esperar, del seguir esperando buscando un ideal que quizás nunca llegue, y
señoras y señores… a días de hoy muchas personas adultas siguen cayendo en ese
mismo error.
Su
protagonista cuenta sus reflexiones de una manera muy urbana y de a pie,
utiliza su potencial para conseguir lo que quiere, pero nunca encuentra ese
prototipo que anda buscando. Quizás pueda parecer un álbum ilustrado más pero…
¿No es esa premisa lo que convierte nuestras
relaciones en tóxicas? ¿No hay ocasiones en las que nos obcecamos en buscar un
amor que bien seguro acabará terminando en fracaso? Bien, pues ella lo cuenta
con cada aventura, cada noche de borrachera, cada vez que se despierta con un
hombre distinto en la cama, y a la
conclusión que llega es la misma: sigo sin encontrar la felicidad que busco.
Las
ilustraciones son minimalistas, con trazos simples y bicolores. Realmente no se
llega a utilizar más que el negro y el rojo. Quizás esas expresiones y esas
situaciones tan comunes que vemos a lo largo del libro hacen de esta obra una
lectura refrescante y muy identificable por los jóvenes y no tan jóvenes.
Después
de leer este libro me planteo varias preguntas: ¿Realmente estamos preparados
para encontrar la felicidad en la
soledad cuando nos concibieron como seres sociales? Ya que no nos engañemos, a
todos nos gusta desear y ser deseados, pero… ¿A qué precio?
La edición de este libro me gusta mucho, lo tengo pendiente de leer, a ver si pronto me pongo con el.
ResponderEliminarBesos
Pinta interesante
ResponderEliminarlo tendré en cuenta
un besote
¡Hola!
ResponderEliminarMe encantaría tener entre mis manos la preciosa edición de este libro y los dibujos de Sara Herranz
Me pasó lo mismo, me identifique con una parte del libro, con otra no conecte para nada, pero ya solo por las ilustraciones vale la pena hacerse con el.
ResponderEliminarSaludos
No he leído ninguno de estos libros de ilustraciones pero la verdad es que son de los más atractivos y no me importaría hacerme con uno. Además de eso si la historia convence pues es una historia redonda.
ResponderEliminarBesos.