SINOPSIS: En un bosque solitario, dos adolescentes son brutalmente atacados por un ser de una fuerza sobrenatural. En su declaración, ambos sostienen que el agresor es un zombi.Esta es la primera novela que leo de esta autora, un thriller situado en la serranía de Cádiz, en concreto en Grazalema y los alrededores del pueblo. Una vez leída la novela, tengo que resaltar que lo más interesante de esta trama es la pareja formada por Laura Tébar, mujer de mucho carácter, y Merino, o Cons, como se le conoce.
La inspectora Laura Tébar es encargada de la investigación. Se trata de una profesional de 55 años, brillante, solitaria y con un carácter temible forjado en un pasado lleno de errores imposibles de remediar. Se la respeta y se la teme a partes iguales. Con Tébar, y a su pesar, comienza a trabajar el subinspector Merino, un joven tan inexperto como intuitivo y motivado.Los dos no pueden ser más opuestos y no tardan en chocar. A través de la novela, el lector asistirá a un auténtico tour de force entre ambos personajes, que pasarán lo suyo antes de permitirse el mínimo respeto mutuo que les permita colaborar y enfrentarse a unos seres tan misteriosos como violentos, que atacan desde lo más profundo del bosque, parecen invulnerables y desaparecen sin dejar rastro.
Dos adolescentes han sido atacados en un bosque, y ambos coinciden
en que fue un zombi. También afirman que el atacante parecía inmune al dolor,
que solo emitía gruñidos y que poseía una fuerza descomunal. Aunque no se
conocen, ya que Merino acaba de llegar a la comisaría de Grazalema, el caso es asignado
a Laura y a él. Desde que se conocen, Laura muestra su antipatía hacia Merino y
no le va a poner las cosas fáciles. Mientras Laura duda de que hayan sido
atacados por un zombi, Merino da crédito a las palabras de la pareja. El caso parece
escapar de toda lógica, pero tras este ataque, se sucede otro más cerca de
donde fueron atacados los dos adolescentes. Tras este caso del zombi, se
esconde algo mucho más grande de lo que en un principio se creía.
Como he comentado, si por algo destaca esta novela es por la
composición de personajes, sobre todo el de la pareja protagonista: Laura y
Merino. El perfil que nos muestra la autora sobre ellos está muy bien definido.
Ella es una policía con muchos años en el cuerpo y con un pasado tormentoso.
Merino, psicólogo, y mucho más joven que Laura, acaba de llegar, como quien
dice, a la policía. En principio no tienen nada que ver el uno con el otro y
las pullas se suceden entre ambos. Si Laura es metódica, arrogante y orgullosa,
Merino es calmado, paciente y se deja llevar más por la intuición. En algunos
momentos de la trama me ha costado identificarme con Laura, que se muestra
implacable con Merino. Diría que incluso disfruta humillándolo. Merino es fiel
a las ideas que le han inculcado las tres mujeres con las que se ha criado. Me
gusta que sea precisamente él quien abogue por el feminismo en esta novela. A
pesar de la diferencia de edad, entre ellos hay una tensión sexual no resuelta
que se palpa casi desde el inicio de la historia. Es un buen tándem que
funciona muy bien.
Mientras se va desarrollando la trama vamos a ir viendo que el
caso se complica y que surgen trabas para que se cierre sin más. Al igual que
ocurre en otras profesiones, en la policía también existe el corporativismo.
Hay una crítica social que se va destapando poco a poco. Y cuantas más trabas
hay, más estrecha es la relación entre Laura y Merino.
La ambientación es otro punto a favor. Los alrededores de
Grazalema pueden parecer tranquilos, pero en los bosques habita más de un monstruo.
Y aunque Grazalema es un pueblo pequeño, la corrupción también ha llegado hasta
aquí.
Resumiendo, La caricia de
la bestia es un thriller que va creciendo conforme avanza la historia. Ante
todo es una novela de personajes. Si os gustan este tipo de historias, esta te
hará pasar un buen rato.