SINOPSIS (de la contraportada)
El escaso número de seres humanos que a duras penas ha logrado sobrevivir a diez años de infierno en la Tierra, ¿tendrá alguna oportunidad en un planeta en el que han quedado reducidos a la categoría de presas?
Océanos de sangre, extremidades esparcidas, violencia gratuita y un caos imperante, junto con momias vivientes, un druida tramposo y la tecnología armamentística más cool al servicio de los zombies.
Todo acaba aquí.
Los no muertos buscan
algo más que carne fresca.
COMENTARIOCuando Anabel recibió este libro dentro de un conjunto de novedades remitido por Timun Mas, me ofrecí raudo a encargarme de él. Me pareció muy interesante leer algo sobre zombies, habida cuenta de que son, tal vez, la creación más interesante del cine fantástico y de terror moderno. Además, los zombies sólo los he conocido en el medio audiovisual y en cómics. Nunca se me había ocurrido que pudieran ser material literario, aunque últimamente han aparecido varias obras que me han hecho ver que no es así (desde la versión zombie de Orgullo y prejuicio, la novelización de una de las últimas joyas de este cine como es “Zombies Party”, hasta las guías de supervivencia o las novelas de M. Loureiro).
En ese momento desconocía que esta novela era la conclusión de una trilogía que se inició con Zombie Island y continuó con Zombie Nation. Ese ha sido el principal problema con el que me he encontrado al afrontar este libro. Creo que cualquiera que haya leído alguna saga o trilogía me comprenderá fácilmente. Por ejemplo, soy un fan declarado de Tolkien y El Señor de los Anillos, pero si hubiera empezado de cero leyendo en primer lugar El retorno del Rey, creo que hubiera mandado a Sam y a Frodo al fondo del Monte del Destino de una patada por pesados. Quiero decir con ello que es muy difícil identificarte con unos personajes y sus peripecias cuando llevan tanto camino recorrido. Los autores se cuidan de recordar y citar pasajes para ubicar al lector, pero su objetivo es más refrescar la memoria del lector que ya ha leído los anteriores, habida cuenta que los libros tardan un tiempo en salir, y no tanto ubicar al nuevo lector.
En este caso es lo que me ha pasado. En ningún momento he logrado conectar de verdad con los personajes ni con lo que les pasaba. En ciertos pasajes he tenido, incluso, dificultades para entender qué es lo que estaba pasando. Y me ha dado un poco de rabia, ya que me consta que David Wellington, el autor, es un buen escritor. Confío mucho en el criterio de Anabel y ella ya lo dejó claro al reseñar su novela de vampiros “13 balas”.De hecho la lectura del libro me ha dejado claro que Wellington es un narrador hábil, que domina el ritmo y la acción. Los personajes están bien definidos. Además hace gala de un sentido del humor bastante macabro. Si además te gusta la casquería no quedarás defraudado, como por otra parte debe ser. Al fin y al cabo, ¿qué sentido tiene meter zombis en una historia si no hay gore por medio?
Respecto a la historia, reconozco que no ha terminado de convencerme la opción del autor. Me explico. Lo que siempre me ha atraído de los zombies, aparte del gore, es su utilización como metáfora y excusa para mostrar a un grupo humano reaccionando en una situación extrema. Eso es precisamente lo que hace inolvidable esa joya que es “La noche de los muertos vivientes”. Pero Wellington opta por amalgamar muchos elementos fantásticos junto a la plaga zombie propiamente dicha. Así encontramos, junto a los humanos que luchan por su supervivencia, a fantasmas, momias, liches (una especie de zombies inteligentes), etc. Entre los humano, además, encontramos además algunos con capacidades extraordinarias (percepción extrasensorial, por ejemplo). En fin, es una opción, pero a mí no ha terminado de convencerme.
En resumen. Si eres seguidor de la saga, no esperarás a que te cuenten nada para lanzarte sobre esta conclusión (a mi me pasa con las sagas que he seguido y sigo). Si no lo eres, empieza por el principio y juzga si quieres seguir.
Yo ya sé cómo termina todo. Algún día me pondré a ver cómo empieza…
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