SINOPSIS: En el año que se cumplen los doscientos años de su fallecimiento, una visión distinta de la genial escritora. Un libro imprescindible para todos los amantes de la escritora, donde se muestra su intimidad y entorno familiar, que permite entender mejor las historias y personajes de sus novelas de la narradora inglesa. Pero no hace falta ser admirador de Jane Austen para disfrutar de este retrato de la sociedad británica de fines del siglo XVIII y principios del XIX con sus clases sociales bien marcadas y sus permanentes fuentes de conflictos. Jane Austen tuvo que sufrir todas las vicisitudes de una mujer soltera en una familia de abolengo pero poco dinero, lo cual implicaba toda una serie de sacrificios y limitaciones, que fue sorteando gracias a su empuje y decisión.
Leer esta biografía ha sido una delicia, no solo por conocer
detalles de la vida de una de las autoras más grandes que ha dado la
literatura, sino también porque es un fiel reflejo de cómo era la sociedad en
la que vivía Jane Austen.
Tiene que ser difícil escribir sobre alguien a quien admires y no
implicarte como lo ha hecho la autora. Con ello quiero decir que en esta
biografía no solo se trata de narrar unos hechos sin más, la autora lo hace con
cercanía y calidez. Sientes a Jane Austen mucho más real y no tan mitificada. Conoceremos
a la Jane hija, hermana, tía y autora.
Conozco pocos detalles de la vida de esta autora, solo podía
hacerme una idea a través de sus novelas. De ella siempre he tenido la
sensación de que era mordaz, irónica y muy rápida en sus respuestas. Desde
luego no era una mujer que se mordiera la lengua, tan habitual en la sociedad
de aquellos años. Tampoco era la mujer que trató de mostrar su familia una vez
que Jane murió, sobre todo Cassandra, que destruyó mucho material de su hermana.
Hay mucho más que la mujer reservada y tímida que ha llegado hasta nuestros
días. Jane no era todo lo dulce que se esperaba de ella. También se deja caer
que decidió no casarse porque así lo quiso ella, no porque no tuviera
pretendientes.
A través de estas páginas conocemos no solo la vida de una
mujer de su posición sino también veremos la relación que tenía con sus
hermanos, con Cassandra, con sus padres o con sus cuñadas. Muchas de las
vivencias las trasladó a las obras que representaba para su familia o en las
novelas. Gracias a las cartas que se conservan podemos conocer cómo era la vida
en una rectoría, lo duro que resultaba organizar el día a día y cómo se miraba
cada moneda antes de gastarla en cosas que no eran útiles.
Jane tuvo claro desde muy joven que su vocación era la
escritura y no ser esposa y madre. No tuvo que ser una decisión fácil porque la
vida de una mujer siempre iba ligada a un hombre, ya fuera un padre, un hermano
o un marido. No por ello fue una mujer amargada. A ella le gustaba bailar y en
algún momento se deja ver que pierde la cabeza con una copa de vino de más.
Tampoco fue fácil publicar como mujer, y más teniendo a un
hermano que deseaba pasar a la posteridad como novelista. Como publicar como
mujer no estaba bien visto, su nombre no salió en la primera edición de la
primera novela que publicó. A día de hoy sigue pasando, así que no me extraña
que sucediera en aquellos días.