Este libro es la historia de Rossana. Y la de Renato. De la niña y la mujer que tuvo que lidiar con las múltiples figuras, a menudo contradictorias, que su padre encarnó a lo largo de su libre y vertiginosa existencia: el individuo vital e irremediablemente optimista, pero también el pendenciero dominado por una rabia incontenible; el maestro que la animaba a rechazar toda forma de hipocresía, y el irresponsable que muchas veces parecía no preocuparse por nada ni por nadie; el charlatán prodigioso, el que no reconocía autoridad alguna... Una persona entrañable y complicada, un hombre que fue, a la vez, lo mejor y lo peor que pudo ocurrirle a su hija.
¿Qué
es lo primero que se te viene a la cabeza al escuchar ‘Dónde vais a encontrar
un padre como el mío’? En efecto: en el vuestro, en si seríais lo
suficientemente valientes para gritar esa frase y defenderla ante los
desconocidos. Recorréis, en sólo unos segundos, algunos de los momentos con él más emotivos,
más intensos, para convenceros de eso, para saber que tenéis toda la razón:
dónde vais a encontrar un padre como el mío. Pues éste es el sugerente título
de la última novela –al menos en castellano- de Rossana Campo y que publica
Siruela en su colección Nuevos Tiempos: y sí, es un ejercicio literario
autobiográfico en el que la autora-narradora rememora la relación con su padre,
borracho, maltratador, vago, malhablado, altivo y despegado, pero al fin y al
cabo, su padre.
Sí, ésta es la gran
contradicción sobre la que se levanta esta novela: la certeza de que tu padre
es una persona reproblable (violento, machista y perezoso) y, sin embargo, la sensación de
que, en algunos momentos, ha ejercido de padre proporcionándote cariño,
protección y consejo, y eso es una realidad que no puede obviar. Su padre es su
padre por muy imperfecto que sea. Qué gran grandeza la de la aceptación de la propia
realidad. Esta novela, de no más de 150 páginas, surge a raíz de la muerte de
su progenitor y se convierte en un proceso de enfrentamiento a su propia vida, un
camino doloroso para entender que uno no puede cambiar de dónde viene. Lean este párrafo: “Menudo
lío, maldita sea, sentir que te pareces y quieres a alguien que ha sido también
tu torturador. Qué dolor sentir que has heredado parte de su genes…”. Son
especialmente conmovedoras las escenas de la infancia, donde el padre le enseña
a decir palabrotas, a mandar todo el mundo a la mierda, a llamar gilipollas a
cualquiera que le lleve la contraria: “Me ha dicho mi papá que te vayas a tomar
por culo”.
Tiene
esta novela un fuerte componente metaliterario. Es decir, la autora va hablando
de escribir este libro mientras lo escribe y sabe que esta recopilación de
pensamientos se las debe a su padre y que, sin su influencia, posiblemente no se
hubiera convertido en escritora. Aparece el arte como terapia, como catarsis
para superar los traumas; el arte como camino para la comprensión. Y si queda
algo claro después de leer esta novela, narrada con una sensibilidad
indiscutible y desde un respeto admirable, es que la infancia es determinante
para la evolución de las personas. Al final, la autora-narradora entiende que
la violencia, las borracheras y las palizas de su padre a su madre tienen su
origen en una vida infeliz, en un sentimiento de tristeza crónico. Así de
fuerte es. Y ojo, no lo justifica: sólo lo respeta.
Dónde vais a encontrar un padre como el mío da pudor
porque Rossana Campo nos habla sin tapujos de la relación con un padre
maltratador, alcohólico, al que echan de todos los trabajos, que se lleva a su
hija a la taberna y la quiere emborrachar. La literatura, o la autoficción,
parece ser el único camino de enfrentarse a esos recuerdos y de entender qué
parte de culpa tiene su padre en sus debilidades actuales. Y escribe con amor,
con rencor, con rabia, con tristeza, porque todo cabe en la experiencia que han
vivido juntos. En este historia está lo más hermoso y también lo más terrible. Y
a pesar de los dolores, Rossana grita: dónde vais a encontrar un padre como el
mío.
Me llama muchísimo la atención, la verdad. No conocía la novedad, porque seamos sinceros, no es de las novedades a las que más bombo se le ha dado, pero tras la reseña he acabado con los pelos como escarpias Me lo apunto porque de verdad, no sé si has sido tu al escribir la sinopsis, el tema o las dos juntas, pero quiero leerlo.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un saludo