Harriet Manner sabe un montón de cosas curiosas: - Los gatos tienen 32 músculos en cada oreja - Un instante dura unos cien segundos - Las personas ríen un promedio de quince veces al día - Los cacahuetes son uno de los ingredientes de la dinamita Pero no tiene ni idea de por qué no parece gustarle a nadie del institu to. Por eso, cuando es descubierta por una agencia de Top Models, Harriet no se lo piensa dos veces y aprovecha la oportunidad para reinventarse a sí misma. Incluso si eso significa robar el sueño de su mejor amiga, aumentar el enfado de su peor enemiga Alexa y humillarse repetidas veces ante el hermoso Nick... Una novela fresca y divertida que trata temas como el miedo a ser diferentes, reflexiona sobre las inseguridades de los adolescentes y la importancia de quererse a uno mismo.
Voy a empezar de una forma
bastante dura, es una historia muy típica. Chica muy poco popular, el patito de
de la clase y la patosa por antonomasia lleva una vida lo más indeseable. A los
dieciséis años uno quiere pertenecer a un grupo, ser social y desde luego
aceptado entre sus iguales. Ella desde luego está muy lejos de conseguirlo
hasta que su mejor amiga en un alarde de genialidad la invita a asistirá un
evento de moda ella no pierde la oportunidad.
¿imagináis que puede pasarle?
Pues
bien, muy pronto ese patito feo dejará de serlo para convertirse en un bello
pero patoso cisne, todo sea por la popularidad y el ascenso social que todo
adolescente quiere.
No
voy a negar que esta historia es un tanto “cliché” Podría definirse como una “americanada”
Disney Channel destinada a un público muy específico: las chicas adolescentes,
pero que queréis que os diga la fórmula funciona. Holly Smale sería una gran
guionista y lo demuestra con unos diálogos y unas situaciones desternillantes.
No cabe duda de que a lo largo de su relato sabe de lo que habla, controla
perfectamente todo el entresijo de las agencias de modelo y todas las
situaciones que te puedas imaginar, pero ella hace algo más estira los argumentos
y las situaciones, los deforma y los reinventa de tal manera que las
situaciones son tan absurdas que provocan esa carcajada fácil e incontrolable.
Harriet es un personaje A-DO-LES-CEN-TE.
Sí, recalco esas pala porque en ella veremos a un ser que no quiere ser algo
que no le toca. Es feliz con esa inocencia y esa inmadurez y la intercala con
momentos de mucha picardía e inteligencia. Es innegable que si no fuera por
esta protagonista y sus secundarios esta historia perdería muchos puntos ya que
es un tema muy trillado y tratado en series y películas, pero la gracia está
ahí, pretende ser una historia más con la dosis y el sello propio de la autora.
Os
encontraréis con una amiga que aspira a ser una modelo prestigiosa, una
madrastra cuya única función en la vida será desilusionar a nuestra protagonista y un padre que quizás es
más inmaduro que su propia hija pero en el cual veremos uno de los mayores
pilares que tendrá la protagonista. También conoceremos a Wilbur, un agente que
liará más que ayudará a nuestra
protagonista, pero que nos regalará situaciones de comedia al más puro estilo
Hollywoodiense.
Como
toda historia que se precie habrá espacio para el amor, pero la relación quizás
se quedará más desdibujada dándole más importancia a las situaciones que tendrá
que vivir la protagonista. También os digo una cosa, las situaciones que tendrá
que vivir con su guapo acompañante
modelo serán la mar de interesantes.
Si
buscáis una obra maestra desde luego descartad este libro, si queréis disfrutar
de una prosa que roce la maestría quizás no sea la mejor opción, pero si lo que
queréis es reíros a carcajadas y ver una alternativa a películas como Princesa
por sorpresa o El diablo viste de Prada ya estáis corriendo a haceros con esta
ocurrente aventura.
P.D. Sí. Me imaginaba a Anne Hathaway en el paper del Harriet.
Tengo muchas ganas de leer Geek Girl ya que soy una de ellas jeje ¡Un beso!
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