¿Sabíais que la película El sexto sentido se llamó en China Él es un fantasma? Sí, hay títulos que lo condensan todo y que hacen un resumen casi perfecto del argumento, como éste, Amor en Verso, porque eso es justamente lo que vamos a encontrar en la novela: amor y poesía, todo en cantidades industriales. Fijaos, yo pensaba que ya había quedado en desuso eso de enamorar a alguien recitándole poemas románticos con la voz profunda, los ojos mirando al infinito y la mano en el pecho, pero parece que no, que la poesía sigue siendo un instrumento poderoso para la seducción. Así nos lo demuestra Colleen Hoover en esta novela, publicada por Planeta, donde la protagonista se lía sin saberlo con el que será su profesor de poesía en el instituto. Así que, ya desde el principio, tenemos los ingredientes básicos de la novela romántica juvenil: un amor imposible, unos obstáculos insalvables (o al menos eso es lo que parece) y unos impulsos, errores y cambios de humor constantes, fruto de las hormonas y del caos mental propio de la edad. Amor es verso, además, explota esa fantasía que siguen teniendo muchas y muchos de enamorar al profesor de poesía, o lo que es lo mismo, a un hombre sensible, lindo y escritor.Sin haber superado aún el duro golpe que supuso la muerte de su padre, Layken y su hermano Kel deben mudarse a Michigan, donde su madre ha encontrado trabajo como enfermera. Nada más llegar, Layken congenia con el vecino de enfrente, Will. Entre los dos surge algo especial, que no son capaces de poner en palabras… todavía. Tras una primera cita, Lake ve Michigan con otros ojos y está dispuesta a darle una oportunidad, pero cuando empiezan las clases en el nuevo instituto descubre que Will es su profesor de poesía… ¿Preferirías no enamorarte jamás, o enamorarte de alguien a quien no puedes tener?
A ver, la acción en las primeras
páginas –hasta la mitad, más o menos- sigue los cauces normales de la novela
romántica: presentación de los personajes, aparición del conflicto y después,
mucho amor imposible y mucho sufrimiento. Nada asombra, nada consigue
diferenciar esta novela de otras cientos. Pero a mitad del libro, el argumento sorprende con un giro
inesperado que le da otra dimensión a la historia, la hace más profunda y
más emocionante, y nos deja un nudo en la garganta hasta el final. Cada uno de
los personajes juega su papel a la perfección: ella es estudiante, atormentada y
tímida; él es extremadamente responsable, cuida de su hermano pequeño y tiene
claras las prioridades, y por supuesto, no contaba con enamorarse a sus
veintiún años. Los caracteres de los protagonistas están esbozados, no
terminamos de conocerlos en profundidad; supongo que
tendremos que esperar a la segunda entrega de la saga para familiarizarnos más
con ellos. El estilo es sencillísimo y fluido, parecido a un cristal
transparente que no molesta ni se nota.
Y
tiene esta novela un gran obstáculo: la traducción, y ojo, que no es que
esté mal hecha ni que chirríe, pero, señores, ¡qué difícil es traducir poesía!
Porque uno tiene que elegir entre cambiar un poco (o mucho) el sentido para
hacer que las palabras rimen, o ser lo más fiel posible al idioma original y sacrificar
las rimas. Y cualquier de las dos elecciones, implica un daño irreparable que
le quita brillo al original. En una novela como ésta, donde la poesía tiene
tantísimo peso, uno tiene la sensación de estar perdiéndose algo, de que hay una música que jamás encontrará
en esos poemas. Pues sí, para nosotros, el título perfecto sería Amor (imposible) en versos (traducidos).
No se dejen engañar: la historia es más dura de lo que parece en
un principio, y también más romántica. Esta novela, de la autora de Hopeless, no es perfecta, pero tiene
algo que consigue conectar con el lector, tiene un punto de dolor que la hace
más creíble e infinitamente más especial. Amor
en verso está llena de
declaraciones románticas, de conflictos adolescentes y de lecturas de poesías
en voz alta. Y encima conmueve, que no es poco. ¿Y sabéis qué? Uno sólo puede
pensar en qué pena que no se le dé bien escribir poesía, y no poder usar ese
gran jarabe del amor. A los que son como yo, sólo nos queda aprovecharnos de
las grandes obras que han escrito otros. ¡Larga vida a la poesía!
Ese libro tiene muuy buena pinta :)
ResponderEliminarPor lo que dices de la traducción (Que es totalmente cierto, que dificil es traducir poesia...) creo que voy a leerlo en inglés cuando llegue el momento.
Muchas gracias por tu reseña.
Un abrazo,
Arelies
Muchas gracias a ti. Y sí, éste es un libro que gana mucho en el idioma original. Un abrazo.
EliminarEs que no tengo muy buena relación con la autora y por el momento prefiero no arriesgarme.
ResponderEliminarUn saludo^^
Jaja. Y cuéntame eso de tu mala relación con la autora.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe han hablado de la autora y es de esas autoras que no me llaman mucho, sobretodo porque sus historias no me acaban de llegar. Me pasó con Stephanie Perkins y me pasa con la mayoría de novela juvenil fantástica. Pero no sé porqué, me apetece leer un libro así. Quizá no este, porque quiero leerlo en inglés y no creo que pudiera entender la poesía en ese idioma, pero alguno de la autora.
Gracias por la reseña :)
¡Un beso!
Pues ya me contarás qué te parece la autora... Un beso.
EliminarPor esta razón leo tanta poesía en español y tan poca en otros idiomas. Porque me parece que me estoy perdiendo lo esencial de la poesía... Pero esa vez me has tentado, a pesar de esto.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo hago lo mismo: la poesía, sólo la de aquí. Un beso fuerte.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues a mi me llegó ayer y tengo muchas ganas de ponerme con él :3 Me encanta esta autora desde que leí Hopeless, así que si me dices que esta historia está llena de sentimientos, pues seguro que me gusta *-*
¡Besos!
Estaré pendiente de tus comentarios, a ver qué te parece a ti la novela. Un beso.
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