Cualquier excusa es buena para adentrarnos en la Edad Media y si es de la mano de doncellas y escuderos, de traidores y reyes, pues muchísimo mejor. Algo así es lo que propone la escritora Rocío Rueda en El corazón y la espada, donde le da el protagonismo a Jimena, una joven doncella que deberá no sólo vengar la muerte de su padre sino averiguar quién está detrás de tan terrible acto. Ella, que carga con todo el peso de la trama, deberá trabajar su valentía, su afán de superación y sus ganas de hacer justicia. La historia cuenta ya de por sí con un atractivo extra, que es la ambientación, en plena Edad Media, y donde aparecen no sólo enormes castillos y lujosos aposentos sino peligrosos caminos, bulliciosas aldeas y lúgubres monasterios. ¡Bien! El escenario es tan llamativo que se convierte en un elemento siempre presente, y de una fuerza indiscutible.La joven Jimena, hija del caballero Gonzalo de Montalvo, permanece en el castillo de la villa de Saldaña al cuidado de su nodriza Teresa, hasta que su padre vuelva del campo de batalla. La joven sueña con un futuro muy diferente a lo que le espera entre los muros del castillo. La elección de la villa de Saldaña para celebrar los esponsales del rey de Castilla cambiará los planes de Jimena. Ya que, debido a una conspiración contra el monarca, se verá obligada a huir, no solo para salvar la vida, sino para limpiar el nombre de su padre. ¿Conseguirá sobrevivir sola y lograr que se esclarezca la verdad?
Aunque la acción es
más pausada de lo que en principio pudiera parecer, es igualmente atractiva por
el universo tan curioso en el que está ambientado. Allí, los personajes luchan,
se ponen a prueba y también se enamoran. Es una novela con todos los
ingredientes indispensables para la novela juvenil: las aventuras, la intriga y
el romance. Y a pesar de que la autora dosifica la información de una forma
peculiar –no nos enteramos hasta la mitad del libro de qué dice un misterioso
pergamino-, el interés se mantiene. Historias como éstas son un atajo perfecto
para acercarse a la Edad Media y conocer cómo estaba organizada la sociedad,
cuáles eran las virtudes más admiradas y también qué papel estaba reservado
para la mujer. Todo esto está, además, contado con una sencillez que se
agradece y que le deja todo el protagonismo al ambiente, a los personajes y a
la trama. El ritmo, aunque irregular, no se para (sería como conducir pisando
el freno y el acelerador continuamente). El corazón y
la espada es
una historia inocente y blanca sobre doncellas, caballeros y castillos.
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La portada no me llama la atencion y que sea de ritmo pausado tampoco me convence mucho. Por ahora no creo que lo lea.
ResponderEliminarSaludos