Era una de esas brujas de los bosques, condenada a la marginación mil años atrás, una mala persona. Maldijo a la pequeña el día que nació, para que, cuando la joven cumpliera dieciocho años, al pincharla con un huso en el dedo se durmiera para siempre. A vuelo de pájaro, era el reino más cercano al de la reina, pero ni siquiera los pájaros volaban sobre él. Esta historia tal vez os resulte familiar: hay una joven reina a punto de casarse. Hay algunos enanos buenos, fuertes y valientes; hay un castillo rodeado de una maraña de espinos; y hay una princesa a la que, según se rumorea, una bruja condenó al sueño eterno. Pero aquí nadie espera que aparezca un noble príncipe montado en su fiel corcel y dispuesto a arreglar las cosas. Si una joven reina quiere demostrarse a sí misma que puede ser una heroína, rescatar a una princesa es una ocasión perfecta... Este cuento de hadas está urdido con un hilo de magia negra que gira sinuosamente, arrojando apasionantes brillos y reflejos que sorprenderán a lectores de todas las edades.
Neil Gaiman siempre me ha gustado, es un hecho, este autor tiene la cualidad de darle más oscuridad si cabe a un cuento clásico. Os acordáis de la joven que se pinchó con el huso de una rueda, pues imaginad que es salvada por la mismísima Blancanieves, labios rojos cual carmín, cabellos negros cual azabache.
Salamandra
nos transporta de nuevo a ese cuento
clásico, pero le da un giro de tuercas insólito ¿Qué pasaría si la princesa
fuera salvada por una princesa? ¿Qué pasaría si esa princesa no fuera quien
dice ser? Todas esas preguntas se responden en este pequeño álbum o cuento
ilustrado que nos recuerda a las claras el carácter oscuro de los relatos de
antaño.
Las
ilustraciones son espectaculares, lo tétrico de su relato contrasta muy bien
con esas ilustraciones con carboncillos
y dorados que recuerdan con exactitud a las ilustraciones de los grandes clásicos de Andersen o Penrrault.
No os puedo contar mucho sobre el giro de tuercas que da la historia, ya que prefiero que os
sorprendáis con el cambio de argumento
que da la historia. También os diré que
la bella durmiente es posible que no sea ni tan bella, ni tan durmiente.
Una
cosa con la que rompe este relato es con la concepción de princesa desvalida.
Ahora ellas mismas se labran su propio destino y toman las decisiones que mejor
afectan a su futuro. Ese es el mensaje que deberían dejarnos los cuentos en la actualidad,
mujeres fuertes que salvan a otras princesas y que superan sus fantasmas
personales.
El huso de una rueda también es un elemento
que simboliza la vida o la muerte, y eso también podréis verlo en esta
historia. Un objeto afilado que colocado en el punto exacto puede hacer que tu
sueño sea literalmente eterno.
¿Creéis
que sabéis todo sobre la Bella Durmiente? Quizás es porque no sabéis toda su
verdadera historia. Si la supierais ¿os animaríais a despertarla?
Tengo muchas ganas de leer este libro y, aunque la edición tiene que ser una preciosidad, creo que tiene un precio desorbitado, así que esperaré a encontrarlo de segunda mano o algo..
ResponderEliminarUn beso
Pues tiene muy buena pina, tomo nota.
ResponderEliminarSaludos
Uy! Qué buena pinta tiene! Tengo un par de novelas del autor pero aún no me he estrenado con él... Este me gusta mucho porque los libros ilustrados son mi perdición ;)
ResponderEliminarUys, qué tentación de libro!!!
ResponderEliminarBesotes!!!