Tras las huellas del lobo

Tras su reencuentro, Gunnar y Freya disfrutan de su apasionado amor en la época actual. Rodeados de amigos, celebran su primer aniversario de boda. Sin embargo, durante la fiesta, un trágico suceso despertará a los demonios del pasado para arrastrarlos de nuevo al siglo IX. Gunnar se ha convertido en un temible Berseker, un fiero guerrero atrapado en las ambiciosas mañas del taimado rey Halfdan Svarte el Negro. Freya deberá liberarlo enfrentándose a peligrosas intrigas, a la maldad de sus enemigos y a la crueldad de los dioses, empeñados en separarlos. Y es en el pasado donde Gunnar y Freya encontrarán respuestas a su presente, donde tendrán que demostrar la fuerza de su amor. Juntos deberán liberar al implacable lobo que ahora los gobierna y que ha dejado una indeleble huella en sus corazones. Tras las huellas del lobo, la esperada continuación de Los tres nombres de lobo, es una novela trepidante, plena de emociones desgarradoras, de aventuras intensas y de sangrientas batallas, que muestra la dureza de una época convulsa entre los belicosos reinos del norte. Sumérgete en esta apasionante epopeya a través de los tiempos, en la batalla final de un amor que tendrá que sacar sus garras para vencer a un destino implacable que les da la espalda. ¿Te atreves a seguir las huellas del lobo?

 Mucha intensidad, demasiada diría yo. Estas son las palabras con las que quiero empezar la esperada segunda parte de “Los tres nombres del lobo”. Debo de reconocer que desde hace un tiempo estoy encontrándome mucho más cómodo en el género “histórico”. Desde hace mucho tiempo que he oído inmejorables críticas de esta saga y de su autora, pero hasta hace unas semanas donde nos enteramos que tendríamos en inmenso placer de contar con su autora en una presentación valenciana, no tuve tiempo de hincarle el diente a esta historia, y nunca mejor dicho.

               ¡Dios mío de mi vida que intensidad, qué carnalidad! Lola P Nieva con “Tras las huellas del lobo” no sólo retoma una saga que si por algo destacaba era por el esmero, la elegancia y lo salvaje de su historia. Era muy fácil encariñarse y enamorarse de sus personajes, todos y cada uno de ellos tenía una historia intensa y que encajaba a la perfección con la de los personajes principales Gunnar y Freya. Como todos/as ya sabéis, el final de la historia queda cerrado y con un hilo muy esperanzador donde el amor triunfaría, y pese a las fatalidades del destino tendrían una nueva oportunidad para ser felices.

               Pues bien, retomamos esta historia siglos después con unos protagonistas que han conseguido su propósito: vencer al destino y vivir una vida feliz. Lo malo es que el pasado siempre puede volver y darte donde más te duele, y eso es lo que les ocurrirá a nuestros protagonistas.

               Quizás una de las cosas que más me ha impactado de esta historia, es que lejos de continuar la historia en el presente, ya que hubiera sido mucho más fácil, la vuelve a trasladar al pasado haciéndonos recordar y rememorar todo el potencial de su anterior obra. Si algo es envidiable en el estilo de Lola, es la capacidad de hacer saltos temporales y con  mucha naturalidad transportarnos a esa era Vikinga donde la carne, el sudor, y la guerra eran el día a día de sus gentes. De hecho no sólo trata este tema con mucha maestría, sino que la pérdida de un hijo en el presente, desencadenará esa profecía que una vez el oráculo vaticinó y que le servirá para encontrar respuestas en el futuro. Lo sé. Es un lío. Pero  creo que cuando leáis esta historia lo entenderéis a la perfección.

               No penséis que es una historia romántica propiamente dicha, es una historia bélica, muy carnal y muy terrenal que trata de almas, cuerpos y corazones que vuelven a encontrarse. Y sobre todo un mensaje muy claro: Podemos  cambiar nuestro destino si la voluntad es grande.

               Mi más sincera enhorabuena a la editorial por una historia épica y digna de ser recordada y releída.