LAS TEJEDORAS DE DESTINOS, GENNIFER ALBIN

Hola a todos. Hoy os traigo la reseña de la primera parte de una trilogía. Se trata de Las tejedoras de destinos, Gennifer Albin y publicado por Alfaguara.

SINOPSIS: Inútil. Torpe. Las demás chicas lo susurran a sus es­paldas. Pero la joven de dieciséis años Adelice Lewys tiene un secreto: sus er­rores son intencionados.

Dotada de una habilidad fuera de lo común para tejer el tiempo, Adelice es exactamente lo que la Corporación está buscando, y en Arras ser elegida tejedora es lo máximo a lo que una joven puede aspirar. Ser hilandera significa privi­legios, riqueza y belleza eterna. Pero no solo eso, también significa tener la facultad de bordar la esencia de la vida. Pero para ello hay que pagar un precio que Adelice no está dispuesta a asumir, puesto que deberá controlar absoluta­mente todo lo que las personas son: lo que comen, dónde viven, cuántos hijos tienen… Así que está decidida a fallar en las pruebas para ser hilandera, pero en su último examen sus dedos resba­lan, el telar reacciona a su don… y la Corporación la identifica. A partir de ese momento, Adelice dejará de tener control sobre su vida y pasará a conver­tirse en un instrumento más de la omnipresente Corporación. Sin embargo, una vez dentro, el poder de Adelice irá creciendo mientras aprende a manejar su don y a decidir en quién confiar, a quién vigilar… y a quién amar.

Adelice tiene una habilidad especial, que sus padres tratan de ocultar por todos los medios. No quieren perder a su hija, aunque estar dentro de la Corporación signifique tener una serie de privilegios que no tienen los que están fuera de esta organización. Ella es exactamente lo que La Corporación está buscando, una tejedora con sus habilidades que la hacen casi única. Sin embargo,muy pronto se descubre que Adelice puede manejar un telar y que la Corporación no va a dejarla escapar así como así.

Las tejedoras de destinos es la primera parte de una trilogía, y en este sentido se nota bastante que la autora ha querido dejar muy claro cómo era esta sociedad. Es una historia bastante introductoria. Opino que el inicio es lento y con muchos datos que hacen que en alguna que otra ocasión el lector se pierda un poco. No entendía muy bien ese concepto de tejer y decidir el destino de las personas que viven en Arras, o en cualquier otra ciudad de este mundo tan extraño.  

Conforme va avanzando la novela, la trama se desentrañando, es mucho más ágil, y desde mi punto de visto, más atractiva. La autora crea un mundo diferente a lo que he leído en este tipo de distopías. Se centra en lo que sería la otra parte, la perfecta, la ideal, que si bien muchos desean estar dentro de la corporación, poco a poco el lector se va dando cuenta de que no todo es tan bonito como pretenden hacer creer a la gente.

Adelice es una protagonista que se muestra fuerte desde un primer momento, aunque tiene también sus debilidades y sus dudas con respecto a ciertas personas que hay dentro del Coventri. Es dentro, una vez que entiende la función de una tejedora como ella, cuando se da cuenta de cómo la Corporación puede hacer que una persona de fuera pierda todos sus recuerdos e implantarle otros.

Hay un triángulo amoroso con dos chicos, y si bien ella muestra interés en un principio por uno de ellos, luego cambia de opinión y se decanta por el otro. Aun así, una vez que los conoce con algo más de profundidad, se sentirá confundida. Josh y Erik son muy diferentes, pero a la vez son muy iguales. Quizás por sea por esto por lo que la protagonista no termine de decidirse realmente.

Los personajes están bien definidos. Advertimos cómo desde dentro del Coventri, la misma corporación hace que las chicas luchen por ser las mejores tejedoras para no terminar como criadas o como cocineras. Cormac es un hombre sin escrúpulos, y en parte es quien representa la ambición en esta sociedad tan desigual. En el otro lado tenemos a Enora, la mentora de Adelice, una chica dulce y amable que aún no ha sido “corrompida”.

Por último decir que el final es completamente abierto. Puede resultar algo previsible, pero desde luego también creo que es justamente lo que desea el lector. Por lo menos yo es lo que deseaba encontrar. 

Si bien no es una novela redonda, sí que me ha dejado muy buen sabor de boca. 

Con la colaboración de Alfaguara.