El cielo estaba cubierto de un manto oscuro, la tarde amenazaba tormenta y aún no había empezado el Tiramisú entre libros especial terror. No obstante, todavía nos quedaba una última oportunidad para que todo saliera como habíamos previsto. La Reina de la Oscuridad salió al balcón, echó un breve vistazo y tomó una decisión:
―Esto es más grave de lo que pensaba ―dijo sacando su varita―. Vamos a tener que utilizar nuestros poderes para que vuelva a salir el sol.
Loving Paris y yo asentimos con la cabeza y sacamos nuestras varitas. Era un poco tarde para realizar un conjuro, pero no imposible. Buscamos todos los ingredientes antes de realizar el sortilegio, pero la mala suerte quiso que nos faltara el ingrediente especial de la pócima: Ojos de sapo rojo.
―Una contrariedad sin importancia ―soltó Ían, un zombi al que acogí en casa hará unos cuantos años.
―¿Acaso tienes una solución? ―preguntó Loving presa de un ataque de nervios.
Ían, con una mueca que pretendía ser una sonrisa, sacó de un bolsillo algo que parecían dos canicas. La Reina de la Oscuridad se abalanzó sobre Ían y lanzó una carcajada que se escuchó en toda Valencia. Hubo quien confundió este momento con un trueno.
―Nuestro problema está solucionado ―musitó La Reina de la Oscuridad dejando caer sobre el caldero los ojos de sapo rojo.
―Eran parte de mi merienda ―dijo Ían encogiéndose de hombros.
Tras decir las palabras adecuadas y remover la pócima durante más de veinte minutos, el sol salió al fin. Suspiramos aliviadas y nos dispusimos a arreglarnos e improvisar con unos trapitos que encontramos.
Las bandejas estaban preparadas con el potingue, pero surgió un último contratiempo antes de salir a la calle. No podíamos volar en escoba a plena luz del día. Tampoco podíamos encantar una calabaza y convertirla en carroza, por lo que a Loving se le ocurrió coger el primer coche que encontró en la calle. Fue un espectáculo ver a todos los humanos cómo nos miraban. A decir verdad, nos portamos bien de camino al Bibliocafé. En ningún momento sacamos nuestros látigos, ni lanzamos ningún conjuro contra ellos. Había quien nos confundía con mujeres de mala vida y que iríamos derechas al infierno. Qué poco saben ellos de nuestras vidas.
Gracias a las indicaciones de Nuria, un hada pizpereta, logramos llegar al Tiramisú con un poco de retraso.
En el Bibliocafé nos esperaban tres autores, David Mateo, Miguel Aguerralde y Emilio Bueso, que venían a hablar de sus novelas de terror (os puedo asegurar que todas ellas tienen un sitio de honor en el infierno).
Una vez que reorganizamos las mesas empezó la velada (sé que todos esperaban comer el potingue que traíamos, pero antes tuvieron que pasar por el trago indigesto de escuchar a los autores). Así fue cómo Morticia Adams y David Mateo presentaron Noches de sal (una de las mejores novelas que he leído este año) y Carne muerta, una novela de zombies ambientada, al igual que Noches de sal, en Valencia.
Tanto Morticia Adams como David Mateo dieron cuenta de los horrores que nos encontraríamos en las dos novelas. Hablaron largo y tendido de la ambientación, de la otra Valencia que podríamos encontrar en estas historias y de los personajes tan atormentados que tiene.
Después le tocó el turno a Miguel Aguerralde, que presentaba tres de sus novelas: Los ojos de Dios, Claro de luna y Noctámbulo (esta última ya traeré la reseña, aunque desde ya os digo que es una buena lectura). Antes de que Miguel Aguerralde nos hablara de sus novelas, La Reina de la Oscuridad hizo una breve presentación del autor y le dedicó unas palabras a su obra. Dejó muy claro que estas lecturas son casi imprescindibles, y que el autor tiene una manera de narrar que cautiva.
Miguel Aguerralde se mostró como un autor tímido, pero sabe manejarse muy bien en el género de terror. Este autor tiene una sensibilidad para narrar escenas emotivas con un vampiro sanguinario, aunque también sabe cómo hacer que nos estremezcamos con momentos de miedo.
Por último le tocó el turno a Emilio Bueso, que estuvo presentado por David Mateo. Emilio Bueso presentaba Diástole, una novela que me está sorprendiendo muy gratamente. Esta es la historia de Jèrôme e Iván, dos personajes atípicos en este tipo de novelas. Su manera de narrar es dura, a veces fría, aunque muy efectiva y sorprendente. Este autor, según palabras suyas, ha intentado dar un giro a la novela de terror y contar una historia desde otra perspectiva. Desde luego, David Mateo dejó claro que Emilio Bueso es un autor a tener en cuenta, cosa que corroboro. El género de terror en España tiene unos autores que no tienen nada que envidiar a los que vienen de fuera.
Antes de pasar a probar el potingue que habíamos preparado La Reina de la Oscuridad, Ían, Nuria y yo, se leyó un cuento de Juande Garduño, de su libro: Apuntes macabros. La encargada de leerlo con voz sugerente fue, como no podía ser de otra manera, La Reina de la oscuridad.
Los asistentes se habían portado muy bien, por lo que merecían un premio. Repartimos parte del potingue al que los humanos llaman Tiramisú, y con este gesto nos aseguramos que hay nuevas almas que irán directos al infierno y que repetirán en nuevos encuentros del Tiramisú.
Antes de volver al tormento de escuchar a los asistentes qué historias de miedo nos tenían preparadas, Alfredo Álamo nos leyó varios poemas de El necrófago. Este autor estará en el Tiramisú que se celebrará el 24 en Madrid presentando su novela Kobold.
Instantes antes de dar por concluido el evento, algunos asistentes estuvieron contando experiencias de miedo. Miguel Aguerralde comentó que algunas experiencias que vivió en una casa son escenas que luego utilizó en su novela Claro de luna.
Juan Manuel Zurita también contó algunas anécdotas de cuando fuimos a visitar un manicomio abandonado que está en Cheste.
La Reina de la Oscuridad y Morticia Adams también se animaron a contar historias de miedo y un fantasma llamado Jimmy, que se niega a abandonar a La Reina de la Oscuridad.
La velada llegaba a su fin, pero este primer encuentro, esperamos, que sea el primero de muchos. En Valencia nos quedaremos Loving, Anika entre libros y yo al cargo de estos eventos. Esperamos que veros en las próximas presentaciones.
(Fotos tomadas de la Web de Anika entre libros, de Mr. Sadman e Ignacio Carcelén)
<3
ResponderEliminarnada más que decir
<3
Me encanta que lo hayáis pasado tan bien!!
ResponderEliminarY espero que sigáis con más encuentros de este tipo, que hacen de la literatura un mundo más grande y fantástico, dónde el universo creado viaja más allá del libro.
Un abrazo.
¡Ay, qué envidia me dáis! ^^
ResponderEliminarPero de la sana, ¿eh?
Es genial que se organicen este tipo de encuentros. A ver si un día podemos acercarnos nosotras :)
¡Besotes!
pero que guapas estabais chicas!! dabais miedo de verdad!! que pena que me lo perdiera Jooooo, que envidia! jajaja.
ResponderEliminarEspero veros este sábado a todos ^^.
Muy buena Crónica Anabel, yo quiero provar ese potingue! jajaja.
Besos guapa
¡Pero qué monísimos todooooooooos! *O* Aunque el que se ha llevado mi corazón es el zombie xD me ha matado.
ResponderEliminarParecía todo estupendo e interesantísimo, me ha encantado leerlo y sobre todo esta manera tan genial de contarlo ^^
Qué encuentro más genial :) La verdad es que este tipo de actividades entre autores y lectores motivan a conocer nuevos libros y es una iniciativa divertida!!
ResponderEliminarQué envidia me habéis dado :)
Jajaja, ¡qué divertido!
ResponderEliminarY qué pena que sea tan lejos para mi.
¡Un beso! ;D
Estuvo súper chulo ^^ Es para repetirlo, además estábais geniales disfrazadas. Yo estaba a ver si convencía a Mr. Sandman para ir disfrazados conjuntados, pero cuando le dije que tenía que ponerse maquillaje y me dijo que no ... ajajajaja
ResponderEliminar¡¡un abrazo!! :P
Genial tu crónica, guapa!!! Para las de Madrid, sabed que tenemos reuniones así todos los meses, la primera, el 24 de septiembre :)
ResponderEliminarFirmado: La reina de la oscuridad