
1— ¿Quién es Laura López Alfranca?
Un ente maligno pesado, muy pesado, que trata de escribir
cuando la vida real le deja un hueco y cuando no, también. Suelo vivir
imaginando otros mundos, otras situaciones… Vamos, estoy en la parra una buena
parte de mi día a día y cuando puedo, lo escribo para ordenar un poco mi
cabeza.
2— ¿De dónde surge esta historia de amor ambientada en Estados
Unidos de dos almas gemelas, dos espíritus libres?
Fue uno de estos años de transición del mundo editorial y
empezaban a buscar más historias con corte romántico más claro (soy de
fantasía) y al ver esto, puse morritos y dije: “Pongo a Dios por testigo que
voy a escribir una romántica”
¿Melodramática yo? Naaa, imaginaciones vuestras.
Lo curioso es que no fue la primera novela romántica que
escribí, pero las otras no habían salido tan bien como cabría esperar (aka no
las acabé o las acabé malamente). Sierra y Eric llegaron en una buena época, en
la que me obligaron a dar dos pasos hacia atrás y reflexionar a dónde quería
llegar con la escritura, sí, pero también en el cómo. Había olvidado lo mucho
que me divertía escribiendo, ansiosa por llegar a plazos, entregas, antologías…
Escoger una localización estadounidense fue por una de las
manías que tengo de que, cuando comienzo a escribir en una temática nueva en
novela, busco un punto en común con el lector que sea sencillo para dar unos
pasitos. En este caso, pues Estados Unidos… Y luego los personajes llegaron sin
saber cómo y allí se quedaron para amenizarme algunas clases y tardes.
3— ¿Cómo definiríais a tus personajes?
He tratado que fueran lo más realistas posibles y expresar sus
emociones de acuerdo a quienes eran y cómo pensaban. En muchos aspectos son
iguales, han sufrido socialmente a causa de las características de uno u otro
(machismo y racismo), lo que hacen que se fijen o interioricen determinadas
actitudes: Sierra ve a través de Leelah que ha sufrido en un matrimonio tóxico,
aunque en apariencia no lo fuera, Eric suele referirse a sí mismo en sus
narraciones como amerindio, algo que le causa mucho orgullo (su parte escocesa
no la saca a relucir casi nada, pero porque físicamente no tiene mucho en común
con su padre caucásico).
4— ¿Quién es Sierra?

Sierra es cabezona e impulsiva, en parte esto es mío, pero
también tiene una necesidad de cerrar las cosas a cualquier coste que no
comparto. Es luchadora, cariñosa, trata de aprender de sus errores y muy
familiar. Ella se siente que le falta por madurar, se vuelve a ver como una
chica de 18 años porque se da cuenta de que hay cosas que le ha faltado por
vivir.
5— ¿Quién es Eric?
Eric le parece a Sierra
en muchos puntos: familiar, cariñoso, cabezón, luchador… Claro que la vida le
ha llevado por otros lados y ha tenido que aprender a aceptarse por sus raíces
tan dispares y los problemas que ha sufrido por ello. Aunque tiene cabeza,
tiende a perderla cuando tiene a Sierra cerca.
6— En esta novela tienen
mucho peso los secundarios. Yo me quedo con Elisa y Leelah, ¿qué puedes decirnos
de ellas?
Cada miembro de la familia O’Byrne o Munroe tienen sus cosas,
lo que sí es cierto es que, por circunstancias de la historia, Lee y Elisa son
las que más peso llevan. Una porque es la niña mimada de la familia y la otra
porque comparte casa con Sierra.

Leelah es una adolescente muy inteligente que ha crecido en un
ambiente muy femenino y feminista. Ha aprendido que puede ser realmente como
quiera, lo que quiera y siempre tendrá mucho apoyo. Lo que le sorprende es
encontrarse con que quiere ser escritora y no sabe cómo. A esta inseguridad se
le junta los problemas en su instituto derivados de hacer lo correcto, por lo
que está pasando un momento muy duro y doloroso. Pero como su madre y sus tías,
es alguien luchador, valiente y alegre, dispuesto a recuperarse y ser feliz.
Aunque si se le pregunta, ella responderá que tiene una espinita clavada y es
no haber conocido a su padre, aunque Eric la cuida como uno (o como debería
haberle cuidado su único tío).
Elisa es como su hermana y su hija, pero lo que nadie sabe es
que tiene un fondo muy romántico y tiene un punto optimista que nada le pega
con su trabajo de agente de la ley, cualquiera lo diría con la cantidad de
crímenes que ha tenido que investigar. Es cabal, lógica y protege a los suyos a
toda costa, por eso le cuesta hablar del padre de Leelah.
7— ¿La relación que tiene Sierra con sus hermanas está basada
en la relación que tienes con las tuyas?
Un poco mezcla con mis hermanas y mis amigas. Me llevo muchos
años con mis hermanas (muchos más que Sierra con las suyas), por lo que algunas
situaciones de las novelas no estaban tan a mi alcance. Aunque sí he visto cómo
se relacionan entre ellas y mis amigas con sus hermanas y tras comprobar que no
era tan diferente a algunas de mis amistades, me fue fácil trasladarlo.
8—¿Quiénes son tus referentes?
Si alguien me pregunta a quién me quiero parecer de mayor, lo
tengo claro: Terry Pratchett, Neil Gaiman, Ursula Leguin y Diana Wynne-Jones.
9—¿En qué proyectos estás metida ahora?
En varios relatos para recuperar el ritmo de escritura y
empezando la novela de Elisa, además de corregir algunas cosillas. Un poco de
todo, como siempre ^_^.
10—¿Alguna manía a la hora de escribir?

Lo que me sorprende es no tenerlas todas. Me gusta escribir
cuando nada de la vida real está a la espera (trabajos, comer, dormir…) y con
música, a veces tardo más en buscar una canción que encaje en una escena que en
la escena en sí, pero si la encuentro, la cosa va muy fluida.
11—¿Cómo fue el momento de enterarte de que habías ganado el
premio?
Me quedé mirando la pantalla y le pregunté a la editora si no
se había confundido (sigo sorprendida, la verdad). Luego recuerdo quedarme sin
aliento y decírselo a mi madre y a Laura Morales, que me gritó que le debía
tartas (apostamos tartas a que no ganaba y ella a que sí).
12 —¿Qué motivos darías a los lectores para que lean Vida en
pausa?
Si os gusta el romance con un poco de todo: ternura, pasión,
humor, algunos momentos de tensión… y cuyos personajes no están solos con su
amor, sino que tienen su propia vida, sueños y más personas que les ayudan y
quieren (o que les putean), no dudéis en echarle un ojo. O dos incluso si
preferís leer con los dos.
Y si tras echárselos quieres comentar, charlar o curiosear
sobre mi vida, siempre te puedes meter en mis redes sociales (face, twitter, un
bar…).
¡Muchas gracias a Anabel por la entrevista y a ti por leerla
^_^!