Hola a todos. Hoy os traigo un tema sobre el que llevo varios días pensando a
raíz de algunos libros que he leído últimamente en Amazon que colgué en otro día en el blog Forever Young. Desde luego, esta es
una opinión muy personal.
Desde hace unos meses vengo observando en algunas publicaciones
(afortunadamente las puedo contar con los dedos de una mano) el poco cuidado
que algunos escritores autopublicados ponen en las historias de las novelas que
publican. Con esto quiero decir que hay autores que publican novelas tal y como
las han escrito, sin correcciones ortotipográficas, de estilo y sin dar un
acabado redondo a la novela. De esta manera he leído historias con algunos
hilos sin resolver, con muchas incongruencias en la trama y con que todos sus
personajes hablan de una manera muy parecida. En este sentido no sé si este
tipo de publicaciones le valdrían la pena al autor; publicar una novela en
estas condiciones podría poner fin a una carrera literaria. O si, por el
contrario, no le interesaría más trabajar todos estos inconvenientes, aunque
eso supusiera mayor trabajo y un coste añadido. Soy de la opinión que es mejor
trabajar un texto. La primera opción, a la larga, supone un mal negocio para el
autor y para el lector.
En una de mis últimas lecturas me he encontrado con una
historia que tenía mucho potencial, aunque estaba muy poco trabajada. Uno de
los puntos fuertes que podría tener esta novela era que enganchaba. El lenguaje
fresco que utilizaba la autora con la protagonista podría haber sido otro de
sus puntos fuertes, pero la historia me resultaba tan pueril, que hizo que la
trama no me resultara para nada creíble. En esta novela encontraba que la
autora se sacaba cosas de la manga para resolver ciertos conflictos sin ningún
tipo de justificación. Me cuesta entender el nivel de sus buenas críticas.
No sé si en estos casos el escritor es del todo consciente de
que una novela no sólo se sostiene por una historia que es original, también
tiene que tener un trabajo de personajes bien diferenciados, unos diálogos
elaborados y una trama que vaya resolviendo conflictos (no por arte de magia,
como un mago que saca un conejo de una chistera).
Una vez que el autor ha construido una buena trama y ha
terminado de escribir la novela, el siguiente paso sería que un lector cero
leyera la novela con ojos críticos. Alguien que sea objetivo y que no le regale
los oídos. Si pueden ser varios, mucho mejor, varios pares de ojos ven mucho
mejor que solo un par. Una visión externa siempre puede aportar mucho más a la
historia. En muy contadas ocasiones la primera versión será la buena. Por
desgracia, no todos tenemos la capacidad de un Mozart de escribir algo
brillante y perfecto a la primera, sin necesidad de rectificar…
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Sí, desgraciadamente tienes razón. Una buena historia y una manera aceptable de escribir no te asegura nada porque construir una novela es algo más, todo debe tener un sentido y una hoja de ruta bien marcada...
ResponderEliminarSí, todo debe tener un sentido. No solo es darle importancia a la historia.
EliminarUn besito :D