La canción del silencio

Hola a todos. Hoy os traigo la reseña de una novela que he tenido mis dudas durante más de cuatro meses en si hacerla o no. No es que no me haya gustado porque sí que me ha gustado, pero había ciertas cosas que me chirriaban e he intentado recabar información para no meter yo la pata. La novela es La canción del silencio, de Leara Martell y publicada por Aladena.

¿Qué estarías dispuesta a hacer si un día te despertaras en una celda y descubrieras que eres la principal sospechosa del asesinato de tu marido?

La vida de Aída Lizaro era perfecta. Un amante esposo, una casa bonita, dinero y el estatus social necesario para ser alguien en la vida. Lo tenía todo a su alcance hasta que un día despierta desmemoriada encerrada tras una pared de barrotes y con la única certeza de que ella no lo hizo, por mucho que las pruebas se empeñen en insinuar lo contrario.

Una prostituta, un enfermero y un niño serán los encargados de derribar y reconstruir la falsedad del matrimonio Delveccio. Tres testigos de una vida llena de abusos y mentiras, apariencias y dolor. Tres testimonios que se encargarán de abrir los ojos a la vergüenza y a la desesperación.

¿Qué harías para conservar tu propia vida y la de los seres que más amas si el resto del mundo te diera la espalda? ¿Cuántos golpes se pueden soportar sin gritar?

Su silencio era el arma favorita de Carlo Delveccio y eso le dio alas a Aída para volar. Amor, pasión, debilidad, sangre y una bonita canción de fondo hablando de muerte y liberación. Meses atrás, cuando la música no paraba de sonar.

En cuanto supe que a Leara le publicaban su primera novela decidí darle una oportunidad y comprármela. Me sorprendió desde un principio la madurez que tiene la autora no sólo para desarrollar una historia dura, sino también para hablar del maltrato desde otro punto de vista. También me ha gustado mucho el título.

La protagonista de esta historia es Aída Lizaro, una mujer que aparentemente lo tiene todo en su vida, y digo aparentemente porque de puertas hacia fuera parece ser una mujer feliz con un hombre que aparentemente también la quiere. Nada más lejos de la realidad, su marido la maltrata y la humilla continuamente.

Un día todo cambia con la muerte de Carlo Delveccio y la principal sospechosa es Aída. No obstante ella no recuerda nada de lo que pasó la noche en la que murió su marido, y también duda de si estuvo presente en el momento del asesinato. En defensa de Aída hay tres personajes que tratarán de ayudarla y demostrarán su inocencia: Violeta (una prostituta), Canio (un niño de unos nueve años) y Bruno (un enfermero).

Desde un principio sospeché hacia donde nos iba a llevar la autora, y no es porque yo sea muy lista, sino porque conozco de cerca el tema. Sin embargo deseché la idea enseguida por cómo se iba desarrollando la novela, y las dudas volvieron a surgir antes de que se descubriera todo el pastel.

Hasta ayer tenía muy clara cómo iba a ser mi reseña, sin embargo hoy he vuelto a informarme para no meter la pata y he tenido que replantearme otra crítica. No me importa rectificar cuando veo que no llevo razón.

En La canción del silencio no es sólo Aída la protagonista de esta historia, pues hay tres personas que entrarán en acción y que nos darán distintos puntos de vista sobre la vida tan desgraciada que ha tenido esta mujer. ¿Hasta cuánto puede soportar una mujer sin soltar un grito, sin denunciar a su maltratador, sin poder hablar con nadie de estos abusos que sufre?

Afortunadamente entra en acción Violeta, una mujer fuerte que la adora por encima de todo. También está Canio, un niño en el que podrá volcar toda su ternura, y por último tenemos a Bruno, un hombre que la respeta y la trata como se merece. Y es así como se va forjando una canción, como si fuera la partitura de una ópera bien elaborada.

También tenemos a una fiscal (Lidia Reyes) que duda de las palabras de Aída y está convencida de que es una asesina. Puede parecer en un principio odiosa y sin embargo yo encuentro que es el contrapunto a Aída, pues ésta es una mujer segura de sí misma, nada que ver con la acusada. Pero su abogado, Fran Dávalos, sacará a flote toda la verdad que esconde esta mujer de mirada frágil.

Aunque a mí no me haya sorprendido ese final, y soy consciente de que es un problema mío y no de la autora, el desenlace es francamente bueno. ¿Qué más puedo decir sobre esta buena novela? De vez en cuando viene bien leer ciertas historias que nos plantean otras realidades diferentes a la nuestra. Sólo le deseo a esta autora que su obra tenga una buena distribución y que llegue a más puntos de España. Como punto “negativo” de la novela es esa portada que no me gusta nada. Y vuelvo a repetirme, me encanta el título de la novela.

Próxima reseña: Magia Medieval