lunes, 26 de junio de 2017

Lingo


Bienvenido a Europa como nunca la has visto: a través de las peculiaridades de sus idiomas y dialectos. Gaston Dorren mezcla la lingüística y la historia cultural y nos conduce a un fascinante tour por el continente, desde el protoindoeuropeo (el antepasado común de las lenguas Europeas) hasta el ascenso del inglés, pasando por las complejidades de los plurales del galésy la pronunciación checa. Por el camino aprenderemos por qué el esperanto no prospera, cómo ha sobrevivido el idioma de Guillermo El Conquistador y por qué el finés es el idioma europeo más fácil de aprender. ¿Preparados? Sorprendente, ingeniosa y lleno de datos extraordinarios, Lingo cambiará nuestra forma de entender el lenguaje.

Está de moda el turismo diferente. Ya parece casi un signo de vulgaridad hacer un viaje normal –eso de madrugar y pasear, ver monumentos a toda prisa y volver al hotel con los pies llenos de ampollas–. Ahora, lo más demandado es el turismo de aventuras, de inmersión en el destino, de rutas desconocidas, o el de voluntariado. Por ejemplo, quedarse en una granja y ayudar a los granjeros, dormir en mitad del desierto, perderse en la selva. Pues abran bien los ojos porque les traigo una propuesta a la que es muy difícil decir que no. Preparen las maletas, y no se preocupen por el presupuesto, porque no les dolerá el bolsillo. Nos vamos lejos. ¿Adónde? Al pasado, a la esencia misma de lo que somos, a nuestra historia como comunidad. Sí, señores, hablo del idioma, de lo que nos permite comunicarnos y construir historias, lo que nos une y lo que también nos separa. Y no pongan esa cara, que no vamos a escarbar en algo tosco, duro y soporífero sino que vamos a acercarnos a un tema apasionante, curiosísimo y divertido, algo parecido a una montaña rusa. Lingo es el nombre de una de las últimas apuestas de la exquisita editorial Turner en la que Gaston Dorren consigue apasionarnos con su particular historia de las lenguas en Europa porque aquí hay invasores lingüísticos, lenguas que son una ruina y que están congeladas, palabras que están a punto de desaparecer y otras que acaban de nacer, y hasta hermanos que no se hablan o que han tomado caminos diferentes. Bienvenidos a este apasionante paisaje lingüístico.
            ¿Por qué en España hablamos como una metralleta? ¿Por qué decimos que el gallego es la madre del portugués? ¿Por qué hay un diccionario noruego-noruego? ¿Por qué el islandés no ha evolucionado nada en los últimos siglos? ¿Por qué la lengua francesa tiene esa fijación con el latín? ¿Por qué los niños del país aprender el luxemburgués y después dejan de usarlo? ¿Por qué los suecos, antes de 1967, sólo hablaban de tú a los niños? ¿Qué sabéis de polari, esa criptolengua creada por los homosexuales a principios del siglo XX para huir de la persecución policial y sobrevivir? Pues todas estas y muchas (muchísimas) preguntas más quedan resueltas en este libro, Lingo, estructurado en pequeñas historias independientes, contadas con la naturalidad del que habla una noche junto a una hoguera. Y éste es uno de los grandes aciertos –aparte de su profesionalidad– de este estudio: la cercanía del autor, su indiscutible pedagogía, su capacidad de contarlo como un cuento. Su estilo es llano, sencillo, con cierta tendencia a la ironía. Él maneja con profesionalidad la forma de dejarnos pegados a las páginas.
            A Gaston Dorren se le nota que le apasionan las lenguas –y la relación de los humanos y las sociedades con ella– y encima, es un gran comunicador porque es capaz de hacer un tema, en apariencia lejano, fácil, interesante, curioso. Esta lectura nos ayuda a conocer que las lenguas son algo vivo, que cambian y mutan, y que negarse a esta evolución es imposible y una pérdida de tiempo. El autor se erige como un guía fantástico: es capaz de contarnos las anécdotas, de señalarnos con el índice los paisajes más bonitos, de darnos un respiro y de asegurarse de que entendemos todo lo que nos cuenta. Gracias, Dorren, por este recorrido, por enseñarnos a mirar Europa con otros ojos, con otro cariño. Lingo, además, funciona en una doble dirección. Por una parte, fascinará a los interesados en el tema y por otro, creará curiosidad en los que nunca han estudiado el tema.
            Lingo es casi un libro de relatos sobre la vida de las lenguas. Rezuma pasión, está cuajado de cientos de historias: remueve, conmueve, convence y enseña. Y leyéndolo nos sentimos niños, nos sorprende, sonreímos de empatía. Gastón Dorren ha conseguido, de la mano de Turner, darnos un maravilloso paseo por la Europa desde el punto de vista lingüístico. Y qué estimulante, qué curioso, qué delicia. Y como les decía antes, ¿no hablábamos del turismo? Pues vamos a ser turistas lingüísticos. Y lo mejor es que lo vamos a disfrutar. Háganme caso y tengan en cuenta esta pequeña joyita. 

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