sábado, 4 de marzo de 2017

Corazones en el café, Rita Morrigan


SINOPSIS: Novela ganadora del VII Premio Vergara-RNR.
Tras sufrir un desafortunado percance, Lena vaga por las calles de una ciudad enorme y desconocida en el otro extremo del mundo –Buenos Aires–, mientras se pregunta en qué momento esa escapada le pareció una buena idea. Quizás después de haber recibido un vídeo en el que su prometido retozaba con la stripper que amenizó su despedida de soltero. O tal vez tras la última discusión con su madre, al anunciarle que había decidido cancelar la boda. Cuando resolvió alejarse de Madrid por un tiempo, no imaginó que se encontraría en la situación en que ahora se encuentra, sin dinero y sin saber qué hacer. Cansada, asustada y hambrienta, Lena baraja la posibilidad de darse por vencida y regresar. Cuando está a punto de rendirse, un delicioso aroma la conduce hacia un pintoresco café de barrio, atendido por un joven bastante impertinente que, al igual que todo en aquel lugar, resulta ser mucho más de lo que aparenta. Corazones en el café es una novela plena de humor y emociones, que se lee con deleite y que, como el mejor café, deja un muy buen sabor de boca.

Esta es la primera novela que leo de esta autora y estoy segura de que no será la última. Corazones en el café es una historia tierna y bella, que se va cociendo poco a poco, como lo hace un buen pan. Y es que el pan tiene mucho que ver en la trama. Lena es una mujer que viene de una familia adinerada. Está prometida con el chico perfecto a ojos de su madre, pero ella siente que su vida está vacía después de la muerte de su padre. Decide coger el primer avión que salga de Madrid y encontrarse a sí misma en Buenos Aires. La llegada a la capital argentina no podría ser más desafortunada. El taxista que la llevaba la atraca y la deja con lo poco que lleva puesto. Es el olor del pan recién hecho quien la lleva hasta un restaurante: El fin del mundo, regentado por Alejandro, un hombre que no cree en el amor.

Lena es una mujer sensible, que adora el arte. A lo largo de la novela vemos cómo va evolucionando, una protagonista que tiene claro lo que quiere desde un principio y no se dejará influenciar por una madre que está mucho pendiente del status que tiene que de la propia felicidad de su hija. Lena rompe con su pasado y lo hace con todas las consecuencias. No quiere depender de nadie, pero sobre todo quiere saber quién es en realidad. Es en El fin del mundo donde descubre que lo que significa enamorarse de alguien.

Por otra parte tenemos a Alejandro, el dueño de El fin del mundo. No cree en el amor, aunque haya visto cómo sus padres se amaban por encima de todo. Piensa que el amor no está hecho para él. Sin embargo, encuentra en Lena la horma de su zapato y trastocará todos sus esquemas. Ella pone su vida patas arriba. Ese acento argentino me ha hecho soltar algún suspiro.

Esta relación se va cociendo a fuego lento, y en algún momento puede llegar a ser desesperante para el lector porque percibe con claridad lo que sienten el uno por el otro. En este proceso hay mucha dulzura en los gestos que se van prodigando.

Los personajes secundarios, desde mi punto de vista, son entrañables. Aportan a la historia el elemento cómico, a la par que cercano. He adorado a los dos viejecitos (Bukowski y Goldestein) que son asiduos del restaurante y que de alguna manera ayudan a que Lena y Alejandro se vayan descubriendo. Me ha enternecido la relación de Alejandro con la señora Hilda, una vieja gloria del cine, una mujer que padece Alzheimer, pero también dice verdades como puños. También tenemos a Aurora, una mujer muy especial, que conectará enseguida con los personajes variopintos de El fin del mundo.

Para ir terminando, Corazones en el café es una historia sencilla, una novela que me gustado por las sensaciones que me ha transmitido. Me ha enamorado la pluma y la elegancia en la escritura de la autora. Desde el inicio de la novela he sentido cómo en esta historia se mima a los personajes, no solo los principales, sino también a los secundarios. Ay, esos secundarios, ¡qué bien me lo he pasado con ellos…! Si os gustan las novelas románticas, esta estoy segura de que os gustará. 

6 comentarios:

  1. Estoy deseando leer este libro. Descubrí a Rita con "El sueño de una bruja" y me encantó. Segura que esta novela tampoco me decepciona. Un saludo desde Las historias de Sartre

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    1. A mí me gustó mucho la novela :D Sí que tengo ganas de leer El sueño de una bruja.
      Un beso :D

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  2. Hola! Me suena de haberlo visto en algún lado y me ha llamado mucho la atención ya que este tipo de historias me suelen gustas así que apuntado queda, un beso!

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    1. Si te animas a leerlo espero que te guste la historia. Es muy tierna.
      Un beso :D

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  3. ¡Hola! me encanto ese libro. Tuve la suerte de conocer a la autora en el último RA, le pregunte si los secundarios se le habían ido de las manos, porque me gustaban tanto o mas que los protagonistas. La respuesta fue genial "Los viejecitos fueron los que inspiraron la novela".

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    1. Los dos ancianos son estupendos, la verdad. A mí me ganó el corazón también la señora Hilda :D
      Besos :D

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