¿Quién no conoce a una pareja como Jack y Grace? Él, guapo y rico; ella, encantadora y elegante. Él, un esforzado profesional de la abogacía que jamás ha perdido un caso; ella, un ama de casa intachable, excelente jardinera y cocinera, entregada al cuidado de su hermana discapacitada. Aunque llevan poco tiempo casados, lo tienen todo. Por más que uno se resista, siempre caen bien. La paz y la comodidad de su hogar, y la exquisitez de las cenas que organizan, cautivan sin remedio. Apetece intimar con Grace, pero no es fácil… Jack y Grace son inseparables. Para algunos, es amor verdadero. Otros no entienden por qué Grace nunca coge el teléfono. ¿Cómo es que no sale ni a tomar café, si no trabaja? ¿Cómo puede estar tan delgada con las delicias que cocina? ¿Cómo sale de casa sin nada en el bolso, ni un mísero bolígrafo? ¿Por qué razón los ventanales de la planta baja de su casa disponen de persianas blindadas?
Nos dicen que la belleza está en el interior,
que lo importante es invisible a los ojos y posiblemente –seguramente- sea así,
pero no podemos negar que la apariencia es, en algunos casos, fundamental. El
envoltorio determina las relaciones que establecemos, las oportunidades que los
demás nos dan. Lo terrible no siempre es
feo; lo bueno no siempre es hermoso. En este apasionante debate se sustenta
Al cerrar la puerta, el thriller que
llega a las librerías de la mano de Alianza de Novelas después de haber
arrasado en medio mundo y de acumular más de un millón de lectores. ¿La pareja
perfecta o la mentira perfecta? reza el eslogan de la historia e imaginamos la
respuesta; intuimos que las cosas no son tan maravillosas como parecen. B. A. Paris nos presenta a los guapísimos,
elegantísimos, riquísimos y amabilísimos protagonistas, Jack y Grace, un
matrimonio joven que provoca los suspiros y las envidias de todos los que lo
conocen, pero… ¿qué hay detrás de tanta perfección? ¿Cómo es posible que su
comportamiento sea siempre intachable, que su vida sea como un cuento de hadas? La respuesta
os dejará boquiabiertos, ojipláticos.
Insisto
en la idea con la que arrancaba esta reseña: esta historia funciona –vaya si lo
hace- por el valor que esta sociedad le da a las apariencias. ¿Puede algo tan bonito a los ojos ser espantoso,
escalofriante y hasta terrorífico? Por supuesto que sí. Y de ahí la
pregunta: ¿aguantaríamos más si el abusador es guapo? ¿Somos más permisivos si 'el malo' se parece a Christian Grey, el de las 50 sombras? Ustedes, seguro, que se imaginan
la respuesta. Las apariencias, muchas veces, son una trampa, una trampa mortal.
Y esto es precisamente lo que consigue la
autora: crear una atmósfera tan opresiva, tan cargada, tan asfixiante, que leer
Al cerrar la puerta es lo más
parecido a quedarse encerrado en un ascensor. No puedo contar
demasiado del argumento –gran parte de su efectividad se basa en la sorpresa-,
pero sí puedo decir que la información está muy bien dosificada, que consigue confundir al
lector, meterle dentro la sospecha: ¿por qué la protagonista está tan tensa? ¿Por qué debe hacerlo todo
bien? ¿Por qué tiembla de miedo con sólo pensar que la cena le ha podido quedar sosa? ¿Por qué el marido le revisa los bolsillos del abrigo antes de salir?
Está
esta novela muy cerca –y no estoy haciendo ningún spoiler- de un tema
especialmente sensible: la violencia de género, el abuso hacia las mujeres por
parte de los hombres. Y quizás está un poco exagerado, sí, pero nos puede
servir para identificar ciertas conductas insanas. La autora, B.A. Paris,
aborda esta relación con mucho tino, dibuja este matrimonio con una extraña
lucidez porque es capaz de contagiar algo complicadísimo: el miedo. En serio,
pocas veces uno es capaz de transmitir, de contagiar esa sensación de absoluto
terror. Yo, os lo confieso, he temblado en algunos pasajes. El estilo es
correcto, casi transparente, para dejar el protagonismo a la trama; y los
personajes están muy bien dibujados, muy correctos. Y presten atención al terrible papel de la hermana discapacitada de la protagonista.
Al cerrar la puerta es un thriller, pero bien
podría ser una historia de terror. Porque sí, da miedo, hace temblar, deja una pesada
opresión en el pecho. B.A. Paris nos mete en una historia doméstica sobre una
pareja atípica con una relación atípica para contarnos que cada familia es un mundo,
que en las casas pasan cosas con las que nos echaríamos las manos a la cabeza, que el paraíso está a un paso del infierno.
Si además de entretenernos, la literatura sirve para poner el foco en una
epidemia nacional –o internacional-, muchísimo mejor. Avisados estáis: leer
esta novela es como dejar que os encierren en un sótano oscuro sin posibilidad
de abrir desde dentro. Ya podéis empezar a gritar.
Hola! No lo conocía pero has conseguido que tenga ganas de leerlo así que me lo apunto ya que parece muy interesante ;) Un beso!
ResponderEliminarNo conocía esta novela. Y la sinopsis no me convencía pero tu opinión sí lo ha hecho. Me has dejado intrigada.
ResponderEliminarBesotes!!!