Heraldos de la oscuridad

Hola a todos. Hoy os traigo la reseña de la segunda parte de Heraldos de la luz, Heraldos de la oscuridad, cuyo autor es Víctor Conde y está publicada por Editorial Hidra.

La profecía del Metatrón, el ángel supremo, está próxima a cumplirse: provocando el fin de la humanidad, tendrá almas suficientes para vencer en su batalla final contra las fuerzas oscuras. Tanya, Mauro y Erik, los tres elegidos, serán el último destello de esperanza para evitar el desastre que se cierne a la vez sobre la Tierra y el Más Allá. Pero la cuenta atrás ha comenzado, y los furiosos ejércitos del Abismo están a punto de atravesar las puertas del Cielo...

Nuestros tres protagonistas están perdidos en diferentes lugares. Se ha roto la línea temporal del tiempo y el espacio. Mientras Erick está en el presente, Tanya ha regresado al pasado, a un momento muy concreto del antiguo testamento y Mauro está en el cielo. Sin embargo todo tiene relación. Cada cual tiene un objetivo, que no sabrán hasta casi el final de la historia.

Si en la primera entrega el autor nos muestra a los tres protagonistas de esta trilogía, en esta segunda parte la novela comienza presentándote a una nueva pieza en esta lucha entre el bien y el mal.

Ya desde un principio el autor no se anda por las ramas y se luce con una escena de acción en un avión que es pura adrenalina. Es así como conocemos a Isaac, un chico al que Erick salva de las garras de la muerte. Este hecho, que aparentemente no tiene relevancia, tendrá su importancia en la misión que está cubriendo Tanya en el antiguo testamento.

Nuestra protagonista conoce la ciudad de Sodoma, a Lot, a su mujer y todo lo que envuelve a estos personajes bíblicos. Sin embargo, el autor los pasa por su tamiz y rehace la historia que se cuenta en la biblia para ajustarla a su propia trama. Estos pasajes me han parecido muy curiosos y bien elaborados, pero en ocasiones se me han hecho pesados por la cantidad de información que daba el autor. Este es el punto negativo que le vería a la novela, además de no sacar más partido de los momentos de Mauro y Séfora.

Hay un momento en que las tramas se juntan y entonces el autor deja en el aire ese instante romántico que deseábamos desde la primera entrega. Es cierto que es algo muy secundario, pero el autor lo tiene todo tan bien atado que no te sorprende que te deje con la miel en los labios.

En esta entrega la trama está mucho más elaborada y con muchos más detalles que en la anterior novela. Los personajes son más maduros, aunque a veces me sorprendía leer los comentarios de Erick como si fuera un héroe de película.

Si bien esta es una novela juvenil sobre ángeles, el autor se aleja un poco de la moda que hay ahora en el mercado y crea su propio universo. Otro punto a favor es lo bien que escribe Víctor Conde. Ya me sorprendió en la primera novela, y en esta no ha hecho más que confirmarlo.

Por último apuntar que el final me pareció muy bueno y te deja con ganas de saber qué pasará en la siguiente entrega. Un nuevo escenario se abre para estos ángeles.

Con la colaboración de editorial Hidra

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