Tu vecina te dijo que preferiría que no llevaras a tu bebé de seis meses a la cena. No es nada personal, simplemente no soporta sus llantos. Tu marido estaba de acuerdo. Después de todo, vivís en la casa de al lado. Podíais llevaros el monitor infantil y turnaros para pasar a verlo cada media hora. Tu hija dormía cuando fuiste a comprobar por última vez. Sin embargo, en este momento, mientras subes corriendo las escaleras hasta su habitación envuelta en un absoluto silencio, confirmas que tu peor pesadilla se ha hecho realidad: ha desaparecido.
Tienen estas historias –los thrillers
domésticos- la capacidad de paralizarnos de miedo, de absoluto terror; y no hay
nada peor para unos padres –o eso me imagino- que perder a su hija por un
exceso de confianza, por un error, por querer divertirse. Ése es el terrorífico
planteamiento de La pareja de al lado,
la nueva apuesta de Suma de Letras, una historia escrita por Shari Lapena y que
nos conecta irremediablemente con Perdida, La chica del tren o La viuda. En
este caso, la historia arranca con ese momento en el que una pareja ha decidido
ir a cenar a casa de sus vecinos y deja a su bebé de seis meses solo en casa. Cuando
regresan, su hija ha desaparecido: la puerta está abierta, no hay huellas en el
jardín y nadie ha visto nada. Para colmo, los dos progenitores se han tomado un
par de copas. Y esto sólo en el primer capítulo. La autora no se anda por las
ramas y se gana al lector en las primeras diez páginas.
Mencionaba
en la primera línea los thrillers domésticos, esas historias –ahora tan de
moda- de crímenes o desapariciones que se desarrollan en el ámbito de lo
privado, donde el culpable puede ser cualquier persona de nuestro entorno, nuestro
padre, nuestro hijo, nuestro mejor amigo. De esta forma, se dinamita el único
refugio que nos queda: el hogar. Uno ya no está seguro ni en su propia casa. La pareja de al lado se nutre de esta
filosofía y consigue contagiársela al lector: no sabemos de quién fiarnos, no
sabemos quién miente, no sabemos quién puede hacer el mal porque, y atención a
este punto tan interesante, todos son infelices. Shari Lapena introduce aquí un
elemento que levanta muchas susceptibilidades: la maternidad. Y no sólo porque nos
veamos inclinados a juzgar a la protagonista como una mala madre (por dejar a
su hija sola mientras ella y su marido cenan con unos amigos) sino porque aparecen los personajes
que se arrepienten de tener hijos y también los que no se imaginan teniéndolos
y dicen que son un auténtico coñazo. Y es cierto, que todo este debate sobre la
maternidad le da a la historia una profundidad que da vértigo: como asomarse a
un acantilado.
La debilidad –o quizás la grandeza- de La pareja de al lado es que el narrador
va recapitulando continuamente. Es decir, cada diez páginas uno de los
personajes va recordando todo lo que se sabe hasta el momento. ¿Con qué motivo?
Con el de que ningún lector se pierda o se confunda. Quizás tiene miedo a que
no estemos a la altura. No se preocupen: la trama no es excesivamente
complicada y está escrito de una forma muy sencilla, muy útil. Los personajes
tienen motivaciones claras y los diálogos se sostienen, aunque lo mejor de la historia es, sin duda, un par de giros en el argumento alucinantes porque la
situación se va complicando cuando parece que ya no puede complicarse más. La trama es, a ratos, imprevisible.La pareja de al lado consigue hacer de los lectores unos títeres a merced de un narrador muy inteligente, que nos hace dudar de todo y de todos. Shari Lapena no sólo consigue armar una historia bien definida sino que nos presenta –y esto quizás sea lo mejor- unos personajes con dobleces, con ciertas imperfecciones que muchos no nos atreveríamos a reconocer en público. Es éste un curioso thriller que no sólo nos presenta las caras más grises de los seres humanos -la ambición, la maldad, el egoísmo-, sino que nos hace reflexionar sobre eso de la imagen pública. ¡Qué diferente es lo que mostramos de lo que en realidad somos!
¡Hola! Paso por encima porque es mi actual lectura. No llevo ni 100 páginas pero me tiene super intrigada todo. Aún no se ha desvelado ningún sospechoso pero la profesionalidad del inspector y su narración hace que me cuestione todo. Espero que el final me sorprenda que me has dejado intrigada con lo de la imagen pública.
ResponderEliminar¡Un besote!
Lo lei hace unas semanas y me gusto precisamente por lo que dices que la autora nos hace dudar hasta del apuntador.
ResponderEliminarSaludos
¡Hola!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado tanto ^^ Yo tengo muchísimas ganas de leer esta novela desde que leí la sinopsis, que me cautivó por completo y me dejó con muchas ganas de saber más *-* Y es que si por algo me gustan tanto este tipo de historias es porque me encanta cuando un autor transmite a la perfección esa sensación de inseguridad, incertidumbre o duda para con todo: cualquiera podría ser el culpable y no sabemos quién miente o quién dice la verdad >.< ¡Me fascina!
Espero conseguir pronto esta novela porque sé que me va a gustar muchísimo ^^
Gracias por la reseña. ¡Besos!
Un libro que tengo que leer, que veo que está gustando a todo el mundo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sería interesante leerlo aunque en mi caso, sería inevitable sentir demasiado dolor o angustia... Me explico... Soy mamá y mi peor temor o pesadilla es perder a mi hija... Varias veces he tenido sueños relacionados con eso y me cuesta reponerme... La verdad, no sé si estoy dispuesta a darle una oportunidad.
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