Hola a todos. El libro que os traigo hoy me lo pasó mi blog hermanado, Joseph B. Macgregor. Te tengo que dar otra vez más las gracias por estos detalles y por estar ahí. El libro en cuestión se trata de Kabuki, escrito por Ronald Cavaye y editado por Ediciones Satori.
Kabuki se compone de tres idiogramas: Ka (canción)-bu (arte)-ki (arte o habilidad). Fue declarado en 2005 Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. Tiene más de 400 años de historia y a lo largo de este periodo ha sufrido 5 cambios importantes. Es una tradición que pasa de padres a hijos, aunque últimamente las familias no suelen ser tan estrictas a este respecto.
La danza fue desde un principio un elemento importante en la cultura japonesa. Así, por ejemplo, los gestos de mímica, llamados furi, son también un elemento importante dentro de la danza del Kabuki, que siempre se realiza acompañado de canciones en lugar de melodía pura. Algunos objetos como abanicos, pequeñas toallas de manos, las mangas del kimono o una taza sirven a menudo a este propósito mímico.
¿Por qué resulta tan atrayente este arte? Fundamentalmente porque asistir a una de estas representaciones te transporta a una época feudal. Es un viaje en el tiempo donde podemos seguir asistiendo a modos de vida que cayeron en desuso.
El Kabuki, a día de hoy, sigue siendo un arte exclusivamente dominado por hombres. Y a esto me refiero cuando es un viaje en el tiempo. Este hecho podíamos observarlo en Europa en tiempos de Shakespeare, el teatro Isabelino, que hasta los papeles de mujeres los hacían hombres especializados. A quienes acuden por primera vez al Kabuki les parece increíble que una hermosa muchacha sea en realidad un hombre, y quizá, en muchos casos, este hombre haya pasado los 70 años. Estos actores poseen una feminidad forzada, pero refinada. Emplean el falsete y controlan los movimientos de manos y pies en gestos cortos.
En tiempos de Moliere, gracias en parte a la herencia de la Commedia dell’arte, los actores de esta compañía también estaban especializados en diversos personajes. Así pues al igual que el señor Hubert siempre hacía papeles de “señorona”, o la señora de Brie, siempre solía hacer papeles de marquesa o duquesa, en el Kabuki también existen estos actores especializados. No existe propiamente un director, sino que el actor principal se encarga que todo funcione como un perfecto engranaje, como lo ha hecho a lo largo de estos 400 años.
El Kabuki es un arte muy gestual, donde priman los detalles, la expresión, como si de una composición pictórica se tratara. Se vale para ello de maquillajes poco naturalistas, de declamaciones, movimientos exagerados, pero precisos, y vestuarios suntuosos. En ocasiones se emplean poses estáticas para subrayar momentos importantes de la obra.
Leyendo este ensayo he podido saborear en cierta manera esa poesía que impregna cada detalle de la vida cotidiana. Por ejemplo, la pasarela que conecta el escenario principal con el fondo del teatro se denomina: hanamachi (sendero de las flores). O cuando los actores terminan una función se realizan impresiones de los rostros en telas que se pueden ver colgadas de paredes para que se sequen. Estas telas, a veces se suelen vender para una causa benéfica.
Por último decir que, como actriz, he leído diversos estudios de teatro (Grotowski, Stanislavski, Artaud…), y este ensayo podría estar a la altura de estos autores. Tenía mis dudas cuando comencé a leer esta obra. Sin embargo la pasión que le pone Ronald Cavaye es contagiosa. Y desde luego, si algún día pudiera asistir a una de estas representaciones sería todo un lujo para mí.
¡Qué disfrutéis de vuestras lecturas!
¡Me he quedado con la boca abierta leyendo esto! Es tan interesante y tan fascinante...me encanta conocer todas estas cosas. Es precioso como se forma la palabra KABUKI ^^
ResponderEliminarmuá!
Quiero felicitarte también por aquí por esta gran reseña y por todas las que me has regalado hasta el momento, por tu entusiasmo, tu apoyo y tu entrega desinteresada.
ResponderEliminarBesitos
Estas entradas Da y yo las adoramos, es muy fácil encontrar en Internet a gente hablando burradas sobre cultura japonesa, libros, términos, pero tú *_*
ResponderEliminarNos encanta!!!
Bella, la lectura de este libro ha sido fascinante. Me lo he pasado muy bien.
ResponderEliminarJosehph, gracias a ti por estar siempre al otro lado.
Mientras lees, yo siempre cuento lo que leo, y la lectura de Kabuki me ha sorprendido. Es todo un arte este espectáculo.
Besitos ;)