lunes, 13 de marzo de 2017

Entrevista a Rita Morrigan


1— ¿Quién es Rita Morrigan?
Pues me considero alguien bastante común y corriente. Soy independiente y trabajadora. Desde muy pequeñita me enseñaron que las cosas se consiguen con esfuerzo, y pienso que no hay objetivo que no se alcance con trabajo, perseverancia, y uno o dos golpes de suerte. Este es mi mantra, la máxima que aplico a todo lo que hago; lo hice para licenciarme en la universidad y también luego, cuando emprendí mis primeros trabajos en investigación antropológica, los cuales fructificaron en tres publicaciones científicas. Hoy día sigo haciéndolo con un trabajo en Servicios Sociales que me mantiene en contacto con las personas, permitiéndome hacer cosas con y por ellas. Además de mi faceta como novelista, de la que disfruto enormemente porque, como he llegado a comprender, también me permite hacer cosas por la gente. Estoy convencida de que el mayor tesoro que una persona posee es su educación, y hay dos cosas que no soporto y que me rebotan bastante: la pedantería y la soberbia.
 
2— ¿De dónde surge esta historia situada en Buenos Aires?
La novela cuenta la historia de un viaje; no solo el físico de Lena a Buenos Aires, sino también uno más intimista de descubrimiento de sí misma. Me fui a Buenos Aires porque su destino tenía que quedar muy lejos, pero, en esencia, debía parecerse mucho a lo que dejaba atrás (pues también era un descubrimiento de sí misma y, en esencia, no podía ser muy distinto a lo que dejaba atrás). Me encantaban los destinos de París, Italia, Londres o Nueva York, por ponerte un ejemplo, pero creo que tenemos más en común con la capital Argentina; formada, en gran parte, por inmigrantes españoles.



3— ¿Cómo definiríais a tus personajes?
Yo creo que son dos personas que, aunque al principio pensemos que son distintos, se parecen bastante. La vida no les ha tratado por igual, por lo que sus personalidades no parecen complementarse; mientras Alex parece alguien atormentado, podríamos pensar que Lena es alguien a quien la vida se lo ha dado todo. Sin embargo, hay que adentrarse en la historia para ver por qué actúan de la forma en que lo hacen, cómo les han marcado sus experiencias y que, en realidad, son dos grandes personas deseosas de entregar su corazón a alguien que lo merezca.
 
4— ¿Quién es Lena?
Ella es una chica que, a simple vista ha tenido suerte: proviene de una familia  muy acomodada económicamente y ha tenido mucho amor, sobre todo de su padre. Pero esto no la ha convertido en una caprichosa, sino todo lo contrario; su progenitor le enseñó que todo lo que merece la pena requiere de tiempo y esfuerzo. La figura de su padre es un gran referente para ella, y por eso su pérdida marca el auténtico punto de inflexión en su vida. Al perderlo a él todo a su alrededor parece carecer de importancia, y por ello decide lanzarse al mundo para descubrirse a sí misma.

5— ¿Quién es Alejandro?
Alejandro es un camarero que no hace muchos méritos por ganarse una propina (risas). Tendremos que ir conociéndolo al mismo tiempo que Lena, aunque desde el principio veremos que él habla más con gestos que con palabras. Así mismo, también tendremos que averiguar qué es aquello que lo ha convertido en un hombre cínico y arisco. Con el tiempo, al igual que Lena, le conoceremos un poco mejor y descubriremos a alguien extremadamente sensible y brillante, de quien será difícil no enamorarse.

6— Has definido muy bien a tus personajes, pero tengo que reconocer que me han robado el corazón los dos viejos (Bukowski y Goldestein) y la señora Hilda. ¿Están basados en personas reales?
Dado mi trabajo en el departamento de Servicios Sociales de un municipio tan pequeño como el mío, tengo la enorme fortuna de trabajar con gente mayor a diario. Gracias a esto he conocido a gente maravillosa, auténticos pozos de sabiduría a los cuales tengo la enorme fortuna de llamar amigos. Los veo casi todos los días y me encanta tomarme un tiempo para escucharles. Para mí, tomarme un café a su lado es uno de los mayores placeres de la vida. Esas charlas son oro puro.
¿Nos podrías hablar un poco de ellos?
Goldstein, Bukowski, y la genial Hilda Massardi, son mi pequeño y humilde homenaje a todos estos amigos con quienes trato de conversar todas las semanas, porque para mí es absolutamente esencial compartir la visión que tienen del mundo, su dominio de la ironía y su desbordante sentido del humor; además, es gente que ha vivido mucho, y ha perdido ya mucho por el camino, esto me hace aprender una lección diaria a su lado. Algunos de ellos estuvieron en la presentación que hicimos en Xove de Corazones en el café, y no te imaginas lo mucho que aportaron con sus comentarios. ¡Les adoro! Y, debido a que son mayores, algunas veces me dan sustos, y me aterra la idea de que algún día me toque despedirlos por eso a lo que llaman «ley de vida». Luego reciclo el pensamiento angustioso y creo que soy afortunada porque soy de las pocas personas que tienen la fortuna de tener unos diez abuelos (risas). 

7— ¿Quiénes son tus referentes?
En el panorama internacional me encantan Isabel Allende y Lisa Kleypas. A nivel nacional soy muy fan de Nieves Hidalgo y Ana Iturgaiz.

8— ¿En qué proyectos estás metida ahora?
Ahora mismo estoy tratando de desarrollar un par de ideas un tanto estrafalarias que espero que, al menos una de ellas, fructifique en mi próxima novela o, como mínimo, en un relato extenso para el blog.

9— ¿Alguna manía a la hora de escribir?
Como normalmente aprovecho las noches de los días en los que no tengo que ir a la oficina para escribir, me gusta poner música en bajito (para no despertar al mundo) y tomarme algún café para mantenerme despierta. Escribo por la noche porque vivo en una aldea muy pequeña: somos unas cuarenta casitas encaramadas en lo alto de un escarpado acantilado para abrigarnos de los fríos vientos del norte, que aquí soplan todo el año. El caso es que, debido a esta circunstancia, se me hace muy difícil escribir de día porque cualquier ruido, o cualquier actividad vecinal, de las que me encanta participar, me distraen. Así que, si tengo alguna manía para escribir es hacerlo por la noche, cuando la aldea duerme, y nuestro faro proyecta su haz de luz para iluminar nuestro cielo oscuro, y quiero pensar que también mis ideas (risas).

10— ¿Cómo fue recibir esa llamada de que habías ganado el VII Premio Vergara?
Pues ¡imagínate! Una alegría inmensa. Mira, se me colocó una sonrisa enorme en la cara, y creo que no se me ha borrado aún (risas). Lo cierto es que ha sido una enorme inyección de entusiasmo para seguir trabajando. Además, como está yendo el libro también me da muchísimos ánimos; el hecho de que se agotara la primera tirada en menos de un mes me hace muy feliz porque significa que la historia está gustando, y eso es un orgullo enorme. Creo que jamás me cansaré de daros las gracias a todas las lectoras y lectores por lo bien que me tratáis siempre.

11— ¿Qué motivos darías a los lectores para que lean Corazones en el café?
Si creéis en las segundas oportunidades, si confiáis en la «buena gente», y pensáis que el amor se cocina bien a fuego lento, esta historia podría gustaros.


Desde aquí te doy las gracias por responder a mis preguntas. Te deseo mucha suerte con tus próximos proyectos.
Ha sido un auténtico placer conocerte en persona y también responder a tus preguntas. Te agradezco muchísimo el interés en mi obra y te mando a ti, y a todas tus lectoras y lectores, un fuerte abrazo. ¡Muchas gracias! 

Twitter: @ritamorrigan
Instagram: @ritamorrigan

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1 comentario:

  1. nos parece perfecto conocer nuevas autores!!!!!!los compartimos y los esperamos de vuelta. saludosbuhos.

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