viernes, 3 de octubre de 2014

Un mundo peor, Claudio Cerdán


SINOPSIS: Roberto Cusac, ex policía reciclado a detective, alcoholizado y solitario, vive obsesionado por un caso que destrozó su carrera, su matrimonio y su alma: la desaparición de su hijo de 6 años, Jaime, al que nunca encontró. Ha repasado mil veces las pistas y siempre le llevan a ninguna parte. Cuando le encargan que busque a una chica desaparecida, sus heridas parecen reabrirse, pero un halo de esperanza y la sensación difusa de que el destino le brinda una segunda oportunidad avivan de nuevo su instinto para jugar una última partida a doble o nada…


 La vida de Roberto, considerado como un buen policía, cambia de la noche a la mañana con la desaparición de su hijo Jaime. Una desaparición que no dejó ningún rastro y del que no se sabe nada a día de hoy. Roberto sospecha de un pederasta que reside en Alicante, pero no hay pruebas contra él. A partir de entonces, Roberto no levanta cabeza, es un hombre destrozado, carcomido por la culpa y se ha convertido en una sombra de lo que fue. Es alcohólico y su matrimonio está roto. A pesar de que Roberto puede parecer un personaje estereotipado en este tipo de novelas, el autor ha ido un paso más allá y ha alejado a Roberto del tópico en este tipo de novelas. Este es uno de los detalles por los que me gustan tanto las novelas de este autor.

Después de conocer la desaparición del hijo de Roberto en un prólogo desgarrador, en la actualidad hay una nueva desaparición de una chica. Roberto ya no es policía y la familia prefiere que este caso lo lleve un detective privado. Podría ser el nuevo caso para él que lo haga salir de esa espiral de autodestrucción en el que está metido. Tras muchas dudas, decide aceptar.

Un mundo peor es la tercera novela que leo de Claudio Cerdán, y en todas ellas puedo ver un estilo que lo identifica perfectamente. Sabe describir con todo lujo detalles los ambientes sórdidos de una ciudad tan turística como Alicante. También conocemos a Roberto, un hombre derrotado que no puede pasar página. El autor nos hace partícipes del miedo que siente Roberto, de la soledad al perder un hijo y de cómo todo se desmorona cuando pierdes uno de los pilares de tu vida.

Si bien esta novela es más intimista que las dos anteriores obras del autor, sigue teniendo dosis de acción y de crítica social. En este caso el autor ha creado un personaje atormentado por su pasado y ha creado una historia descarnada. Un mundo peor no es una historia amable. Si el autor ha pretendido incomodar al lector con ese ambiente enrarecido y sofocante, desde luego lo ha conseguido.

En esta novela hay guiños a sus dos anteriores novelas: El país de los ciegos y Cien años de perdón, que recomiendo sí o sí si os gusta este género. No es necesario que te hayas leído las dos anteriores para entender esta historia, pero sí que te alegrarás de reconocer a algunos personajes.

A pesar de ser una historia dura y nada cómoda para el lector, el autor ha abierto al final una ventana a la esperanza. Por mi parte no puedo más que recomendar a este autor y esta novela. Por último decir que esta novela fue finalista al premio novela negra en la segunda edición del festival de Valencia Negra.

jueves, 2 de octubre de 2014

Romantic ediciones tiene abierto el plazo para recepción de manuscritos

Romantic ediciones tiene abierta la recepción de manuscritos. En esta convocatoria tardan unos dos meses en contestar, tanto si la respuesta es positiva como negativa. 

Para más información:  info@romanticediciones.com


miércoles, 1 de octubre de 2014

Cibertormenta, de Matthew Mather


SINOPSIS Mike Mitchell es un hombre corriente, con una vida corriente, que hace todo lo posible por mantener a su familia unida, cuando de pronto se encuentra luchando solo para mantenerla con vida cuando una extraña cadena de desastres empieza a destruir el mundo que los rodea. Internet se cae.
La comunicación se desmorona. Una epidemia comienza a atacar a la población de manera embravecida.

 Me gusta El día de mañana. Y también todas las películas de tornados, olas gigantes y volcanes; las disfruto como un niño, y hasta me pongo nervioso viéndolas. Me parecen un plan estupendo para una tarde tonta de invierno. Por eso mismo, no dudé en leerme Cibertormenta, de Matthew Mather, publicado por la colección Nova (Ediciones B), y donde aparece otra de mis debilidades: Manhattan. El escenario de la novela no es otro que una gran nevada y un ataque cibernético que derrumba los pilares de internet y que sume en el caos a los millones de habitantes de la isla. Sin electricidad, sin calefacción, sin móviles y sin comida, sus habitantes se desesperan y tienen que sacar sus instintos más salvajes para mantenerse a salvo. En la nueva sociedad que nos dibuja esta historia apocalíptica sólo importa eso, sobrevivir.
A mi abuela también le gustan las catástrofes “de mentira” –las ciudades congeladas, la gente volando por culpa de los huracanes, el agua que se traga edificios enteros-, pero no entendería nada del argumento de esta novela. Ciberataque. Ciberamenaza. Ciberarma. Ciberseguridad. ¿Mande? Este panorama que tan bien ambienta Mather en estas 400 páginas la dejaría fría y con la sensación de que el futuro es demasiado complicado para ella, lo que me hace pensar que Cibertormenta es un libro para las nuevas generaciones, tan habituadas –y tan dependientes- de internet. Y aquí radica uno de los grandes aciertos de esta historia: esa espeluznante estampa sobre la libertad que nos van quitando las nuevas tecnologías. ¿Seríamos capaces ahora mismo de vivir sin ellas?
Esta novela, que desde el principio parece concebida para la gran pantalla –de hecho, 20th Century Fox ya ha mostrado interés en hacerlo- es la historia de Mike, casado y con un hijo, y de un grupo de vecinos que se encierran en su edificio mientras intentan sobrevivir a la caída de los servicios básicos. Al hambre, al frío, a las enfermedades y a los piojos se une la desinformación. Nadie sabe qué pasa y por qué nadie los rescata. Las consecuencias son previsibles: bandas armadas que roban comida, traidores que se hacen pasar por amigos, muertos que se amontonan en las calles y la pérdida de escrúpulos. Todos los personajes sospechan que es la todopoderosa China la que está detrás de esa situación de caos. Sigue funcionando el tópico de que los chinos son los malos, o al menos lo parecen. (Esto no ha sido un spoiler, ¿eh?).
 El autor está familiarizado con este tipo de historias porque sigue el esquema básico –protagonista con algunos problemas que se convierte en héroe y esas cosas-, aunque mantiene siempre un ritmo constante, sin ningún gran momento álgido. Es estilo es ligero, sencillísimo, sin grandes florituras y quizás un pelín descuidado: ¡no puedo encontrarme tres adverbios terminados en -mente en dos párrafos consecutivos! Aun así, la historia se sostiene y Mather consigue contagiar ese ambiente claustrofóbico y paranoico que sufren los protagonistas, pero lo mejor es, sin duda, esa invitación a reflexionar sobre el uso de internet y el poder –o la dictadura- de las nuevas tecnologías sobre nosotros. Como os he dicho, Cibertormenta es un plan estupendo para pasar una tarde de domingo, una de esas lecturas adictivas que te acabarás en un par de días y que te harán encogerte bajo una manta. Y encima es un placer pasear por Nueva York nevada.

PS: El autor hace referencia en varias ocasiones a la tienda de Apple Store saqueada: uno de los símbolos de la modernización caído.
PS: Las mujeres tienen en la historia un papel absolutamente secundario. Son meras acompañantes.
PS: Te gustará si te gusta la posibilidad de un futuro siniestro.