viernes, 4 de diciembre de 2015

Los surcos del azar


Una historia apasionante y olvidada sobre los españoles exiliados que liberaron París de los nazis. A través de los recuerdos de Miguel Ruiz, republicano español exiliado en Francia, Paco Roca reconstruye la historia de La Nueve, una compañía a las órdenes del capitán Dronne integrada en la segunda división blindada delgeneral Leclerc, y formada mayoritariamente por republicanos españoles. La mayoría de los hombres que componían La Nueve tenían menos de 20 años cuando en 1936 cogieron las armas por primera vez para defender la República española. Ninguno sabía entonces que los supervivientes ya no las abandonarían hasta ocho años después, y que en la noche del 24 de agosto de 1944 serían los primeros en entrar en París. Los carros de combate llevaban, en el morro, nombres sorprendentes: Madrid, Don Quichotte, Guadalajara, Ebro o Guernica. Los soldados se apellidaban Granell, Campos, Fábregas, Royo, Pujol... Ellos encabezarán el desfile de la victoria del día 26 por los Campos Elíseos. Sin embargo, no lograrán su máxima meta de ver España libre del franquismo.
 Y encima que has sido derrotado te quedas sin patria y sin hermanos, sin tus paisajes y tus olores, obligado de por vida a recordar. A recordar lo que fuiste, lo que dejaste. Eso es lo que les pasó a los miles de los republicanos españoles que perdieron la guerra contra Franco y que se vieron forzados a huir del país, a escuchar otros idiomas, a defender sus ideales con otras banderas. ¿Quién sabe lo que la vida nos tiene preparado? ¿Quién sabe adónde nos llevarán nuestras decisiones? Nadie, y nuestros bisabuelos menos. ¿Para qué llamar caminos/ a los surcos del azar? Estos versos, sacados de Proverbios y Cantares de Campos de Castilla, de Antonio Machado, da título a esta brillantísima novela gráfica sobre un grupo de españoles que lucharon contra el nazismo y que consiguieron liberar París (casi contra todo pronóstico). Paco Roca firma una historia sobre nuestra Historia, un canto a la vida y a las libertades, un recordatorio de que las cosas que nos pasan son, a veces, fruto de las casualidades, de esos surcos del azar. Astiberri ha sido la encargada de publicar esta novela gráfica.
            Consigue el autor que lo que, en principio, parece un capítulo más de esa época sangrienta de la Guerra Civil sea un soplo de aire fresco, un cuento real sobre el sufrimiento y la supervivencia, un relato concreto sobre personas concretas. La novela gráfica está estructurada tal que así: un escritor que quiere documentarse sobre esos españoles que, siendo tan jóvenes, abanderaron la lucha contra el nazismo en París viaja hasta Francia para conocer a uno de sus protagonistas, Miguel Ruiz; y entonces, él empieza a recordar. Y a partir de ahí empieza un relato apabullante, que no da respiro y que nos obliga a pensar de dónde venimos, cuál fue el dolor de esas generaciones y las consecuencias de la Guerra. Paco Roca tira de unos dibujos sencillos, pero con una capacidad comunicativa incontestable, en los que los colores tienen un peso importantísimo, y además, los acompaña de unos textos impresionantes. Los trazos justos, la palabra justa. Esta combinación (perfecta, emocionante) confirma lo que ya se han encargado de decir los críticos, que estamos ante una de las novelas gráficas más sólidas de los últimos años. Por supuesto.
            Fíjense, cuando la tengan en sus manos, en esas primeras páginas: los miles de republicanos apiñados en el puerto de Alicante queriendo salir del país porque saben que han perdido la Guerra, pero sólo unos pocos de cientos pueden montarse a bordo del único barco que ha llegado. Dejan España y confían en que sus paisanos consigan también huir. No lo harán. Ya desde aquí, el lector está entregado a ese empuje narrativo que exhibe Paco Roca, a esa honestidad a la hora de acercanos (de nuevo) a un tema tan delicado. Y en los pilares de esta novela está una profunda documentación, un exhaustivo conocimiento de esos héroes que frenaron el nazismo y que se quedaron sin fuerzas para nuevas guerras. Llega a decir el protagonista: después de liberar París, pensamos que lo siguiente sería echar a Franco de España. “Después nos dimos cuenta de que eso no pasaría”. Y ahí está la decepción, la derrota, la rendición.
            Los surcos del azar tiene fuerza, tiene pellizco y tiene pulso. No he sido nunca muy aficionado a las novelas gráficas, y por eso mi fascinación, mi absoluta admiración por el trabajo de Paco Roca, que ha armado de forma impecable una historia sobre unos jóvenes valientes. Léanla, párense en los dibujos, disfruten de los silencios y déjense contagiar por esta corriente poderosa que es la de los relatos contados con verdad, con convencimiento. Y encima, aprendan sobre la guerra y sus desgracias, sobre las heridas que no paran de sangrar. Porque a veces el arte se nutre de lo triste y uno no puede más que cerrar los ojos y suspirar.

2 comentarios:

  1. Me encantan las historias de Paco Roca y he tenido la oportunidad de leer unas pocas. Con esta no es el caso pero me encantaría leerla.

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  2. No soy de leer novela gráfica, pero estoy viendo en los blogs libros que me están tentando mucho y éste es uno de ellos.
    Besotes!!!

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