El chico de las estrellas

¿TIENES EL VALOR DE SER TÚ MISMO? PORQUE NO HAY CURA PARA DEJAR DE SER QUIEN ERES.Érase un niño que jamás vivió más de dos años seguidos en una misma casa, por lo que decidió pintar las paredes de todas sus habitaciones con estrellas. Su rechazo al colegio y una familia inusual le empujarán a emprender un viaje donde no tod o serán constelaciones y pedirle deseos a la luna. Es hora de bajar al barro, equivocarse con una princesa y terminar encontrando un príncipe…¿o no? Sus ansias de libertad, tres antídotos de supervivencia y unas botas plateadas le acompañarán por un mundo muerto donde los sueños llegan descalzos y despeinados a Ninguna Parte.

 Es curioso como en ocasiones abrir tu corazón  y los sentimientos que guardas dentro, te puede traer sorpresas inesperadas. El autor Chris Pueyo, pese a su juventud, ha hecho algo que quizás mucha gente tarda en aprender toda su vida: abrir su corazón sin reservas.

No voy a negar que estoy muy expectante ante este fenómeno donde bloggers reconocidos que van más allá, y hacen sus primeras incursiones en el mundo editorial, pero esta vez como contadores/as de historia. Quizás de cuantas  historias  he leído de personas reconocibles por las redes, esta es la que más me ha emocionado, es probable que me pillara en un momento bastante receptivo, pero me ha llegado, eso no puedo negarlo.

La primera pregunta que me lanzo mientras estoy escribiendo esta reseña es: ¿Soy yo alguien para atreverme siquiera a reseñara una vida y un corazón lleno de vivencias? No. Sinceramente no me atrevo, porque lejos de hacer un libro, está bien claro que esta historia ha sido un ejercicio de superación, una manera de soltar lastre e ir drenando todos los momentos dolorosos que este joven tuvo que vivir. A mis veinticinco años debo reconocer que es muy valiente por su parte haber contado esta historia que alterna la inocencia y la crudeza de una manera tan humilde. Quizás me equivoque puesto que no conozco al autor, pero  mientras iba leyendo página a página me daba cuenta de que este chico quería ir atesorando esos momentos felices en situaciones que difícilmente podían serlo. No puedo siquiera imaginarme las veces que se le habrá generado ese nudo en la garganta rememorando todas estas historias, y he de decir que en mi viaje en tren, que tan solo duro unas tres horas, consiguió hacer lo mismo conmigo.

No. No soy capaz de reseñar una historia que es triste y bella a la vez porque lejos de parecerte mejor o peor, es la historia de su vida.

Si algo negativo tuviera que ponerle a esta historia, es quizás una estructura demasiado arriesgada. El texto está lleno de figuras estilísticas y de recursos literarios muy reconocibles como: aforismos, paralelismos, comparaciones… tantas figuras que hacen del texto algo rico, pero que me chocado dadas las exigencias del texto. Pese a todo lo ha defendido con bastante acierto.

El chico de las estrellas es no es una historia feliz, pero tampoco es una historia triste. Es el primer tercio de un libro al que le quedan miles de páginas, y que será único, no habrá otro.

Así que si algo tengo que reseñar es tu valentía Chris, enhorabuena por mostrar lo que sientes sin temer las consecuencias, o si las temes enhorabuena por tu determinación. Se nota que pese a todo siempre buscarás un final feliz para ese chico de las estrellas.