El atentado es la historia de Amín Jaafari, reputado cirujano israelí de origen palestino, que trabaja en un hospital de Tel Aviv. Un día, un ataque suicida provoca una masacre en un restaurante atestado de personas. Amín atiende en el hospital a los supervivientes y poco después recibe la noticia de que, entre los muertos, se encuentra su mujer, y que todo apunta a que se trata de la causante del atentado. Desde ese momento Amín no parará tratando de encontrar una explicación a lo sucedido y se convertirá de repente en traidor para muchos con quienes compartía el mundo aparentemente a salvo en el que vivía.
Y
de repente, como en una rara alineación de los planetas, se produce una chispa, una revelación,
algo parecido a un atisbo de magia. Confluyen en perfecta sintonía todos los
elementos: un texto preciso, duro y contenido, unos dibujos de colores tierra y
líneas claras que casan muy bien con la historia, y una edición pulcra a cargo
de Alianza Editorial. Hablo de El atentado,
la adaptación al cómic de la fantástica novela de Yasmina Kadra –pseudónimo del
escritor argelino Mohamed Moulessehoul– que han hecho Loïc Dauvillier
(guionista) y Glen Chapronue (ilustrador), y que ahonda en el conflicto
entre Israel y Palestina desde la
novedosa perspectiva de un hombre de la calle vapuleado por la tragedia. Y
en sus páginas se palpa la desesperación, la crueldad y el intento por entender
la barbarie. El médico protagonista, un hombre con una vida aparentemente
normal y feliz, es un personaje con el que se conecta de inmediato porque su
único propósito es conocer las razones que han llevado a su mujer a inmolarse. Y lo que él no entiende es lo mismo que no entendemos nosotros; se inicia, entonces, una búsqueda dolorosa y agónica, tanto
en el cómic como en los lectores.
Pocas
veces un título dice tanto –con tan poco– de una obra. El atentado. Sí, esta novela gráfica va sobre atentados y sobre
cómo su onda expansiva no sólo mata a muchos sino que destruye poco a poco a
otros, a los que no entienden ni aceptan, a los que no quieren resignarse, a
los que se niegan a posicionarse y a ir a la guerra. Y al asistir a la
degradación física y mental del protagonista, que vuelve a su Palestina natal
para encontrarse con su familia y con líderes religiosos radicales, tenemos la sensación de estar asistiendo a
la degradación de la raza humana, por culpa de esa incapacidad de convivir,
de no asombrarse ante tanta muerte. La lectura de El atentado desgasta porque el receptor, o sea nosotros, estamos
también implicados en esa búsqueda de los porqués y vamos viviendo el mismo proceso de desesperanza que el protagonista,
metidos hasta el cuello en ese fango, en el intento por comprender el conflicto
entre palestinos e israelíes.
No
soy capaz de imaginar este texto con otras imágenes. Parecen encajar como dos
caras de la misma moneda, como dos formas de contar la misma tragedia. Los
dibujos, con grandes aciertos en la ambientación y en la búsqueda de una
personalidad propia, encierran una gran
expresividad y están más al servicio de la historia que al del lucimiento
del ilustrador. Este comic, como confluencia de dos lenguajes diferentes,
funciona, es contundente, y transmite a través de la sencillez y el color. A veces, como ésta, se comunica más (y
mejor) sin grandes artificios, sin grandes rodeos. Y además se agradece que
los autores salgan airosos de lo más complicado: ser aconfesional, no posicionarse ni ser adoctrinador, porque,
señores, hablamos de la devastación interior, del dolor y del mal que late en
los corazones y que tan bien lo resume esa alocución creada por Plauto y
recuperada por Hobbes, Homo homini lupus:
el hombre es un lobo para el hombre.
Recomiendo,
¡sí!, El atentado porque a veces las cosas terribles sólo se
pueden soportar con la belleza y con el arte. Leer requiere poner en juego corazón, leer es también un vapuleo y una experiencia
emocional. Y al llegar al final de esta novela gráfica, nos quedamos como al
principio: buscando respuestas a la crueldad, al sufrimiento, a demasiadas
muertes. Léanlo, conmuévanse, y pierdan
un poco la fe en el género humano.
¡Hola! He leído hace poco esta novela y me encantó, nos relata una historia que podría ser real y nos acerca un tema que nos queda muy lejos a los europeos. No sabía que habían hecho una adaptación en cómic, me lo apunto para echarle un vistazo, gracias! ^_^
ResponderEliminarPues la verdad es que las lecturas sobre la cultura islámica me llaman muchísimo y el hecho de que esté ilustrada también es un dato llamativo y me encantaría leerla.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola!
ResponderEliminarÚltimamente me estoy aficionando a las novelas gráficas, así que me lo llevo apuntado. Tiene buena pinta y yo creo que me pude gustar. Miraré en la biblioteca a ver si lo hay.
Un beso
Creo que este libro no es para mi asi que por el momento lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarSaludos
No he leído ningún libro basado en este conflicto. Y desde luego es toda una tentación. Buscaré tanto esta novela gráfica como el libro en el que está basado.
ResponderEliminarBesotes!!!