Opposition

El mundo ha cambiado desde la noche en que llegaron los Luxen. Katy no puede creer que Daemon haya dado la bienvenida a los de su raza, que amenazaban con destruir hasta al último humano e híbrido de la Tierra. Pero las líneas entre el bien y el mal han quedado borrosas, y el amor se ha convertido en una emoción que podría destruirla, que podría destruirlos a todos. Daemon hará lo que haga falta por salvar a aquellos que ama, aunque esto implique la traición. Para sobrevivir a la invasión deberán crear alianzas inesperadas, pero cuando se vuelva imposible distinguir entre amigos y enemigos, ambos podrían perderlo todo. La guerra ha llegado a la Tierra. Y, sea cual sea el resultado, el futuro jamás será el mismo para aquellos que sobrevivan.

 Dicen que  en la muerte de una estrella, por una milésima de segundo se puede observar la luz en todo su esplendor. Creo que esto me ha pasado con esta saga. La adicción y la evolución de los personajes ha ido tan en aumento, que no sólo los Luxen han brillado, sino que toda la saga, libro y autora han conseguido hacerlo al unísono.

               Con esta parrafada no cabe sino esperar que la opinión de este libro es positiva, y estaréis en lo cierto, pero ya no solo por un argumento bien armado y unos personajes con personalidades propias, sino por la evolución tan lógica que han ido sufriendo cada uno de ellos a lo largo de sus cinco entregas.

               La guerra es inminente. Los Luxen han invadido la tierra causando muerte y destrucción allí por donde pasan. Las cosas están muy complicadas, y las facciones no quedan  claramente  bien definidas. Daemon se quiere unir a la facción Luxen por un motivo bien claro, y Katy cada vez está más desesperada por encontrarse con su amado ser luminoso. Quizás éste ha sido el único aspecto negativo que le he visto a la saga: el fomento de la mujer desesperada por la pérdida de su macho alienígena, pero oye, que todo fuera eso.

Como definiros este final sin hacer ningún spoiler. Imaginad cañonazos, sí, ponedlo en vuestras cabecitas lectoras e imaginad cañonazos y Las Valkirias de fondo, todo muy épico ¿Verdad? Sí. Pues eso es lo que encontraréis en el final. Todo pasa a un ritmo rápido no, frenético. Los roles de los personajes hasta ahora adolescentes cambian para hacer frente a un mal mucho peor, la posible destrucción de la humanidad. Llamadme exagerado, pero con ese giro tan intenso, me ha recordado al final de Harry Potter o la  saga Los juegos del Hambre, con ese halo tan siniestro y ese constante preludio de un final inminente.

Los personajes tienen que evolucionar por obligación. Dee, Hunter,Daemon, Katy, Dawson, Archer y Luc sufrirán una metamorphosis y olvidarán algunos sus diferencias para unirse a un fin común: salvar sus vidas y las de toda la humanidad.

Como en toda guerra que se precie los amores y las pasiones se verán multiplicados por cien no, por mil, como explicároslo, es una sensación de vértigo constante.

Disculpadme si no me he explicado bien, llamadme sentimental, pero con estos finales me emociono. Hay sagas cuya luz es eterna, y desde luego Jennifer L. Armentrout ha conseguido que sus personajes lejos de ser unos meros alienígenas, brillen con una luz muy intensa, y esa luz la recordaremos para siempre, ya que como bien nos ha enseñado su autora, el amor y las buenas historias viajan a la velocidad de la luz.