sábado, 5 de abril de 2014

La mujer que no bajó del avión, Empar Fernández


SINOPSIS: La culpabilidad es algo difuso, compartido y capaz de malograr una vida.
Tras una desastrosa temporada en Roma, Álex Bernal llega de madrugada al aeropuerto de Barcelona. Cuando por fin aparece su equipaje solo otra maleta sigue girando en la gran terminal desierta. Álex, acuciado por la falta de dinero y de expectativas, se apodera de ella.
Sin pretenderlo, se convertirá en el destinatario de la historia de Sara Suárez. La culpa, las obsesiones y los remordimientos convierten la vida de Sara en una espiral de mentiras, de la que ni ella, ni sus seres más queridos saldrán indemnes.

Alex es un hombre apático y conformista. Después de una temporada en Roma, regresa a Barcelona unos días antes del día del libro. La experiencia en Roma no ha sido lo que él esperaba. Ha vuelto sin apenas dinero y sin nada de ánimo. En la misma terminal del aeropuerto, Alex encuentra que hay una maleta que sigue rodando en la misma cinta por la que ha salido la suya. Por primera en su vida, toma una decisión trascendental y se lleva la maleta. Quizás espera encontrar algo de dinero que le cambie la vida.


Y mientras espera que esa maleta resuelva de alguna manera su precaria situación, se queda a vivir en la casa de Raúl, su hermano mayor. Una vez a solas, descubre que en el interior no hay nada de valor. Sin embargo, encuentra un diario de una mujer que conoció en sus años de instituto. La maleta pertenecía a Sara, su antigua profesora de historia. Recuerda entonces a una pasajera del avión de mirada melancólica. Este diario le revela el sentimiento de culpa que Sara ha arrastrado durante parte de su vida. También descubre por qué viajó Sara a Roma y por qué no bajó del avión.

La mujer que no bajó del avión es una novela que está dentro del género negro, aunque como su autora la define cuando habla de ella: es más bien gris asfalto. Y la define así como lo haría Alex, un experto en toda la gama del Pantone. La vida para Alex se reduce a variedades cromáticas, una herencia que recibió de su padre, de cuando trabajaba en la droguería.

En la novela hay dos protagonistas bien diferenciados. Uno es Alex y el otro es Sara. Gracias al diario que encuentra Alex, va conociendo la vida de Sara, y su sentimiento de culpa que ha arrastrado desde hace años y no la ha dejado ser feliz. Gran parte de la trama se centra en la culpa de Sara y en cómo este sentimiento la ha convertido en una mujer amargada. Vamos observando la evolución que se produce en Alex a medida que va leyendo el diario. De ser un hombre apático, se va transformando en un hombre que va aprendiendo a tomar decisiones.

Ambos personajes, tanto Sara como Alex están muy bien definidos y diferenciados en la novela. También conocemos a los personajes secundarios, a Raúl, el hermano responsable de Alex, a su mujer Rosa, que está cansada de la apatía de su cuñado, a Marina, la hija de Sara, una joven que en nada se parece a ella. También conoceremos a Eloy, el hermano de Sara, una eminencia en literatura. Desde luego, Eloy es un personaje muy particular, síndrome de Asperger, que tiene una manera de ver el mundo peculiar.

El ambiente en el que se desarrolla la novela es gris asfalto, el mismo color con que la autora la define. Advertimos los estragos que ha hecho la crisis en L’Hospitalet, una zona deprimida, que ha ido perdiendo toda la actividad económica. L’Hospitalet no es más que un reflejo de que está sucediendo en España. No obstante, conforme la trama avanza, la gama cromática va cambiando. Puede que haya una esperanza dentro de un mundo tan gris.

Si hay algo que me ha gustado especialmente, es la narración de la autora. El ritmo de la novela es pausado, aunque no lento. Te mete de lleno en los sentimientos de los dos protagonistas.

Resumiendo, La mujer que no bajó del avión es una novela gris asfalto, intimista, con una manera muy peculiar de resolver un misterio. Sin duda, la recomiendo.

Con la colaboración de Versátil.

5 comentarios:

  1. Por ahora no es lo que me pide el cuerpo por lo que la dejo pasar de momento.

    Saludos

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    1. La verdad es que es una novela madura y no sé si gustaría a todo el mundo. A mí me ha gustado bastante, todo hay que decirlo.
      Besitos.

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  2. Creo que disfrutaría con esta novela. Aparte de que suele gustarme esa ambientación gris que señalas, que uno de los protagonistas tenga síndrome de Asperger hace que me interese más.
    Besotes!!!

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    1. A mí me ha gustado mucho la ambientación de la novela, pero sobre todo ese sentimiento de culpa que se percibe en Sara.
      Besitos.

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  3. Es una lectura que me apetece bastante. A ver si me hago con ella. BESOTES

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