No me llames princesa, Connie Jett

Hola a todos. Estamos en la semana de San Valentín. Hoy os traigo una novela corta para estas fechas, que se lee en una hora.

 

SINOPSIS: Katia es una mujer moderna e independiente, diseñadora de ropa infantil y una apasionada de los tacones. Su vida es perfecta hasta que tiene la mala suerte de enamorarse del hombre equivocado, su jefe, quien le hace perder la cabeza y también el trabajo.

Con la autoestima por los suelos decide tomarse un año sabático, reinventándose en una mujer dispuesta a todo, y aunque sus decisiones no serán del todo acertadas, el destino le brindará una nueva oportunidad... ¿Volverá a confiar en el amor?

Katia es una mujer a punto de cumplir los veintinueve años. Trabaja como diseñadora infantil. En la empresa está Matt, su jefe, y al que considera su novio, aunque éste tiene planes de boda con la hija del director. Matt le ha prometido más de una docena de veces que dejará a Paula por ella. E incluso Matt la convence para que deje el trabajo y así empezar una vida juntos desde cero.

Pero la cosa no sale como Katia desea. Matt no es ese príncipe que Katia ve en él y los planes de futuro se van al traste.

No me llames princesa es una novela corta (81 páginas) con una lectura muy ligera y ágil, ideal para pasar un buen rato en el sofá. Es un Chik Lit que habla de algunos problemas que tienen las mujeres sin profundizar demasiado. Es una historia por y para mujeres. Me ha gustado especialmente el lenguaje desenfadado que maneja la autora.

Katia es una apasionada de los zapatos, pero salvo esta característica, podría ser cualquier mujer de la calle. Se muestra enamorada y segura de sí misma, aunque cuando se da cuenta de cómo la utiliza Matt, su autoestima baja.

Sin embargo, Katia tiene amigas que no la dejarán de lado. La ayudarán a superar sus miedos, sus inseguridades y estarán a su lado en los peores momentos. Y aunque he empatizado en muchas ocasiones con  Katia, en otras no he entendido su manera de actuar. Esto la hace más humana, más cercana al lector. No es perfecta, y lo sabe, pero a base de equivocarse, va encontrándose a sí misma.

Katia es un personaje que está bien definido, aunque todos los demás quedan un poco planos, quizás porque la novela es muy corta. A mí no me hubiera importado que la historia fuera un poco más larga. Aun así, esto no es un punto negativo.

La historia es sencilla y no pretende más que lo que promete, entretener. Y esto hace que la novela sea encantadora. De vez en cuando apetece leer algo así de fresco. En este sentido ha cumplido mis expectativas. He pasado un buen rato y me ha gustado saborear las letras de la autora. Desde luego, seguiré leyéndola.