SINOPSIS: El Tuerto Durán sale de la cárcel tras cinco años, pero se siente viejo y acabado. Traicionado por su antigua banda, pronto vuelve a hacerse un nombre en una ciudad corrupta y hostil. La extorsión, el soborno y el tráfico de drogas son su tarjeta de visita. El Tuerto sólo entiende un idioma: la violencia. Y es todo un experto.
El dinero llega rápido, y también los problemas, con la aparición del cadáver de uno de sus camellos. Decidido a mantener su tapadera legal, El Tuerto investigará el asesinato perseguido por la policía y acosado por sus viejos compinches, viéndose sumergido en una trama de intereses que abarca desde la mafia rusa a la colombiana.Y, entre la tormenta de plomo y sangre, las calles murmuran que Magallanes, el maníaco que casi lo mata en prisión, está de vuelta por el barrio.Una novela repleta de personajes pintorescos, diálogos afilados, humor negro y crítica social. El país de los ciegos es una puñalada en el estómago, contundente y adictiva.
El país de los ciegos es la primera novela que leo de este autor, aunque después de ésta, no ha sido la última (muy pronto reseña de Cien años de perdón). Tuerto Durán acaba de salir de la cárcel y regresa a Alicante, una ciudad inundada de luz, aunque esta luz resulta artificial por todas las miserias que esconde. Alicante no ha cambiado nada en estos cinco años que El tuerto ha estado en la cárcel. Sigue conservando los mismos vicios, porque si bien es cierto que el perro cambia de collar, sigue existiendo corrupción en todos los poderes. Alicante es esa vieja puta que se deja querer.
Alicante, como ciudad de la luz, es una protagonista más de
esta novela vista a través del único ojo del Tuerto. Y es que El Tuerto no
busca la sordidez de la ciudad en los bajos fondos, en este caso el
protagonista se lo encuentra en cada rincón. Alicante es una ciudad que apesta.
Y a pesar de todo, El Tuerto es el rey en el país de los ciegos. Es capaz de
observar desde la distancia lo podrida que está la ciudad.
El Tuerto me ha recordado a los cíclopes mitológicos. Es muy
alto y posee una fuerza descomunal, aun habiendo pasado cinco años en la
cárcel. No es un héroe al uso, más bien diría que es un antihéroe porque
utiliza todas las herramientas que tiene a su alcance para sobrevivir en un mundo
que parece haberse olvidado de él. Sin embargo, él sabe muy bien cómo ordeñar
una vaca que sigue dando buena leche. Se ha criado en la calle y conoce todos
los recursos. Y como digo, Alicante es la ciudad que le permite seguir siendo
un delincuente.
Aunque El Tuerto es un cíclope que parece estar de vuelta de
todo, vemos que sigue poseyendo la capacidad de amar, y que es un caballero
andante muy atípico. Sabe quién es, en ningún momento esconde su condición de
delincuente, pero se rige por un código de honor que es inquebrantable.
En esta aventura por Alicante, El Tuerto se encuentra con una
serie de personajes, a cuál más variopinto. Quizás uno de los aciertos del
autor es ese humor que destila cuando señala los defectos de esta sociedad. Alicante
no es más que un reflejo de un país que está enfermo.
Nos encontramos con Farlopero López, Aurora, Morales, Marga,
Chino Nájar, Garrigós, Mierda de perro, los hermanos Organov, personajes que
están bien definidos y que le dan consistencia a la novela. Observamos los
ambientes en los que se mueve El Tuerto: mafia rusa, extorsión, tráfico de
drogas… Alicante es mucho más que lo que
se nos vende a través de las noticias. Sólo hace falta escarbar con la uña para
darte cuenta de lo que esconde.
Me ha gustado especialmente que el autor sitúe la acción en una ciudad reconocible, que saque las miserias y apunte como mero espectador. El lector es quien sacará sus propias conclusiones.
Por último añadir que El país de los ciegos tiene unos diálogos
ágiles, afilados y mordaces. Un humor que no gusta a todo el mundo, pero que a
mí me ha cautivado.
Cien años de perdon lo empece hace tiempo y de momento esta aparcada porque no me apetece leer en estos momentos vidas tan duras y castigadas como las de los personajes. Esta por ahora no me llama pero no la descarto.
ResponderEliminarSaludos
Sí, las novelas de Claudio son duras, no voy a negarlo. Pero me gusta su estilo y la manera que tiene de narrar. Esta es anterior y sigue siendo muy dura.
EliminarBesos.
Lo tendré en cuenta para futuras lecturas, creo que podría gustarme
ResponderEliminarEsta novela es estupenda, desde luego. Me ha gustado mucho, mucho.
EliminarBesos.
Pues no la conocía pero es una muy buena reseña ;) Muchas gracias ^^
ResponderEliminarBesos desde Andrómeda.
esta novela tiene ya un tiempo. La novela me ha gustado mucho.
EliminarBesos.
Otro libro del autor que voy a tener que apuntarme. TIene muy buena pinta.
ResponderEliminarBesotes!!!
A mí me ha gustado mucho su manera de narrar. Es dura, sí, pero también es real.
EliminarBesos.
No lo conocía, gracias por la reseña =)
ResponderEliminarBesoooooos ^^