La tierra estuvo enferma

SINOPSIS: «La Tierra estuvo enferma, de los cielos vinieron los cuitls a salvarnos. Un humano por cada alienígena; dos seres con un único propósito: sobrevivir». El juramento que NeoPangea obliga a los niños a recitar al recibir sus compañeros alienígenas, marcará para siempre sus vidas. Obligados a vivir uno a la sombra del otro. Cuando Samantha Greenwood, compañera del único ser capaz de evitar la extinción de toda una raza alienígena, debe enfrentarse a su vacío, el mundo que ella conocía comienza a derrumbarse al enfrentarse a sí misma. Revueltas, muertes en masa, traiciones… y a lo único que puede y ansía aferrarse, es aquello que la naturaleza y la sociedad le prohíbe siquiera soñar.

Samy recibe con cinco años a Tepu, un alienígena con aspecto de hurón. Tepu no es una mascota, es algo más que eso. Uno y otro están obligados a cuidarse y enseguida surge entre ellos algo más que el afecto típico entre las dos especies. Esto también tiene su punto negativo, ya que la aparta de los niños de su edad. Y es que el amor no está permitido entre ellos y Samy se encontrará con muchas dificultades para afrontar el mayor reto que la vida le podrá poner en su camino: luchar por el amor de Tepu.

Tenía ganas de leer algo de esta autora. Las primeras páginas me hicieron pensar que la historia iba más enfocada a un público más juvenil del que acostumbro a leer (esta es una cuestión a la que no le doy mucha importancia). Me gustó el prólogo y la personalidad tan fuerte de Samy.

Según me iba adentrando en la trama, me encontré con otros personajes que me gustaron, como Paul y su hermana. Y aunque Tepu también es el otro gran protagonista de esta historia no me ha llegado tanto como Samy. No es que esté mal perfilado, en absoluto, es que no me terminaba de gustar su carácter huraño, por otra parte comprensible porque es un hurón. Y creo que aquí está uno de los problemas de la historia. No he terminado de creer esta relación entre una humana y un hurón. A esto hay que añadirle que me ha faltado algo de información sobre el por qué estaban prohibidas las relaciones entre dos especies diferentes.

He tenido la sensación, mientras leía la historia, que la autora lo tenía todo muy claro en su mente, pero no ha sabido plasmar en toda su magnitud lo que esta novela podría haber dado de sí. En alguna ocasión me perdía con la narración por lo precipitada que era la acción. Y es una pena porque considero que parte de una idea muy original y que el mundo post apocalíptico que ha creado me parece muy interesante.

La parte de ciencia ficción se acopla bien a la historia romántica entre Samy y Tepu, aunque quizás esta parte es la más caótica de la novela. Quizás si se hubiera centrado más en la relación entre Samy y Tepu hubiera empatizado más con esta relación. Como lectora hubiera agradecido el rechazo y el odio que se producen con este tipo de relaciones.

Es de agradecer que la autora no se corte a la hora de eliminar personajes para hacer que la historia avance y tenga coherencia. Y es que sin ser violenta hay algunas escenas crudas.

Quería comentar algunos giros hacia el final de la trama que me parecieron muy interesantes y un gran acierto por parte de la autora. Entendí algunas cuestiones a las que no le encontré lógica mientras la leía.

En fin, La tierra estuvo enferma es una lectura agradable con una trama muy original ideal para lectores más jóvenes.

Con la colaboración de Nowevolution