Un viaje. Un silencio. Un amor.
Los secretos familiares a veces se ocultan bajo cielos lejanos.
Hamburgo, en la actualidad. La periodista alemana Stephanie
nació y creció en Nueva Zelanda, pero ha perdido todo recuerdo relacionado con
su padre y sus primeros años de vida allí. Ahora debe volver al país de su
infancia y enfrentarse a los hechos que su memoria siempre prefirió ocultar.
Pronto descubrirá la existencia de un antiguo diario de una joven maorí cuya
dramática historia ha ejercido una profunda influencia sobre los hechos del
presente. Con él, logrará cerrar la brecha entre el pasado y el futuro.
En su viaje por Nueva Zelanda, Stephanie contará con la
compañía de Weru, un carismático y atractivo maorí que la ayudará no solo a
descubrir secretos familiares escondidos durante mucho tiempo, sino también
emociones que nunca se había atrevido a sentir. Sarah Lark cuenta una historia sobre la verdad y el silencio,
sobre decisiones erróneas y correctas, sobre la confianza y el amor.
Esta es la primera novela que leo de esta autora y tengo que
decir que mis impresiones han sido buenas, no solo por la trama que cuenta,
sino por el conocimiento de la cultura neo zelandesa-maorí, así por el
colonialismo anglosajón que sufrió este país. La autora narra dos historias
paralelas, la de Stephanie y la de una joven maorí que ha de huir junto a su
pueblo cuando las tropas de su majestad la reina Victoria colonizan Nueva
Zelanda.
Stephanie, periodista de profesión, tiene la oportunidad de
viajar desde Hamburgo hasta Nueva Zelanda para investigar un asesinato que
ocurrió años atrás y que sigue sin resolverse. La revista para la que trabaja
cree que podría sacar un buen reportaje de este hecho trágico. Por otra parte,
aunque Stephanie pasó los seis primeros años de su vida en Nueva Zelanda, no
recuerda nada de aquel tiempo. Una de las investigaciones que lleva a cabo la
revista la pone en contacto con un Doctor que hace hipnosis médica. Él podría
hacerle recordar todo lo que olvidó de su niñez. Sin embargo, los recuerdos van más
allá de su niñez, la llevan hasta una mujer llamada Marama que vivió en el
siglo XIX. Una vez que Stephanie vuela hasta Nueva Zelanda, investiga los
asesinatos, pero también la vida de esa mujer que parece que está más unida a ella de lo
que hubiera pensado en un principio. Para saber de esta mujer maorí tiene la
ayuda Weru, un antiguo ayudante que tuvo su madre cuando trabajó en la universidad.
Bajo cielos lejanos
es la historia de Stephanie, pero también es la historia de Marama, dos tramas
conectadas y que poco a poco el lector irá descubriendo en qué punto encajan. Tengo
que reconocer que me pareció mucho más interesante la historia del pasado, la
de Marama, la niña que fue adoptada por una familia inglesa, que la de
Stephanie. Desde que la autora descubre a este personaje, sentí fascinación por
lo que nos tenía que contar sobre esta mujer. Si bien al principio la autora
nos muestra a una Stephanie fuerte, porque desea enfrentarse con su pasado,
advertimos que a lo largo de la trama este personaje queda un poco
descompensado por la personalidad tan fuerte de Marama. No me ha terminado de
convencer la historia de amor de Stephanie con Weru, un hombre que me ha
parecido egoísta, además de arrogante. He sentido que la ha metido con calzador. Tampoco me ha
terminado de convencer cómo trata a Rick.
Marama o Marian (el nombre que le pone la familia inglesa) es
una niña que se muestra desde bien pequeña inteligente y aguda, que ha de
amoldarse a una nueva realidad cuando es adoptada. Se cría junto a sus “hermanos”
Sassi y Leonard, pero una vez que crecen, las diferencias de clase se hacen
evidentes. Sin embargo, Leonard tiene claro que lo que siente por Marama. Esta
es, sin duda, la trama más bonita de la novela, pero también la más dramática.
Se nota que la autora se maneja muy bien la ambientación de
países exóticos, así como el contexto histórico en el que sucede esta historia.
Muchos de los hechos que se cuentan en la novela son ciertos, como las guerras
maoríes o los niños maoríes secuestrados y criados por familias pakehas o como
la ciudad de Parihaka, donde se intentó que fuera una comunidad de paz y amor. Te
Whiti, el profeta, predicó un nuevo mundo, donde creía que la paz era posible.
Resumiendo, Bajo cielos
lejanos es una novela que muestra una cultura que no conocía, una trama
interesante y unos personajes bien definidos. Si os gustan las tramas donde se
mezclan dos historias paralelas, esta es una buena opción. No será la última novela que lea de esta autora.
Me encanta Sarah, pero antes de leerme este libro me quiero poner al día con sus anteriores novelas :)
ResponderEliminarA mí también me ha gustado cómo escribe esta autora. Tendré que hacerme con otras novelas de ella.
ResponderEliminarUn besito :D