Noches de sal

Hola a todos. Hoy os traigo una novela que me ha sorprendido desde la primera hasta la última página. Se trata de Noches de sal, de David Mateo y publicada por Grupo Ajec.

Aurora, a los once años, quedó marcada por las trágicas circunstancias de la muerte de su madre en un accidente de tráfico. Desde entonces, permanece recluida en un piso de la calle de Los Nocturnos de Valencia, encadenada a viejos rostros de su niñez y a unas criaturas fantasmagóricas que nacen de su propia psicosis.

Abel, joven ilustrador que trabaja para Las Provincias y que estudia medicina en la Facultad, llega hasta ella a través de una pasión común: la literatura. El arte y la inspiración consumarán una relación atípica entre ambos. Lo que ninguno de los dos sospecha, es que esa relación traerá consecuencias terribles en un futuro lejano que afectarán a las personas que más aman.

Una novela de terror con formato de thriller dividida en dos líneas temporales. Un grupo de mujeres tendrá que hacer frente a un asesino en serie, cuya metodología criminal le ha llevado a recibir el sobrenombre de Pilatos. Una entidad que siembra el terror por las calles de una Valencia gótica que acaba convirtiéndose en un personaje más de la historia.

No sé muy bien cómo empezar esta reseña, porque son tantas las sensaciones que me ha provocado esta novela que todavía estoy flotando en una nube. Hacía mucho que no leía algo tan bueno.

Hace unos meses leí Heredero de la alquimia, y ya me gustó la manera que tiene David de escribir. Desde ese instante sabía que no sería la única novela que leería de este autor valenciano. Llevaba anunciando un tiempo esta historia y ya comentaba que era su novela más íntima y que más satisfacciones le había reportado a la hora de escribir. Y eso es lo que precisamente he sentido con cada palabra que leía de esta obra: pasión en cada frase que escribe, cuidado en cada escena que concibe y un toque muy particular que más quisiéramos muchos autores.

Ya desde un principio la escena que nos muestra el autor es un pequeño aperitivo de lo que promete en la novela y que te mantendrá en tensión durante toda la obra. Y es esa niña, Aurora, el hilo de toda esta historia.

Por una parte tenemos a la Aurora que sufre de agorafobia encerrada en un pequeño piso de la calle de los Nocturnos, en Valencia. Aurora vive durante el día obsesionada con la lectura de autores de finales del S. XVI. Pero por la noche, Aurora mantiene una lucha con una serie de fantasmas que rezan al pie de su ventana.

Abel, un joven que estudia medicina, pero dotado para el dibujo, descubre a Aurora a través de los escritos que envía a un periódico local y que finalmente tiene que ilustrarlos. Comienza así una relación en la que Aurora atrapa a Abel en una tela de araña de la que es casi imposible de escapar. Pero en esta relación que acaba de empezar, Abel y Aurora no estarán solos, pues junto al protagonista danzarán dos chicas por las que siente algo más que amistad: Lore y Patri.

Por otra parte, quince años después de estos hechos tenemos un asesino en serie que provoca el miedo en las calles de Valencia: Pilatos. El método que usa este demente es la crucifixión… Y aunque sus víctimas aparentemente no tienen nada que ver entre sí, muy pronto se sabrá qué hilo les une. Al cargo de la investigación forense está la doctora Patricia Muñoz, antigua compañera de piso de Abel.

Tenemos en esta novela dos historias bien diferenciadas. Una es un trhiller que no da descanso al lector con una investigación policíaca de por medio, y la otra es una trama romántica en su sentido más puro, que al final convergen y buscan el equilibrio en las últimas páginas. Entonces es cuando te das cuenta de la maravillosa novela que tienes entre manos. No hay nada que el autor deje en el aire.

Los personajes de esta novela están muy bien construidos y nada es lo que parece cuando te los presenta. Van evolucionando conforme se desarrolla la trama, pero si hay uno que me emocionado realmente es Patri, que con el tiempo se convertirá en Patricia. Es una mujer más fuerte de lo que aparenta, y es fiel a sus ideales hasta el final.

Me gustaría comentar también que hay un personaje muy importante que sustenta a todos los demás. En este caso hablamos de la ciudad de la Valencia más gótica, que está muy alejada de esa visión que tenemos y de ese clima mediterráneo al que nos tiene acostumbrado. El autor nos meterá por callejones sin luz en noches lluviosas, o nos llevará de la mano a zonas del puerto que no quisiéramos conocer. Después de leer Noches de sal mirarás Valencia con otros ojos y en más de una ocasión te girarás para comprobar que no hay nadie a tus espaldas. La sombre de Pilatos es muy larga.

Mientras leía la novela, y no sé si es solo mi opinión, me recordaba al mejor Ruíz Zafón de La sombra del viento, aunque en este caso me quedo de todas todas con Noches de sal. Yo sólo puedo decir: léela.

Por último, me gustaría alabar el trabajo que ha hecho Grupo Ajec en esta GRAN obra, y más después de saber los problemas económicos que ha tenido.

Próxima reseña: El rostro de la sombra