martes, 5 de julio de 2016

Los internados del miedo


Una investigación aterradora que destapa unos hechos ocultos y silenciados durante décadas: los abusos sexuales, los maltratos físicos y psíquicos, la explotación laboral y las dudosas prácticas médicas que sufrieron miles de niños en los internados religiosos y del Estado durante el franquismo y ya, en plena democracia. Un ejercicio de periodismo de primer orden, que da voz a víctimas y testimonios, y denuncia con nombres y apellidos la supuesta superioridad moral al servicio de las más bajas pasiones.

Todos tenemos en la mente escenas que encajan perfectamente con la ficción literaria o cinematográfica. Por ejemplo, piensen en uno de esos internados para huérfanos donde sus responsables no tienen compasión y obligan a los niños, por decir algo, a salir descalzos al patio en invierno, a dormir las siestas a pleno sol en agosto, a pasearse con una sábana en la cabeza si se habían hecho pipí de noche, o a comerse su propio vómito ni la comida les sentaba mal. Si fuéramos más sádicos podríamos hablar también de maestros que le pasan ortigas a los pequeños por sus partes íntimas para que no se mearan en la cama, que los castigan sin ver a sus familiares durante meses o que los mandan a la enfermería para que experimenten con ellos. Y todo esto sin hablar de los abusos sexuales o las violaciones a menores. Y lo peor de todo –lo terrible, lo espeluznante- es cuando estas escenas no pertenecen al ámbito de la ficción sino al de la vida, porque todos estos ejemplos son reales. Sí, REALES. Hoy hablamos de Los internados del miedo, un exquisito y valiente trabajo de investigación realizado por Montse Armengou y Ricard Belis y publicado por Now Books, donde se recopilan los testimonios de esos niños –ya adultos, y algunos ancianos- que pasaron su infancia en muchos de estos centros de acogida. Les aviso desde ya: este libro nada tiene que envidiarle a las historias de terror.
            Creían las altas esferas durante el Franquismo –apoyados en las teorías de Vallejo-Nágera– que el comunismo era contagioso, que la ausencia de moralidad de los rojos era hereditaria; por eso, la Dictadura se preocupó de hacerse cargo de los niños que habían nacido en estos hogares para reeducarlos, para domesticarlos, para lavarles el cerebro. Con mano dura, sin piedad. En estos centros, regentados por monjas y curas, también tenían sitio los hijos de las madres solteras, de las prostitutas y de las familias desestructuradas o sin recursos. Y así, recordamos, en la propia voz de los protagonistas, las barbaridades que se cometían allí con total impunidad. Sigo enumerando: niños sordos de por vida a causa de las bofetadas que le daban los profesores, niños sin nombre a los que se le asignaba un número, niños falsamente diagnosticados con problemas mentales para encerrarlos en manicomios, niños obligados a trabajar gratis o vendidos al mejor postor para que les ayudaran. El relato es estremecedor, y la lista de atrocidades, innumerables. 
            Desde aquí, me quito el sombrero ante el trabajo de los autores: con qué respeto tratan a las víctimas de estos abusos, como si la literatura (o el periodismo) fuera la única forma de darles a esos niños un poco de cariño. Montse Armengou y Ricard Belis escriben con el pulso firme, valiéndose de una narración clara y fluida, sin excesivas florituras: el peso de este libro está en las historias, en las confesiones. Y nada debe enturbiarlas. Los autores nos colocan frente a la tragedia sin ningún tipo de protección, y nos dejan ahí: contagiándonos de su dolor. Hacía tiempo que no leía con esta congoja en el pecho, que no tenía que cerrar el libro, sobrepasado por tanto sufrimiento, por tanta maldad –como cuando en el cine uno se tapa los ojos con las manos-, que no se me ponían los vellos de punta. Ha sido una experiencia absolutamente devastadora. Insisto en mi admiración -sin fisuras- hacia estos periodistas y hacia su trabajo, por su pulcritud, por su coraje, porque sólo así se construye una sociedad mejor
            Los internados del miedo es un tributo a la memoria, un ejercicio de justicia. Es una obra necesaria. Y en cada una de las páginas palpita el compromiso y la valentía, no sólo de los autores sino también de las víctimas que han decidido compartir su humillación. El resultado resulta estremecedor, imprescindible, un documento periodístico y de investigación vivo, todavía sangrante. Aquí radica, fíjense, el poder de la palabra escrita: el de poner el orden el pasado, el de aliviar los dolores antiguos, el de hacernos temblar al imaginar las estancias de estos niños en las casas de acogida. En estos internados del miedo. Claro que sí, léanlo y asústense de lo que son capaces de hacer los adultos, y del sufrimiento que puede soportar un niño.  

            Mis felicitaciones a los autores, a la editorial Now Books, y a los valientes que aún hoy siguen buscando justicia. ¡Y larga vida al periodismo de investigación!

5 comentarios:

  1. Un libro muy duro. Lo tendré en cuenta, pero tendré que estar bien preparada para su lectura.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola!

    Vaya... no conocía de nada este libro pero me ha impactado un montón y eso que todavía no lo he leído O.o Aunque sea una novela muy dura y real me gustaría leerla y darle una oportunidad, más que nada por conocer estos casos y alucinar un poquito con la de barbaridades que se cometían no hace mucho tiempo en nuestro país. ¡Apuntado queda!

    Gracias por la reseña. ¡Besos!

    ResponderEliminar
  3. Como una de las protagonistas de este libro y despues de saber de primera mano las atrocidades cometidas con nosotros , recomiendo que leais este libro con amor y con la cabeza fria ya que cuenta tanto dolor sufrido que duele solo imaginarlo
    Gracias a Montse Armengou y a Ricard Belis por escucharnos y ser nuestra voz

    ResponderEliminar
  4. Como victima de esas atrocidades doy gracias a Montse y Ricard por darnos voz tantos años silenciadas Eternamiente agradecida Un abrazo a tod@s mis compañeros que como yó sufrimos tantas inusticias !!!

    ResponderEliminar
  5. Todo Cierto la ficción supera la realidad,ni un perdón del NacionalCatolicoFranquista

    ResponderEliminar

¿Qué te ha parecido la entrada? Puedes dejarme tu opinión.

Avisa de los spoilers, por favor.

No se aceptan Url de ningún blog.