SINOPSIS: La oveja negra ha vuelto a casa, y sus zapatillas aún tienen
mucha mierda que pisar. Cuatro años atrás, Hanna se fugó con un hombre mayor.
Ahora regresa con el orgullo herido y la intención de retomar las riendas de su
vida. No será fácil. El rechazo de su hermano, la actitud prejuiciosa de los
lugareños, y sus propias inseguridades, le harán la vida imposible, incluso
cuando un nuevo amor llame a su puerta.
Dependerá de ella ganarse el perdón que añora y lograr
reconectar con su pasado. Por suerte, cuenta con la ayuda de Raquel, la novia
de Burke, y la mejor terapeuta del pueblo: la vaca Matilda.
Mierda en mis zapatillas
es la tercera novela que leo de esta autora, y tengo que reconocer que, desde
la leí la primera, me gustó mucho la frescura de sus historias. Además, siempre
encuentro situaciones cómicas que me hacen reír, cosa que no me ocurre siempre
porque soy muy particular con el humor. Esta sería la segunda parte de Mierda en mis tacones, cuya protagonista es Raquel, una mujer malhablada y de
armas tomar. Aunque compartan personajes ambas novelas, se pueden leer independientemente.
Hanna regresa a su pueblo después de que se marchara con un
hombre más mayor que ella y que está a punto de casarse. Su madre la recibe con
los brazos abiertos, pues tras cuatro años sin noticias de ella, no quiere recriminarle
nada. Sin embargo, Burke, su hermano mayor, está resentido por cómo se marchó.
Con lo que no contaba Hanna es que su hermano estuviera casado, que estuviera
esperando una niña y que su mujer, Raquel, se pusiera de parte de ella. Es así como
Hanna empieza a trabajar en el hotel de su cuñada, donde se reencuentra con
viejos amigos, entre ellos los gemelos Axel y Kai.
Algo a destacar en las novelas de esta autora es que las
protagonistas son chicas fuertes, chicas que no son perfectas, que se equivocan,
pero que luchan por lo que quieren. Así era Raquel, la protagonista de la
primera novela y Hanna, a quien descubrimos en esta.
Pero si hay un personaje que es un roba escenas es Pol, el
cocinero de ese hotel tan particular en el que Hanna encuentra más que una
familia. Pol pone en muchas ocasiones el punto divertido a esta novela. No me
importaría leer una historia de amor de este personaje tan entrañable.
¡Qué ilusión tan grande leer esta reseña!
ResponderEliminarGracias por leer la novela, por estas palabras tan bonitas y, por supuesto, por tu apoyo siempre. ¡Un abrazo enorme, Anabel!
Muchas gracias a ti por escribir tan bonito. Siempre he pensado que tus novelas merecen estar en grandes superficies.
EliminarBesitos :D
No había leído esta respuesta hasta ahora. Me has dejado una sonrisa tonta en la cara... GRACIAS❤❤❤
EliminarTengo muchísimas ganas de leer a Lorena :)
ResponderEliminarAy, a mí me gusta mucho. Espero que a ti también te cause buena impresión.
EliminarUn besito :D
Pues no pinta nada mal. No me importaria darle una oportunidad. Apuntado queda.
ResponderEliminarSaludos
Eso es lo que me gusta de esta autora, sin ser tramas complicadas, paso un rato estupendo :D
EliminarUn besito.
Pues sí, a veces se busca lecturas sencillas, sin más complicaciones. Me la apunto para esos momentos, que creo que la disfrutaría.
ResponderEliminarBesotes!!!
De vez en cuando me apetecen, y no por ser sencillas no son buenas. Es una novela bien contada, que eso es lo que importa.
EliminarUn besito :D