Martyrium, Vicente garrido y Nieves abarca

SINOPSIS: Los caminos de Valentina Negro y Javier Sanjuán volverán a cruzarse en la Ciudad Eterna. Cuando la magistrada Rebeca de Palacios recibe un extraño correo enviado por un desconocido, todo su mundo se tambalea: su hija Marta, una joven estudiante de arte dramático, ha sido secuestrada en Roma, y Rebeca ha de declarar inocente al hombre al que dentro de poco va a juzgar, o Marta morirá. La inspectora de la Policía Nacional Valentina Negro, amiga de la infancia de la magistrada, se ve obligada a ir a la Ciudad Eterna en una misión personal para liberar a Marta. Pero en Roma no sólo hay un secuestrador. También hay un asesino apodado El Monstruo de Roma que ha conmocionado la ciudad durante los helados carnavales. Mientras Valentina está en Roma, el criminólogo Javier Sanjuán acude también a Roma invitado por Alejandro Marforio, el millonario germano de una de las supuestas víctimas de “El Monstruo” para que ayude a capturar al asesino se forma extraoficial. Sanjuán descubrirá que El Monstruo no está solo en sus crímenes, y que parte de la respuesta se encuentra en el Vaticano.

Valentina Negro vuelve a enfrentarse a un nuevo caso, pero está vez será en Roma, la Ciudad Eterna, donde ha de resolver el secuestro de la hija de una amiga de la infancia. Además, para complicar un poco más el caso, hay un asesino suelto, que en plenos carnavales está aterrorizando a la ciudad. Por otra parte, Javier Sanjuán viaja a Roma con el propósito de resolver el asesinato de la hermana de un poderoso hombre de negocios, desaparecida meses atrás. Todo hace sospechar que puede tener similitudes con la obra del Artista, el asesino que puso en jaque a la policía de A Coruña. Los crímenes de El Monstruo de Roma se parecen mucho a los del Artista, que por otra parte, logró burlar la seguridad del hospital en el que encontraba. ¿Puede que se trate de un imitador o es el mismo Artista el que admite imitadores?

Si os soy sincera, hasta hace poco más de un año y medio no leía nada de género negro, más que nada porque no me atraía, y sin embargo, en estos momentos, suelo buscar estas novelas porque me apasionan, como es el caso de esta historia.

Martyrium es la segunda entrega de Crímenes exquisitos, una novela que me ha resultado apasionante que y engancha tanto como la primera parte, aunque no es necesario leerse la anterior para seguir esta historia. Aquí volvemos a encontrarnos con una trama principal, la que lleva Valentina Negro, y varias subtramas bien elaboradas que tienen que ver con la trama de la inspectora.

Como en la primera parte, los personajes siguen pareciéndome bien elaborados y sostienen muy bien la trama, una historia que se complica por momentos. Los capítulos siguen siendo cortos y la acción es trepidante, algo difícil de mantener en una novela de más que 500 páginas. Bien es cierto que podría haber dado para 300 páginas más porque la acción daba para ello. También es verdad que este relato es algo más sencillo que la primera entrega, pero sigue funcionando muy bien el tándem Valentina Negro-Javier Sanjuán en la resolución de las tramas. Así mismo, la relación que dejaron a medias en la primera entrega, sigue pendiente. Ni Valentina ni Javier han podido olvidar lo que vivieron meses atrás en A Coruña, mientras trataban de coger al asesino de Lidia Naveria.

Como en la primera entrega, se nota que ambos autores dominan el género y saben de lo que escriben. En este sentido alabo la labor de documentación para elaborar estas tramas tan vertiginosas y tan poco predecibles.

Tanto en esta novela como en la anterior, los crímenes te siguen poniendo los pelos de punta y las escenas de sexo son explícitas, un detalle que me gusta de los autores. Hay torturas, perversión y violencia extrema. No me ha sorprendido tanto como la primera por lo novedoso que me resultó la narración, aunque sí que es cierto que me ha dejado muy buen sabor de boca.

En definitiva, la trilogía de estos dos autores sigue funcionando bien y que los crímenes siguen siendo tan “exquisitos” como en la primera parte. Estas novelas no tienen nada que envidiar a la de los autores extranjeros. También dejo caer que podría funcionar como serie de televisión. A ver si algún productor se anima a hacer series de este tipo. A mí me encantaría verla en la pequeña pantalla.