Mar Zheirman, una joven escultora y galerista menorquina, recibe una inesperada llamada del módulo de Custodia penitenciaria del hospital donde su expareja, Álvaro Berni, está en coma tras una agresión en la cárcel. Hacía tiempo que no sabía nada de él, después de que desapareciese diez años antes, dejando una lavadora puesta y un disco de Tom Waits. El pasado de Mar vuelve a aflorar poco complaciente. Son recuerdos de una convivencia imposible, de noches de alcohol y drogas, del dolor causado por el abandono y de los años de incertidumbre dedicada al cuidado de Mateo, el hijo de Álvaro, un niño distante y extraño, al que se vio obligada a criar asumiendo una maternidad impuesta y no deseada." El sol de las contradicciones" recrea con sumo detalle y fidelidad el mundo del arte, los ambientes nocturnos del Madrid y la Barcelona de los años noventa.
Y de
repente, un día, al salir de casa, te engulle el pasado y nada vuelve a ser
igual. Aquello que creíste lejano y ajeno, regresa a ti y te
obliga a recomponer tu vida, tus sentimientos, tus planes de futuro. Un
verdadero desastre, un tsunami emocional. Nadie está preparado para enfrentarse
a lo que creía superado. El pasado
siempre vuelve. Algo así es lo que nos recuerda Eva Losada Casanova en El sol de las contradicciones, una
novela publicada por Alianza Editorial y merecedora del último premio Unicaja
Fernando Quiñones, donde narra la historia de una escultora de mediana edad que
recibe una llamada de la prisión donde cumple condena su ex pareja, de la que no
tiene noticias desde hace una década, cuando desapareció sin decir nada,
dejándole un hijo (de él) y un montón de dudas. Le informan de que está en coma
tras haber recibido una paliza. Y es en ese momento cuando se abren de par en
par las puertas de su pasado, cuando nada vuelve a ser lo mismo.
Esta
llamada que recibe Mar, la protagonista, es la excusa perfecta para mirar atrás
y analizar su pasado. La noticia de la agresión de su ex pareja le sirve para
revivir todo el dolor y para enfrentarse a un presente que, de repente, deja de
tener sentido. En esta historia, donde lo único que se persigue es la esperanza
de redimirse, de volver a encontrar la paz, se ahonda en los conceptos de amor
y desamor, de abandono y felicidad, de la identidad y el rencor, de cuánto ayer
hay en el hoy. Y Eva Losada Casanova lo envuelve todo en un escenario
estimulante, el de los años 90, y lo centra en el mundo del arte, donde todo es
creación, todo rezuma pasión. “El arte es rabia, es serenidad, melancolía o
violencia”. Como todo en esta historia desasosegante.
La
autora mantiene el pulso de la historia a través de una narración equilibrada y
de un estilo sobrio y concreto, casi contenido, bien trabajado. La prosa
facilita la lectura, le deja todo el protagonismo a la devastación que sufren
los que se enamoran y pierden, los que se ven obligados a recomponer su vida
una y otra vez, a empezar desde cero. La trama avanza a buen ritmo, es ágil. Y
es cierto que El sol de las
contradicciones tiene una pátina de pesimismo, de cansancio, que le viene
muy bien al desarrollo de la protagonista. La historia se va moviendo entre el
presente y el pasado, porque el hoy es siempre un cúmulo de las decisiones del
ayer.
El sol de
contradicciones nos enseña que el
pasado siempre llama dos veces, que vuelve cada vez que le apetece para
desestabilizarnos, y nos recuerda que es imposible empezar de cero. Bienvenidos
a esta nostálgica historia sobre la soledad femenina, sobre el vacío del
abandono, sobre ese momento en el que lo único que queremos es un poco de
comprensión. Esta novela tiene las emociones a flor de piel y avanza con un
objetivo claro: el de redimir a la protagonista. Esta búsqueda de la serenidad
sirve también para retratar a una generación, la de los ochenta y los noventa,
vapuleada por los excesos, muy extremista, muy pasional. Quizás demasiado.
Porque todo, absolutamente todo, tiene un coste.
¡Quiero leerla! Me parece muy interesante, aunque el tema no sea muy novedoso, lo que mencionas en tu reseña me hace querer leerla. De hecho, va para mi wishlist.
ResponderEliminarMe encanta que sea un escenario de los 90's, pues siempre esa década está rodeada de nostalgia por lo que fue y no volverá a ser. Creo que me va a gustar mucho. [No sé si la hayan traído a Colombia :(].