1— ¿Quién es
Rita Morrigan?
Pues me
considero alguien bastante común y corriente. Soy independiente y trabajadora.
Desde muy pequeñita me enseñaron que las cosas se consiguen con esfuerzo, y
pienso que no hay objetivo que no se alcance con trabajo, perseverancia, y uno
o dos golpes de suerte. Este es mi mantra, la máxima que aplico a todo
lo que hago; lo hice para licenciarme en la universidad y también luego, cuando
emprendí mis primeros trabajos en investigación antropológica, los cuales
fructificaron en tres publicaciones científicas. Hoy día sigo haciéndolo con un
trabajo en Servicios Sociales que me mantiene en contacto con las personas,
permitiéndome hacer cosas con y por ellas. Además de mi faceta como novelista,
de la que disfruto enormemente porque, como he llegado a comprender, también me
permite hacer cosas por la gente. Estoy convencida de que el mayor tesoro que
una persona posee es su educación, y hay dos cosas que no soporto y que me
rebotan bastante: la pedantería y la soberbia.
2— ¿De dónde
surge esta historia situada en Buenos Aires?
La novela
cuenta la historia de un viaje; no solo el físico de Lena a Buenos Aires, sino
también uno más intimista de descubrimiento de sí misma. Me fui a Buenos Aires
porque su destino tenía que quedar muy lejos, pero, en esencia, debía parecerse
mucho a lo que dejaba atrás (pues también era un descubrimiento de sí misma y,
en esencia, no podía ser muy distinto a lo que dejaba atrás). Me encantaban los
destinos de París, Italia, Londres o Nueva York, por ponerte un ejemplo, pero
creo que tenemos más en común con la capital Argentina; formada, en gran parte,
por inmigrantes españoles.
3— ¿Cómo
definiríais a tus personajes?
Yo creo que
son dos personas que, aunque al principio pensemos que son distintos, se
parecen bastante. La vida no les ha tratado por igual, por lo que sus
personalidades no parecen complementarse; mientras Alex parece alguien
atormentado, podríamos pensar que Lena es alguien a quien la vida se lo ha dado
todo. Sin embargo, hay que adentrarse en la historia para ver por qué actúan de
la forma en que lo hacen, cómo les han marcado sus experiencias y que, en
realidad, son dos grandes personas deseosas de entregar su corazón a alguien
que lo merezca.
4— ¿Quién es
Lena?
Ella es una
chica que, a simple vista ha tenido suerte: proviene de una familia muy acomodada económicamente y ha tenido
mucho amor, sobre todo de su padre. Pero esto no la ha convertido en una
caprichosa, sino todo lo contrario; su progenitor le enseñó que todo lo que
merece la pena requiere de tiempo y esfuerzo. La figura de su padre es un gran
referente para ella, y por eso su pérdida marca el auténtico punto de inflexión
en su vida. Al perderlo a él todo a su alrededor parece carecer de importancia,
y por ello decide lanzarse al mundo para descubrirse a sí misma.
5— ¿Quién es
Alejandro?
Alejandro es
un camarero que no hace muchos méritos por ganarse una propina (risas).
Tendremos que ir conociéndolo al mismo tiempo que Lena, aunque desde el principio
veremos que él habla más con gestos que con palabras. Así mismo, también
tendremos que averiguar qué es aquello que lo ha convertido en un hombre cínico
y arisco. Con el tiempo, al igual que Lena, le conoceremos un poco mejor y
descubriremos a alguien extremadamente sensible y brillante, de quien será
difícil no enamorarse.
6— Has definido muy bien a tus personajes, pero tengo que
reconocer que me han robado el corazón los dos viejos (Bukowski y Goldestein) y
la señora Hilda. ¿Están basados en personas reales?
Dado mi
trabajo en el departamento de Servicios Sociales de un municipio tan pequeño
como el mío, tengo la enorme fortuna de trabajar con gente mayor a diario.
Gracias a esto he conocido a gente maravillosa, auténticos pozos de sabiduría a
los cuales tengo la enorme fortuna de llamar amigos. Los veo casi todos los
días y me encanta tomarme un tiempo para escucharles. Para mí, tomarme un café
a su lado es uno de los mayores placeres de la vida. Esas charlas son oro puro.
Goldstein,
Bukowski, y la genial Hilda Massardi, son mi pequeño y humilde homenaje a todos
estos amigos con quienes trato de conversar todas las semanas, porque para mí
es absolutamente esencial compartir la visión que tienen del mundo, su dominio
de la ironía y su desbordante sentido del humor; además, es gente que ha vivido
mucho, y ha perdido ya mucho por el camino, esto me hace aprender una lección
diaria a su lado. Algunos de ellos estuvieron en la presentación que hicimos en
Xove de Corazones en el café, y no te
imaginas lo mucho que aportaron con sus comentarios. ¡Les adoro! Y, debido a
que son mayores, algunas veces me dan sustos, y me aterra la idea de que algún
día me toque despedirlos por eso a lo que llaman «ley de vida». Luego reciclo
el pensamiento angustioso y creo que soy afortunada porque soy de las pocas
personas que tienen la fortuna de tener unos diez abuelos (risas).
7— ¿Quiénes
son tus referentes?
En el
panorama internacional me encantan Isabel Allende y Lisa Kleypas. A nivel
nacional soy muy fan de Nieves Hidalgo y Ana Iturgaiz.
8— ¿En qué proyectos estás metida ahora?
Ahora mismo
estoy tratando de desarrollar un par de ideas un tanto estrafalarias que espero
que, al menos una de ellas, fructifique en mi próxima novela o, como mínimo, en
un relato extenso para el blog.
9— ¿Alguna manía a la hora de escribir?
Como
normalmente aprovecho las noches de los días en los que no tengo que ir a la
oficina para escribir, me gusta poner música en bajito (para no despertar al mundo)
y tomarme algún café para mantenerme despierta. Escribo por la noche porque
vivo en una aldea muy pequeña: somos unas cuarenta casitas encaramadas en lo
alto de un escarpado acantilado para abrigarnos de los fríos vientos del norte,
que aquí soplan todo el año. El caso es que, debido a esta circunstancia, se me
hace muy difícil escribir de día porque cualquier ruido, o cualquier actividad
vecinal, de las que me encanta participar, me distraen. Así que, si tengo
alguna manía para escribir es hacerlo por la noche, cuando la aldea duerme, y
nuestro faro proyecta su haz de luz para iluminar nuestro cielo oscuro, y
quiero pensar que también mis ideas (risas).
10— ¿Cómo fue recibir esa llamada de que habías ganado el VII
Premio Vergara?
Pues
¡imagínate! Una alegría inmensa. Mira, se me colocó una sonrisa enorme en la
cara, y creo que no se me ha borrado aún (risas). Lo cierto es que ha sido una
enorme inyección de entusiasmo para seguir trabajando. Además, como está yendo
el libro también me da muchísimos ánimos; el hecho de que se agotara la primera
tirada en menos de un mes me hace muy feliz porque significa que la historia
está gustando, y eso es un orgullo enorme. Creo que jamás me cansaré de daros
las gracias a todas las lectoras y lectores por lo bien que me tratáis siempre.
11— ¿Qué motivos darías a los lectores para que lean Corazones en
el café?
Si creéis en
las segundas oportunidades, si confiáis en la «buena gente», y pensáis que el
amor se cocina bien a fuego lento, esta historia podría gustaros.
Desde aquí te
doy las gracias por responder a mis preguntas. Te deseo mucha suerte con tus
próximos proyectos.
Ha sido un
auténtico placer conocerte en persona y también responder a tus preguntas. Te
agradezco muchísimo el interés en mi obra y te mando a ti, y a todas tus
lectoras y lectores, un fuerte abrazo. ¡Muchas gracias!
Twitter:
@ritamorrigan
Instagram:
@ritamorrigan
Podréis
encontrar todos mis libros en vuestras librerías, además de en:
nos parece perfecto conocer nuevas autores!!!!!!los compartimos y los esperamos de vuelta. saludosbuhos.
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