Políticamente incorrecto, sórdido y bello. Así es como podría definir Cordero carnívoro de Agustín Gómez Arcos. Todavía, tras haber terminado esta obra, no encuentro palabras suficientemente fieles para explicar con exactitud lo que esta novela te remueve por dentro.El cordero carnívoro narra, de un modo intenso y provocativo, la vida de un muchacho desde su nacimiento hasta que cumple 25 años. Partiendo de la extraña relación entre el protagonista y los seres que lo rodean, Gómez Arcos desvela, de manera descarnada, los traumas causados por la guerra civil en una familia de la burguesía andaluza. Profundas reflexiones sobre las relaciones humanas, la muerte, la homosexualidad, la libertad, la dictadura, la religión, conforman esta novela de amor y de odio, magistralmente escrita pero políticamente incorrecta.
El retrato de la España de la
posguerra corre a cargo de una familia
de la alta burguesía Andaluza. Tenemos
pocos personajes principales, pero sin duda uno de ellos es Carlos, hijo y
trasunto del patriarca del la familia Carlos, y preferido de Matilde, su madre.
Después tenemos a Ignacio, el hijo pequeño, despojo y desecho familiar que tras
no poder permanecer en el vientre de su madre, es arrancado de él permaneciendo
dieciséis días ciego en la más absoluta oscuridad.
La relación de los dos hermanos
se irá haciendo con el paso del tiempo más estrecha, tan primaria y carnal que
en ocasiones en el transcurso de la lectura me he hasta ruborizado. No voy a
negaros que esa carnalidad se torna
durante toda la historia en sexo. Un tándem entre religión, familia, amor y obsesión
que se va haciendo a cada página más y más complicado.
Esas comparaciones, esa dualidad
entre la religión y el sexo ese cuerpo de Cristo en la primera comunión, unido
a ese sexo me han turbado a la vez que excitado. Entiéndase bien la frase,
imaginad que hacéis de algo tan puro y tan políticamente correcto, algo sórdido
y bajo en una época donde España tenía
una moralidad muy acentuada.
Muchos de los personajes podría
definirlos como claustrofóbicos, una madre que reniega de su hijo, un hermano
que juega entre la delgada línea de lo moral e inmoral, una sociedad doble donde lo que no está permitido para los
homosexuales, bien está permitido de puertas para dentro entre un hombre y una
mujer.
En definitiva una sociedad de
rosarios y misas diarias donde todo lo que no se veía, era bien visto a ojos de
Dios, menos la inmoralidad de amar o desear a alguien de tu mismo sexo.
Pues bien, el autor con esta obra
nos quiere retar, quiere que abramos los ojos y nos ruboricemos, que veamos lo
bajo y lo deseable que puede ser lo prohibido, que no debería ser tan
prohibido.
El cordero carnívoro habla del
deseo en una España donde todo pasaba por el altísimo, eso sí, si no se
enteraba y si al día siguiente te confesabas, todo estaba permitido.
Una verdadera obra de arte
señores, y desde luego una reivindicación en estado puro.
No es mucho de mi estilo, la verdad. Pero no está mal del todo.
ResponderEliminarBesos
Pues no me habría fijado en este libro, pero ahora me has dejado con mucha curiosidad. Anotado queda.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es la biblia de la hipocresia...
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