Y despiertas

El camino hacia la madurez supone despertar, abrir los ojos sin dejar atrás la imaginación, los sueños y los objetivos.

Ya os he dicho muchas veces mi predilección por los álbumes ilustrados y no pude dejar pasar la ocasión de comprármelo en la feria del libro. Como ya sabéis en muchas ocasiones estas obras no sólo van destinadas a un público infantil, sino que muchas veces la pretensión es otra muy distinta.

Basándose en cuentos clásicos como: Caperucita Roja, Alicia en el país de las Maravillas Nina da Lua y Joanna Santamans   nos presentan a una Alicia más actual y de nombre Rosabella, en esta aventura de madurez la protagonista se encontrará con varios  personajes como: un cuervo, una lechuza, una carpa, un dragón y un ciervo. Cada uno de estos personajes irá mostrando a Rosabella las claves de un secreto que debe aprender y ese secreto no se sabrá hasta el final del libro.

Personalmente creo que el concepto que plantean esta autora e ilustradora es interesante. Hay momentos y frases muy acertadas que mostrarán a su protagonista  que en ocasiones para crecer hay que dejar cosas importantes atrás y que quizás no eran tan importantes. El problema radica en que en el texto dan una excesiva importancia a  presentar y contextualizar a los personajes, y menos importancia al mensaje que pretenden dar. Cuando he llegado al ecuador de este álbum  me he dado cuenta de que el mensaje que se pretendía dar queda más como un titular que como un tema a desarrollar, creo que hubiera dado mucho juego que se hubieran extendido mucho más en los diálogos y que hubiéramos visto como la joven Rosabella aprendía en su mundo de imaginación.

Con respecto  a la edición e ilustración sólo puedo decir que enamora a primera vista. Con una cubierta clásica pero rugosa y unas ilustraciones en tonos pastel y en acuarelas. Cuando veáis este libro es posible que encontréis cierto parecido con el estilo  de  Paula Bonet, pero personalmente considero que éste hace un tratamiento del dibujo y los colores mucho más detallista y arriesgado. De hecho ese es el gran atractivo de esta obra,

La enseñanza que deja este libro es bien clara: en ocasiones para madurar hay que despertar, abrir los ojos y ver las cosas desde distintas perspectivas, aprender de las experiencias que nos da la vida y sobre todo tener los ojos bien abiertos, ya que una vez empiezas a aprender empieza un nuevo despertar.