martes, 24 de febrero de 2015

Constable & Toop


Londres, 1884. Los fantasmas están desapareciendo: una misteriosa plaga se extiende por las casas encantadas de la ciudad y amenaza con romper el equilibrio entre los dos mundos. Un despistado investigador del más allá, Lapsewood, y un intrépido fantasma rebelde, Tanner; el chico de la funeraria Constable & Toop, que cuenta con un don especial, y una joven aspirante a periodista dispuesta a arriesgarlo todo; vivos y muertos luchan contra la Purga Negra en esta extraordinaria novela de misterio, crímenes, exorcismos y aventuras, escrita por el ganador de un Blue Peter Book Award.
 Es la primera vez en mi vida que un fantasma me recomienda un libro. Y no porque yo tenga poderes especiales para comunicarme con el más allá –ya me gustaría a mí–, sino porque, en una fantástica estrategia de marketing, son los espíritus de grandísimos escritores como Arthur Conan Doyle, Oscar Wilde y Mary Shelley los que se deshacen en elogios hacia Constable & Toop, el libro para mayores de 14 años escrito por el británico Gareth P. Jones y recién publicado por Anaya. «Ojalá hubiera escrito yo este libro», escribe el fantasma de Charles Dickens; «Lo recomiendo, tanto a los lectores vivos como a los muertos», dice el del Dr. Johnson. Y no seré yo el que contradiga a estos autores, así que voy a empezar fuerte para deciros que esta novela juvenil se cuela directamente en mi lista de las mejores lecturas de 2015, y las razones son variadas: una prosa que brilla, una trama perfecta en cuanto a la estructura y el ritmo, y un humor delicioso, desternillante, con un toque macabro. Como veis, aún sigo fascinado con Constable & Toop.
            Por contaros sólo algunas curiosidades de este maravilloso universo, los fantasmas tienen que acatar la Normativa de Apariciones en Espacios Públicos (en la que se detalla dónde y cuándo pueden hacerse visibles para los humanos) y Jane Austen ha escrito un libro de forma póstuma –yo quiero leerlo–; aprendemos también que los espíritus no pueden ruborizarse, que hay perros-fantasmas y que es el Ministerio de Vivienda el que se encarga de llevar la cuenta de las casas encantadas en el mundo de los vivos. Y aquí surge el problema: las casas encantadas se están quedando sin espíritus por culpa de una misteriosa epidemia. Así que Sam, un niño que trabaja en una funeraria y que puede ver a los muertos con el ojo derecho, será una pieza fundamental para poner fin esta purga y restaurar el equilibrio entre los dos mundos. Yo, que he superado con creces la adolescencia, he leído esta novela con el entusiasmo de un niño en un parque de atracciones. Además, Constable & Toop tiene el encanto añadido de llevarnos hasta ese Londres victoriano de calles oscuras, vagabundos y carrozas.
            Siempre he creído que nos enseñan poco a hablar de la muerte. Sabemos que todos vamos a desaparecer, y nadie nos ayuda a convivir con esta certeza, por eso esta novela me parece una oportunidad maravillosa para que los más jóvenes se acerquen al universo de los fantasmas. Que no salten las alarmas porque en Constable & Toop nada es morboso o grave. Está todo tratado con tanta dulzura, con tanto humor, que no hay ni un solo momento de incomodidad. Gareth P. Jones ha creado un universo consistente y demuestra una vez más que sabe hablarles a las nuevas generaciones: un estilo fluido y una estructura narrativa que recuerda al montaje cinematográfico porque va encadenando escenas de diferentes escenarios. Termina la historia con una pequeña confesión donde comparte el trabajo que hay detrás de la novela: cómo y por qué la escribió, de dónde vino la inspiración.
            A los vivos y a los muertos; a los jóvenes a los mayores; a los miedosos y a los valientes: Constable & Toop es para todos. He tenido entre las manos una historia divertida y potente, a la altura de los grandes clásicos de aventuras. Y una cosa es indiscutible: la imaginación del autor es para quitarse el sombrero. Ya os he avanzado al inicio, ésta es una de mis más apasionadas lecturas de este año. Atreveos a hablar con fantasmas, conoced qué se cuece en el más allá. Y como a la hora de leer todo suma (o resta), destaco la portada y la edición de Anaya, todo un acierto. Cuando esos gurús del bienestar nos dicen que no debemos descuidar a nuestro niño interior, creo que se refiere a este tipo de cosas, a leer libros que nos hacen disfrutar de una forma primitiva y absoluta, como Constable & Toop.

PS: ¿Por qué me ha recordado a Harry Potter? No sé, el ambiente, la emoción que transmite, algo. 

4 comentarios:

  1. No pinta mal y me encanta la portada.. así tipo ed. antigua
    no lo conocía, y me ha hecho gracia que te recordara a Harry Potter
    igual me animo!
    un beesito

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  2. Me llama muchísimo! Bien apuntado me lo llevo.
    Besotes!!!

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  3. ¡Hola!
    Hace tiempo que quiero leer este libro y como siempre, la reseña solo ha hecho que me entren más ganas. A ver si lo consigo pronto *-*

    ¡Un beso!

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