Felices los felices me parecía un título precioso para estrenar mi colaboración en La ventana de los libros. Además, después de leer, releer y ver Un dios salvaje –esa maravillosa obra de teatro sobre dos parejas que se reúnen para solucionar una pelea de críos y donde todo acaba como el rosario de la aurora- me acerco a cualquier texto de la francesa Yasmina Reza (1959) con un entusiasmo excesivo, casi histérico, porque hay talentos, como el suyo, que están de sobra comprobados.
Felices los felices (Anagrama) funciona
igual de bien como conjunto de relatos que como novela. Son capítulos cortos y
en principio independientes, pero que se van conectando en una especie de
constelación de dieciocho personajes, todos huérfanos en algún sentido, incoherentes
por naturaleza, buscadores de la felicidad y resignados a la infelicidad. Nos
encontramos a unos padres que descubren que la obsesión de su hijo por Cèline Dion se ha vuelto patológica. A un
hombre agresivo que se come una carta para canalizar su rabia. A un matrimonio que
se pelea a gritos en el supermercado por un trozo de queso. A una anciana que,
en el probador de una tienda de ropa, no le encuentra sentido a su vejez. La autora vuelca todo su pesimismo en la
familia y, sobre todo, en las relaciones de pareja. Es inevitable leer
estas historias con cierto regusto amargo, con un desagradable runrún en el
estómago, aunque nada tiene importancia porque el final es la muerte. Siempre
la muerte.
Admiro
a Yasmira Reza, ya os lo he dicho. Por su observación minuciosa de la realidad,
por su estilo mordaz, por su capacidad para definir a los personajes a través
de los detalles insignificantes. Porque
todo es a la vez grave y absurdo. A mí esta novela me recuerda a esa
maravillosa generación de autores norteamericanos que no tiene miedo a hablar
del lado cruel del ser humano, de sus miserias y sus pequeñeces, a esos escritores
como A.M. Homes, Lorrie Moore, Raymond Carver o Jonathan Safran Foer. El amor
queda dibujado en eFelices los felices
como una convención, como un chispazo –y justo después un aburrimiento-, como
un disfraz de otra cosa. Ya sabes que yo nunca he estado enamorada. A
lo sumo dos horas, dice uno de los personajes.
Os recomiendo este libro si además de una
historia –o de muchas historias- queréis literatura. Eso sí, el estilo de Yasmina es impecable, aunque
no siempre fácil. Atención a los diálogos, que van camuflados en la
narración. Ah, a pesar de los dramas y de las tristezas, me he reído. Y a
carcajadas. Como dice la autora, Menos
mal que tenemos la risa, es como un comodín. Funciona en cualquier sentido.
Bienvenidos a esta historia adulta y
explosiva sobre esas manifestaciones tan poco comerciales del amor, las que
nunca nos venden y que son el engaño, la decepción y los silencios. (Hay
escenas potentísimas sobre los silencios). Por eso la cita de Jorge Luis Borges
que recoge Yasmina Reza al principio del libro: Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.
Felices los felices.
PS: Y me encanta esta frase que nos define a
muchos: Yo no me creo lo bastante guapo,
lo bastante intrigante al natural, para callarme. Hablo demasiado, digo
gilipolleces, quiero ser gracioso todo el rato. Hasta con usted quiero ser
gracioso.
Hola! Este tipo de novelas que narran historias de gente que no tiene nada en común pero luego descubres que tienen más de lo que se piensan al principio no me atraen pero en cuanto estoy metida de lleno me maravilla y me hace reflexionar sobre cómo todos estamos conectados de una manera u otra. Me lo apunto, gracias por la reseña, besos!
ResponderEliminarJo, pues ahora me muero de ganas por leerlo. ¡Muy buena reseña! :)
ResponderEliminarGracias, querido Darío. Un abrazo fuerte. Dani.
EliminarDaniel, ¡bienvenido a la blogosfera!
ResponderEliminarEs cierto que esta clase de libros no suelen ser de mis lecturas predilectas, pero no sé por qué este me ha llamado mucho la atención. Puede ser por la trama, los personajes, lo que comentas de la narrativa de la autora... Le daré una oportunidad.
Un abrazo <3
Gracias, gracias, gracias por tu bienvenida. A ver, que yo en esto soy novato... Un abrazo. Y a ver si nos encontramos pronto. Dani.
EliminarEste libro no me llama la atencion asi que lo voy a dejar pasar. Bienvenido a este mundo blog ;-)
ResponderEliminarSaludos
¡Gracias! Nos vemos por aquí. Un abrazo.
EliminarUna buena reseña! Y un libro que no conocía y que me dejas con ganas de leer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Si te animas, me lo dices y lo comentamos. ¡Un beso fuerte!
EliminarLo añado a mi biblio junto con Un Dios Salvaje. Buena entrada Daniel Blanco!!! Bss
ResponderEliminarMuchas gracias, Cris.
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