sábado, 13 de febrero de 2016

Pájaros de América


Pájaros de América es el libro que situó a Lorrie Moore entre las voces más destacadas del panorama literario norteamericano de los últimos tiempos. Elegido Libro del Año por The New York Times y finalista del Premio Nacional de la Crítica, su fama saltó también a Inglaterra. En plena madurez de su estilo, Moore retrata a una serie de hombres y mujeres de la Norteamérica de hoy, seres solitarios y perdidos que han aprendido a vivir con sus decepciones, siempre con la sensación de encontrarse en el lugar inadecuado, de no ser los verdaderos protagonistas de sus vidas. Vidas que se diluyen en permanente contraste con el gran sueño americano, que transcurren como un viaje sin lugar de origen ni destino. Así, estas historias llevan impreso el sello de la realidad cotidiana convertida en tragedia, de lo vulgar que se transmuta en lo terrible. Con la sinceridad aplastante con que concibe el arte de narrar y el humor negro y mordaz que la caracteriza, Lorrie Moore ofrece al lector la ocasión de compartir su particular visión del mundo.
 Bien, Pájaros de América podría estar en esa sección nueva que me acabo de inventar y que podría llamarse Libros Que Salvaría De Un Incendio, Libros Que Me Hubiera Gustado Escribir A Mí o Libros Que No Me Canso De Leer Y Que Terminaré Por Saberme De Memoria, y en el que también estarían, por ejemplo La Regenta, de Alas Clarín, y La carretera, de Cormac McCarthy. Esta recopilación de relatos, publicada hace ya casi veinte años por Salamandra, significó mi descubrimiento y el comienzo de mi fascinación por Lorrie Moore, esta escritora norteamericana (1957) que ha conseguido consagrarse como una de las voces más potentes y también más peculiares de la narrativa contemporánea. Doy fe de ello. ¿Por qué? Por su capacidad para levantar imágenes, por esa prosa tan contundente y a la vez dotada de ese halo poético tan atractivo, por sus personajes, tan desubicados del mundo como alguna vez lo hemos estado nosotros, y por esa forma de dejar los relatos abiertos.
            Discúlpenme si exagero en sus alabanzas –que no lo hago–, pero todos necesitamos idealizar referentes, marcarnos metas. Y lo cierto es que Lorrie Moore es una meta altísima, un Edén literario. Nos dice la autora que estamos condenados a la incomunicación y que todos nuestros esfuerzos por entender a los demás y por hacernos entender son estériles; que nuestra condena es la de ir por el mundo sabiendo que estamos solos, que sólo podemos fingir que conectamos con los demás. Es por eso, que retrata con maestría matrimonios aburridos y terribles, relaciones de padres e hijos torcidas desde la infancia, y enfermedades graves. Tenemos, por ejemplo, familias que se reúnen en Navidad y donde sale a la superficie las afinidades y las rencillas; una mujer que no sabe cómo superar la muerte de su gato o una aburrida jovencita que hace un viaje con su madre insoportable. No se pierdan, por favor, -y léanlo antes de morir- el cuento Gente así es la única que hay por aquí: farfullar canónico de oncología pediátrica, una auténtica obra de arte en el complicado universo de los cuentos. Una maravilla.
            En uno de los cuentos, en el primero, la protagonista dice que a veces no sabe vivir, que cree que no le han dado las herramientas para hacerlo: como si le hubieran dado una sopa de sobre y un peine y llevara toda su vida peinando el sobre de sopa. Pues sí, esta gente es la que habita estos relatos, y la que se pasea por sus páginas sin posibilidad de redimirse. ¿Es pesimista? Puede, pero es una sensación más pesada y más profunda, es un acercamiento a la cara más afilada del ser humano, a ese mundo donde nuestras únicas armas son nuestras debilidades, nuestros fracasos. El título, Pájaros de América, está sacado de una de las reflexiones de la autora en la que se pregunta si los pájaros quieren decir algo cuando pían, “o nada de nada”. Yo prefiero a Lorrie en los relatos: en las novelas no se halla y las historias suelen terminar convertidas en algo caótico y lento.
            Déjense llevar, confíen en mí y lean Pájaros de América, y sucumban al desconcierto, y al pesimismo literario. Se quedarán fascinados con la capacidad de Lorrie Moore de enlazar cosas extrañas, de hacer comparaciones absolutamente brillantes y de convertir la cotidianidad en una disección fascinante de la naturaleza humana. A esta autora hay que conocerla y, si consiguen pillarle la onda, amarla. Amarla mucho y seguido, como yo.   

1 comentario:

  1. Pues confiaré en ti y me voy a animar con esta novela. Es imposible dejarla pasar con esta reseña.
    Besotes!!!

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