viernes, 8 de enero de 2016

Contar 7 en 7


Willow Chance es una niña superdotada de doce años de edad, obsesionada con la naturaleza y el diagnóstico de enfermedades, y a quien le encanta contar de siete en siete. Nunca le ha resultado fácil congeniar con otras personas que no fueran sus padres adoptivos, sin embargo, eso no le había evitado llevar una vida tranquila y feliz… hasta ahora. De repente, el mundo de Willow cambia trágicamente cuando sus padres mueren en un accidente de coche, dejándola sola en un mundo desconcertante.
 Y todavía, varios días después de haberlo leído, no soy capaz de responder a esta pregunta: ¿cómo una historia sobre una niña adoptada que queda huérfana de repente es capaz de contagiar esa dulzura, esta ternura, este amor furioso por la vida? No lo sé, pero la novela Contar de 7 en 7, escrita por Holly Goldberg Sloan y publicada –de forma exquisita– por la editorial Océano Gran Travesía, ha sido una de las experiencias lectoras más estimulantes de los últimos tiempos. ¿Por qué?, se preguntarán. Número 1.- Por su fantástica protagonista, Willow, esa niña negra, carismática, adoptada y con unas capacidades intelectuales por encima de la media, que ama el número 7 y que busca lo que buscamos todos: amar y que nos amen, sentirnos parte de una comunidad, pertenecer a algo. Número 2.- Por ese pequeño, pero colorido número de secundarios: un consejero pedagógico con una vida desastrosa, un taxista mexicano que empieza a creer en la magia y en las señales, dos hermanos vietnamitas con diferentes formas de relacionarse y su madre, una mujer obsesionada con el color rojo y que está sanando las heridas por un fracaso amoroso. Número 3.- Por su peculiar forma de narrar, entre lo poético y lo simple, que parece leerse con los oídos. Y número 4.- Por ese empuje optimista y positivo, por esa visión del mundo que nos enseña que lo importante es estar vivos, estar en armonía con lo que nos rodea y darles una oportunidad a los demás.
            La premisa y el arranque de la novela no puede ser más efectista: Willow está tomando un helado con dos amigos –a los que no conoce demasiado– que la acercan a casa justo cuando la policía está buscando a alguien para comunicarle la muerte de los progenitores de la niña, que además no tiene familia. Está sola en el mundo. A partir de ahí, se mudará con unos hermanos a los que no conoce demasiado, pero que se convertirán en su salvación. Sí, es una novela sobre la muerte o, más bien, sobre el duelo, sobre los dolores que dejan mudo y sobre los motivos que nos agarran a la vida. E insisto: ¡qué gran logro el de la autora, que no cae en el desánimo en ningún momento sino que demuestra, a través de la protagonista, que la magia salva, que el amor salva, que la Naturaleza salva! Willow busca su sitio después de la tragedia y, curiosamente, lo encuentra en el afecto de unos desconocidos, en esas casualidades que parecen magia y en el proyecto de crear un jardín. Con respecto a la estructura de la historia, hay que resaltar que hay partes narradas en primera persona por Willow y otras en tercera, y que se van mezclando dos líneas temporales para que seamos capaces de entender el abismo emocional por el que cae la protagonista tras la muerte de sus padres. No se preocupen, que todas estas elecciones narrativas están al servicio de esta historia luminosa, facilísima de leer.
            Voy a concluir así: después de leer Contar de 7 en 7 entran ganas de pegarse el libro al pecho y quedarse un rato así. ¿Han sentido alguna vez esa sensación? Cuesta despedirse de Willow y de ese particular viaje iniciático que emprende cuando se queda completamente sola en el mundo. ¿Nos hemos sentido así alguna vez? Tengo la certeza de que, con el paso de los años, olvidaré el argumento o los personajes secundarios, pero siempre tendré presente la dulce sensación que me ha dejado leer esta historia, esa sonrisa triste con la que he acabado. Éste es, señores, uno de los poderes de la literatura: el de enseñarnos a vivir, el de darnos herramientas para los momentos grises, el de acercarnos siempre a la alegría y al agradecimiento.
Cuenten ustedes de 7 en 7 porque ese número da suerte. Y griten a los que tengan alrededor que sí, que la vida es bella. Y si no se lo creen, pregúntenle a Willow.

6 comentarios:

  1. Hola Sergio ^^
    He visto muchas reseñas de este libro pero aún no me he animado a leerlo.

    Un beso :)

    ResponderEliminar
  2. Hola! Me llaman mucho la atención este tipo de historias y ya lo tengo anotado en mi lista de pendientes. Muy buena reseña, un beso!

    ResponderEliminar
  3. Me encanta todo cuanto has dicho de este libro. No lo conocía de nada, pero tengo claro que quiero leerlo. Gracias por el descubrimiento.

    Un abrazo ;)

    ResponderEliminar
  4. Este libro no me llama la atencion asi que lo voy a dejar pasar.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. ese libro hay lo tengo en mi estanteria, aunque aun no me convence para ser el proximo para leer

    ResponderEliminar

¿Qué te ha parecido la entrada? Puedes dejarme tu opinión.

Avisa de los spoilers, por favor.

No se aceptan Url de ningún blog.