En 1772 aparece en París una hermosa y misteriosa joven que se presenta entonces en sociedad con el título de Princesa Vlodomir, posteriormente conocida como Princesa Tarakanova. De ella nada se sabe apenas, sólo que afirma haber sido raptada en Alemania y luego enviada a Persia. Siempre según esta mujer, en Ispahan un príncipe le revela su identidad noble y la convence para que regrese a Europa a fin de conquistar el trono que le pertenece. Rodeada de personajes sospechosos e intrigantes lleva una vida extremadamente lujosa en París, Londres y Berlín, lugares donde se encargará de propagar el rumor de que es hija de la difunta emperatriz Isabel I de Rusia y de su favorito cosaco con el que se casó en secreto.
Una misteriosa
mujer dice ser descendiente directo de la emperatriz difunta y viene a reclamar
el trono. Nada parece respaldarla: ni papeles ni testigos o testimonios fiables.
¿Qué harías? ¿Confiarías en ella? ¿La ayudarías, aunque eso implicara la
traición a la emperatriz actual? Pues este dilema es el que se plantea desde
las primeras páginas y el que nos va asfixiando, como el agua que se nos va
subiendo hasta el cuello –mirad la portada y me entenderéis-, y que sirve de base
para La princesa Tarakanova, una
contundente novela histórica escrita por G.P. Danilevsky y editada, y de una
forma maravillosa, por Ediciones D’Época. No os asustéis ante ese binomio tan
delicado que puede ser novela+historia de Rusia (y a esto habría que añadirle
‘escrita por un ruso’), porque el
resultado es asequible, emocionante y cautivador. A pesar de sus poco más
de 200 páginas, es una historia donde cabe de todo: la ambición, los traidores,
las cárceles y la falta de escrúpulos. Algo así como una novela de intrigas
palaciegas, pero real. Todo real. Ay.
Prejuicios (rusos) aparte, La princesa Tarakanova es una novela
histórica con todos los ingredientes de la novela de aventuras. Narrada con un
ritmo sorprendentemente ágil y con un estilo sin grandes estridencias,
Danilevsky deja todo el protagonismo a la mujer que reclama el trono, a ésa que
no sabe de quién fiarse, a ésa que sólo quiere que le reconozcan que lleva
sangre real y a ésa a la que nadie le quita ojo. Y el lector, contagiado de esta paranoia, termina leyendo el libro con
la misma desazón, deseando que el entuerto se aclare y que alguien se apiade de
la pobre princesa destronada. La historia está estructurada en dos partes:
la primera, narrada desde el punto de vista de de Konzov, un teniente que está
en un barco que va a la deriva. Y la segunda, queda a manos de un narrador
omnisciente –más propio de la novela histórica- que aclara los acontecimientos
y los contextualiza.
Como
toda novela histórica rigurosa, está tan documentada que el autor no deja ni un
fleco suelto: de hecho, al final, a modo de epílogo, se adjuntan aclaraciones y
hasta retratos de los protagonistas para darle más veracidad a la historia, y
para situarnos en el panorama bélico y político de Rusia.
Y
vuelvo a hacer hincapié -¡qué pesado!-, en la maravillosa edición. En el cuadro
de la portada. En la pasta dura. En el gramaje de las páginas. En las decenas
de postales y marcapáginas que vienen en el libro. Porque a la hora de leer, señores, todo cuenta y todo suma (o todo
resta). Y en este sentido, la Editorial D’Época lo pone siempre muy fácil.
Facilísimo.
La princesa Tarakanova es la prueba de la realidad muchas veces
supera a la ficción. La historia de esta mujer que reclamaba el trono de
Rusia parece sacada de un guionista singular. Como he dicho antes, los quiebros
en la trama están muy bien conseguidos y van enganchando al lector en esta
historia donde nada es lo que parece, ni siquiera el desenlace. Para los que
disfrutáis con la novela histórica y de intrigas palaciegas, encontraréis en
esta obra de Danilevsky, escrita en 1885, las dosis justas de misterios,
engaños y sufrimientos.
No lo conocía, parece un libro medianamente interesante
ResponderEliminarlo tendré en cuenta
un besito
La verdad es que a mí lo que dices de novela histórica + Rusia, más que asustarme me llama poderosamente la atención. En general las novelas ambientadas en Rusia me han gustado mucho, y la sinopsis de este libro pinta de maravilla.
ResponderEliminarCreo que tienes toda la razón; aunque sean elementos secundarios, a la hora de leer todo suma y las buenas ediciones también.
A ver si encuentro este libro por alguna parte, porque no lo conocía.
¡Muchas gracias por la reseña!
Saludos
Interesante reseña! Me apunto el libro! Muchas gracias! :-)
ResponderEliminarLo quiero, lo quiero y lo quiero!
ResponderEliminarBesotes!!!
Tiene muy buena pinta pero a pesar de ello no creo que lo lea por el momento.
ResponderEliminarSaludos