martes, 31 de marzo de 2015

El juego de Trinity, Sean Chercover


SINOPSIS: Daniel Byrne queda a la tutela de su tío, el reverendo Tim Trinity, al poco de morir sus padres. La admiración que siente por él se desvanece en su adolescencia, cuando descubre que es un estafador. Pasados los años, Daniel se ha ordenado cura y trabaja en un departamento secreto del Vaticano llamado “El abogado del Diablo” que consiste en investigar si los milagros que la gente ve o realiza son ciertos. Daniel lleva 721 casos investigados durante diez años, todos fraudes, pero el caso 722 será diferente: tendrá que investigar a su tío, que habla lenguas extrañas y predice profecías. Su sobrino intentará creerle, pero ¿se podrá recuperar la relación perdida? ¿Seguirá siendo un estafador? Y ahora que los sigue la mafia y que el Vaticano quiere desacreditarlos, ¿podrán demostrar qué hay detrás de esta historia?
 Si la cosa funciona, ¿para qué cambiarla? Esta regla básica de los negocios, y quizá también de la vida, es la que sustenta esta novela que, irremediablemente, nos recuerda a otra. A ver, si os hablo de tramas religiosas, de ciertas cosas que oculta la Iglesia, de un investigador que se juega la vida, de persecuciones, disparos y su poquito de amor, ¿qué se os viene a la cabeza? ¡Bingo! El código Da Vinci y otras novelas de Dan Brown. Y si encima tenemos en la portada colores similares y hasta un diseño parecido, el paralelismo es casi obligado. No nos engañemos, la fórmula iglesia-intriga-acción sigue funcionando, y parece que le queda cuerda para rato. Hoy hablamos de El juego de Trinity, de Sean Chercover, un thriller espiritual o religioso que nos trae Umbriel y donde confluyen intrigas eclesiásticas, investigadores intrépidos, una crisis de fe y, a falta de uno, muchos malos que quieren que no se descubra la verdad. Un cóctel explosivo. Esto, señores, es un chute de adrenalina pura, una historia (con trasfondo) sobre la salvación.
            El juego de Trinity se asienta en un pilar muy consistente: los protagonistas; tenemos a Daniel –bonito nombre–, un cura que se encarga de certificar los milagros y al que se le está acabando la paciencia, y el otro es Tim Trinity, su tío, un predicador muy popular que sólo cree en el dinero y que un día cualquiera empieza a hablar en lenguas extrañas y a predecir desgracias. Ya tenemos el conflicto en marcha: como una pendiente sobre la que se desliza la trama a toda prisa. Sean Chercover sabe (o al menos lo aparenta) qué quiere contar y cómo: en la historia subyace ese concepto que a mí me da mucho miedo y que es el de la conspiración, sí, que hay instituciones que crean y transforman a su antojo el mundo en que vivimos, y nosotros, los ciudadanos de a pie, sólo podemos aguantarnos con los que nos toca, tragar. Uf. El cómo son capítulos muy cortos, con hasta seis escenarios simultáneos y una prosa que, siguiendo los cánones de este tipo de novelas, no se entretiene en descripciones interminables, sino que va a lo importante, que es la acción. Y todo esto con un ritmo trepidante, que casi no permite coger aire, aunque al final del libro, el autor anda con pies de plomo para que todo encaje. Y lo hace.
            Si me lo preguntáis, os lo digo: sí, en esta novela hay disparos, persecuciones y engaños –todo muy taquicárdico–, pero no se os puede npasar por alto ciertas reflexiones, diseminadas por la trama, sobre la espiritualidad, la religión y los verdaderos feligreses. Expone, de forma muy certera, el cogollo de las creencias y dice eso que a veces se olvida de que «La fe sin obras no es fe». Es decir, que creer en Dios y ser un capullo con el que tienes al lado no vale. En esta novela se juega con eso tan humano que es la búsqueda de algo en lo que creer, y éste es uno de sus grandes aciertos: la profundidad (relativa) con la que aborda estas cuestiones. También os aviso de que hay tantos personajes que debéis estar atentos y al tanto de los nombres y los escenarios.
            Hay algo muy importante en esto de la industria del ocio (de los libros, del cine o el teatro), que es saber lo que vamos a leer o a ver. Sean Chedover, por ejemplo, busca entretenernos a toda costa, meternos en su tela de araña y no dejarnos salir hasta el final. Y lo consigue. No podemos valorar una novela como ésta con los criterios con los que analizaríamos La Regenta, de Clarín, claro que no. Historias como las de El juego de Trinity tienen un público muy concreto: ése al que, de vez en cuando, le gusta dar saltos en el sofá, comerse las uñas y apretar la mandíbula con una buena intriga. Un libro para desconectar, o para comer palomitas. ¿Está a la altura de Dan Brown? Vosotros diréis. Esta historia fue candidata al Premio Thriller Internacional 2013.

lunes, 30 de marzo de 2015

Conociendo a nuevos autores


SINOPSIS: Gina es una escritora frustrada. Desanimada por su mísera existencia, sus ansias de alcanzar un nivel superior y la inminente noticia de su despido, la llevan a aceptar un nuevo empleo donde conoce a James Jackson, un maduro multimillonario, atractivo y sexy. Las circunstancias llevarán a Gina a tener que elegir entre un amor platónico, un amor sexual o un amor romántico.
Diana inicia su primer año universitario. En el campus conoce a Lola; llegando a entablar una profunda amistad que la marcará para toda la vida. Los caminos de Gina y Diana acabarán por cruzarse, originando una serie de acontecimientos que culminarán con el desenlace de sus propias historias.
Enlace de compra: http://www.casadellibro.com/ebook-deshojando-margaritas-ebook/9788415623601/2380168
Primer capítulo:

Deshojando margaritas
Autora: Juliette Sartre.
Título: Deshojando margaritas.
Editorial: Ediciones Tagus.
Año de Edición: Septiembre 2014.
Género: Romántica erótica.
Páginas: 150

BIOGRAFÍA: 

Juliette Sartre, es titulada en Comercio y Marketing; siempre ha trabajado en el sector servicios, y es aficionada a la lectura y a la escritura desde su más tierna infancia. Actualmente compagina su formación en la UNED, con su vida personal y literaria.
Bloggera y escritora de ficción desde hace más de tres años, ha participado en numerosos certámenes literarios, donde algunos de sus relatos fueron seleccionados para ser incluidos en bibliografías conjuntas; además de auto-publicar varias novelas sin seudónimo. “Deshojando margaritas” es su primera novela romántica para adultos publicada con Ediciones Tagus (sello editorial digital de Casa del Libro; perteneciente al Grupo Planeta).

PREGUNTAS: 

―¿Qué podemos encontrarnos en tu novela y a qué público va dirigida?
“Deshojando margaritas” es una novela que contiene escenas de sexualidad explícita, pero en la que los momentos de sexo son complemento de una trama en la que lo importante es el amor, la búsqueda de felicidad y la ruptura de los convencionalismo  sociales actuales. No apto para menores ni para personas de especial sensibilidad.

―¿Cómo se te ocurrió la idea de la trama?
La historia surgió como un reto personal para probarme que podía desenvolverme en la erótica (habitualmente escribo otros géneros sin seudónimo); un borrador sin expectativas con el que poner una tirita a mi ego. Me apetecía hacer algo diferente, una novela cuyas escenas sexuales fueran parte de una trama con un argumento, incluso un trasfondo de crítica social; sin ser el epicentro de la historia. Y poco a poco fue tomando forma hasta convertirse en “Deshojando margaritas”.

―¿Uno o dos adjetivos que definan a tus protagonistas?
Si algo caracteriza a mis personajes es el afán por encontrar la felicidad, a pesar de las heridas y las dificultades, y por evolucionar a lo largo de la novela; maduran en el proceso. Así que diré luchadores y dinámicos.

―¿Qué crees que le falta a la literatura actual?
Luchar contra la piratería, crear entornos atractivos tanto para lectores como para autores, y una buena dosis de tolerancia para no estigmatizar a los autores autopublicados.

―¿Cómo te ves dentro de unos años?
Escribiendo, escribiendo y escribiendo [risas]. Independientemente de lo que la vida me depare, tomar la decisión de escribir (ya sea con o sin seudónimo) me ha permitido poder encontrar una vía de escape a mi creatividad y conocer a gente increíble. Disfruto tanto haciendo lo que hago que mientras consiga mantener el equilibrio con todas las facetas de mi vida o no me suponga una sacrificio o una tortura, lo seguiré haciendo.
 Si queréis aparecer en esta sección seguid estos pasos:

Necesito una imagen de la portada, y en formato word una sinopsis de la novela y una biografía del autor. También podéis contestar a unas simples preguntas para que sepamos algo más de vosotros:

―¿Qué podemos encontrarnos en tu novela y a qué público va dirigida?
―¿Cómo se te ocurrió la idea de la trama?
―¿Uno o dos adjetivos que definan a tus protagonistas?
―¿Qué crees que le falta a la literatura actual?
―¿Cómo te ves dentro de unos años?

Cuando tengáis todo el material, me lo podéis enviar a laventanadeloslibros1@gmail.com (Os recomiendo que reviséis las faltas porque sólo copio y pego lo que me enviáis).

Por favor, no me enviéis enlaces con vuestro material porque esto dificulta mi trabajo ni tampoco me sirven novelas que están a medio terminar en un blog. Una cuestión importante, tienes que ser seguidor del blog.


domingo, 29 de marzo de 2015

Recuerda que me quieres, Wendy Davies


SINOPSIS: Cien años después la historia se repite. O quizá no. Todavía no se conocen. Ni siquiera se intuyen. Peter y Wendy tienen un destino común del que no podrán escapar. La aventura de la vida y la magia del amor empiezan contigo, en cuanto te atrevas a descubrir su historia. Podríamos hablarte sobre caracoles, estrellas, princesas que no sienten dolor, palabras inventadas, catarros mal curados o mundos rellenos de sueños donde todo es posible. Por explicarte podríamos deleitarnos y ser un poco malas y adelantarte que el amor no siempre es dulce. Pero claro, eso sería adelantar acontecimientos y no entenderías nada. Así que olvida las últimas líneas y sumérgete en una historia donde todo es posible, incluso que el sol y la luna se besen. Pronto, todo tendrá sentido. Bienvenido a nuestro particular Nunca Jamás.
Decía Jean Paul Sartre que: Incluso el pasado puede modificarse. Una gran frase estas dos autoras lo han demostrado en Recuerda que me quieres.

Lo primero que me llamó la atención en esta novela fue que tuviera una portada tan evocadora que te invita a leer. La chica podría ser muy bien esa Wendy que tan bien nos retratan las autoras, aunque me inclino a pensar que si fuera ella esta chica, la foto se la habrían hecho después de haber conocido a Peter.

Recuerda que me quieres es una reinterpretación de la novela Peter Pan, de J.M.Barrie, todo un clásico que sigue enamorando a lectores, entre las que yo me incluyo. Son muchas las referencias que nos encontramos en la novela de estas dos autoras, desde los nombres de los protagonistas a algunas frases y situaciones. Es cierto, tiene claras referencias a Peter Pan, aunque por otra parte es original en muchos aspectos y las autoras lo resuelven con soltura.

Wendy es una chica a la que le gusta escribir historias a las que les falta riesgo (este detalle tendrá mucha importancia durante la novela) y es hija de de unos libreros tiene. Peter, por su parte, es hijo de un autor famoso. Es soñador y le gustan las aventuras y llevarlas al límite. Son dos polos opuestos, aunque como muchas veces ocurre, dicen que se atraen. Así ocurre con Wendy y Peter en cuanto se conocen. Entre ellos surgen chispas.

Reconozco que he sufrido con algunos momentos donde a Peter le gustaba jugar al límite sin pensar en las consecuencias. También he deseado tener unos amigos incondicionales como Thomas, Christian y Charlie. Porque si bien es cierto que esta es una historia de amor, también es una novela que habla sobre la amistad por encima de todo. Y este toque que le dan las autoras me gustó mucho. Llegados a este punto, tengo que decir que me gustó mucho más la evolución de Wendy que la de Peter. Aunque él le enseñe a contar las mejores historias que Wendy pueda imaginar, (las que están escritas desde el corazón), creo que en algunos momentos me sacó de quicio y no entendí algunas de sus motivaciones.

Si algo me ha gustado de esta novela son sus personajes, sobre todo los secundarios. Y me han gustado porque las autoras no han tratado de hacerlos perfectos, los han hecho cercanos y reales.

A grandes rasgos, Recuerda que me quieres posee una trama que enamora y tiene magia en muchos momentos, pero he sentido que en ocasiones le faltaba ese polvo de hadas. Quizás abusan de las frases largas que ralentizaban la lectura.

Tengo que decir también el estupendo trabajo que ha hecho la editorial con la edición de esta novela, y las frases de otros autores que hay al principio de cada capítulo. Me quedo con esta, que me parece muy acertada y resume muy bien esta historia: En el amor se da la paradoja de dos seres que se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos (Erich Fromm).

sábado, 28 de marzo de 2015

After amor Infinito


La historia de dos almas gemelas que no pueden estar separadas, pero que no saben cómo estar juntas. El amor es pasión y complicidad, pero también es aprender a conocer al otro y hacer juntos un proyecto común.El amor de Tessa y Hardin nunca ha sido fácil, pero cada desafío que han afrontado ha hecho su unión más y más fuerte. Pero ¿podrán afrontarlo todo? Cuando la verdad sobre sus familias sale a la luz, Tessa y Hardin descubren que, en el fondo, no son tan distintos como creían? Tessa ya no es la chica buena, simple y dulce que llegó a la universidad, y él no es el chico cruel y malo del que se enamoró. Ella pronto se da cuenta de que es la única que lo entiende. Es la única capaz de calmarle... él la necesita. Pero el secreto que esconde es tan grande que Hardin se aleja cada vez más de todo y de todos, incluso de la que parece ser su alma gemela...
 El desenlace de esta historia ha llegado. Debo reconocer que de todas las sagas de este estilo que han llegado a la literatura juvenil, esta es una de las más creíbles y verosímiles. Cierto es que no ha aportado nada nuevo, que el mensaje aunque esperanzador, es algo peligroso. Cuando estamos enamorados de alguien que no debemos, tendemos a ver en esa persona nuestra tabla de salvación, e incluso hacemos  todo lo posible para intentar cambiarla, error, la persona que no desea cambiar, no lo hará nunca. Podemos moderar nuestras conductas, pero difícilmente podremos cambiar lo innato en nosotros mismos.

               Esta historia ha girado en torno a la idea de salvar una relación tóxica, luchar contra viento y marea con todos los condicionantes internos y externos, y salir airosos de la situación, o no… Hardin y Tessa para mi gusto han llevado una progresión en su relación muy lógica, frustrados por lo difícil de la relación, pero condenados a amarse y sin armas para combatirlo. Muchas veces nos vemos en esa tesitura, y lo tenemos muy difícil para salir adelante, es tal la frustración y el desasosiego que hasta en ocasiones nos cansamos de amar tanto y tan intensamente.

               Tras quedar en un punto demasiado álgido en la historia, lejos de desmerecer en el ritmo, la tensión aumenta y los dos personajes estiran más su relación si cabe. Un trágico suceso hace que Tessa de la vuelta a toda su concepción de las cosas, y entonces vemos como el control de la relación y de su vida empieza a tomarlo con fuerza y con tesón. Por otra parte Hardin  se da cuenta de que toda la vida que ha llevado no es nada con lo que le espera con la persona que ama, hay un cambio de chip y vemos a un personaje más decidido que nunca a afrontar un futuro con la persona que ama y permitirse ser feliz.

               Quizás esta última parte es donde  más vemos de cada personaje ya que la autora los ha llevado tan al límite que no les deja mucha más capacidad de reacción, sólo hay dos vías: luchar o dejarlo para siempre.

               After es una saga que refleja a la perfección la intensidad y la crudeza con la que vivimos relaciones intensas, la manera que tienen los protagonistas de afrontar las pruebas que le pone su relación, no deben ser aplicables a todas las relaciones, por eso veo algo peligroso en cuanto a mensaje este libro, lo que sí puedo deciros es que  si realmente se ama a alguien uno debe quemar todos los cartuchos posibles antes de tomar la decisión de ser feliz en solitario.

               La felicidad no solo está en las relaciones, pero si tenéis a alguien lo suficientemente bueno por el que luchar, no os lo penséis ni un momento, en el amor casi todo vale.

viernes, 27 de marzo de 2015

Adelgázame, Miénteme


'Adelgázame, miénteme 'es un manifiesto sobre la verdad oculta acerca de la millonaria y fraudulenta industria de las dietas para adelgazar. Juan Revenga nos ofrece en este manual una reflexión documentada sobre el concepto de la obesidad así como un minucioso estudio sobre las estrategias de promotores y fabricantes de «milagros dietéticos», pasando por las investigaciones que se están llevando a cabo sobre los diferentes elementos que rodean la obesidad y sus posibles soluciones. Finalmente, aborda el cambio de hábitos necesario para obtener el estilo de alimentación adecuado y el peso conveniente de acuerdo con las circunstancias particulares de cada individuo.
 La de la piña, la de la alcachofa, la del pollo asado. La Dukan, la del pomelo, la de la manzana, la de la calabaza, la de tu vecina, y hasta la de los idiotas. La que anuncia Chabelita y Terelu o la que publicita Gwyneth Paltrow. Hay cientos de dietas, desde las más sobrias a las más surrealistas. Adelgazar se ha convertido en una obsesión para algunos, y en un gran negocio para otros. No en vano, y según los últimos estudios, más de 2.100 millones de personas en todo el mundo (civilizado) sufren sobrepeso; el doble, por ejemplo, que hace treinta años. Hoy vamos a hablar de kilos, de mentiras y de dinero con el curioso estudio-manifiesto-advertencia del popular nutricionista Juan Revenga, que publica con Ediciones B, dentro de su colección de No Ficción, Adelgázame, miénteme. Y a ver si, de una vez por todas, podemos entregarnos a la Operación Bikini con más cabeza y menos desesperación.
            El primer jarro de agua fría que nos tira el señor Revenga –digo, ‘nos’ porque me incluyo entre las personas que cuida su peso, que tiende a contar las calorías (MAL) y que se debate siempre entre elegir cuidadosamente qué comer y pasarse de la raya– es que adelgazar no es fácil, «y quien diga lo contrario estará mintiendo como un bellaco». Sí, con esta declaración abre el libro y tira por tierra las promesas de todos esos laboratorios que nos convencen de que pueden quemar la grasa en tres días, en una semana o en un mes gracias a unas pastillas mágicas o a unos complejos vitamínicos milagrosos. El libro, que está estructurado de una manera muy inusual: tiene, por una parte, unos relatos que pertenecen al más puro género de la ficción, que inauguran cada capítulo y que nos hablan (con mucha originalidad) de algún aspecto de la alimentación, y después está la parte ensayística, la de la información, los datos y las recomendaciones, todo muy equilibrado y muy asequible, para todos los públicos.
            Me gusta que se hable de la comida con mesura, con delicadeza y, sobre todo, con responsabilidad, como hace Juan Revenga. Señores, no es un tema nimio; de hecho, ¿por qué aún no tenemos remedio para la obesidad? ¿Por qué esta enfermedad se nos resiste? Para él, la situación no deja de ser perversa: estamos en una sociedad que, por una parte, nos exige una cierta una apariencia estética y, por otra, nos invita a comer siempre más de la cuenta y peor: refrescos, aperitivos, bollería industrial... Y de aquí viene la locura y la contradicción en las que se han convertido las dietas de adelgazamiento. La solución no pasa por estar a régimen sino por cambiar los hábitos alimenticios, pasar  de la actual normalidad a otra normalidad. Y os cuento un dato histórico muy curioso: el primer movimiento ciudadano para adelgazar viene de finales del siglo XIX de la mano de un fabricante de ataúdes que se da cuenta de que cada vez tiene que hacerlos más grandes porque los muertos están más gordos. Sin embargo, ya Hipócrates, en el año 400 a.C., recomendaba para perder peso permanecer desnudo el mayor tiempo posible, no bañarse o dormir en una cama dura. E incluso se hablaba de los buenos resultados que daba comer trocitos de jabón. Si estos consejos nos parecen absurdos –que lo son–, lo mismo deberían parecernos las nuevas soluciones: pastillas de lo que sea, ampollas de no sé qué…
            Atrás quedaron los conceptos de gordito feliz y de curva de la felicidad. Con Adelgázame, miénteme, Juan Revenga habla alto y claro, sin andarse por las ramas, para ofrecernos una interesante y lúcida reflexión sobre la industria ‘milagrosa’ de la pérdida de peso, y una advertencia: que no nos dejemos estafar. En esta sociedad donde, a veces, se confunden los valores, alguien tenía que hablar así de las barbaridades que se hacen para estar delgado. Lo único que funciona para perder peso es comer más sano y menos productos precocinados, comprar verduras frescas y dejar los alimentos superfluos –las porquerías–, porque la base de todo está de la boca para arriba, es decir, en la cabeza, en nuestra capacidad de raciocinio, en la certeza de que nos merecemos comer bien. Y fijaos lo que dice: no merece la pena bajar peso si se nos cae el pelo o se nos agria el carácter. Y por si no os había quedado claro: NO hay ninguna la combinación milagrosa de alimentos ni remedios mágicos. No. No. No. No. No. No. ¿Os ha quedado claro?

jueves, 26 de marzo de 2015

Un millar de flores, Lis Haley


SINOPSIS: Tras dejar atrás su Japón natal, Kaori elije Nueva York como destino en el que vivir según sus propias normas. Va diseñando su futuro a través del pequeño negocio de arreglos florales que dirige, y solo se lamenta porque posee una brújula de lo más errónea para elegir pareja. Por este motivo, no le extraña verse atrapada e n una irresistible atracción hacia un hombre de negocios que tiene planificado hasta el último milímetro del resto de su vida. Víctor Tilman tiene un único objetivo: conseguir que la Tilman Company Purchases, su empresa inmobiliaria, sea la número uno a nivel internacional. Con ese objetivo, se compromete con Ariana Fox, hija del magnate que supone su principal competidor. A pocos días de la boda, su sofisticada prometida le pide que consiga los centros florales más bonitos que existan, para decorar el gran evento social que acaparará todas las portadas de la prensa rosa.
Esta es la primera novela que leo de esta autora y la impresión que me he llevado ha sido muy buena. Me gusta su estilo, así como a la hora de describir escenas eróticas. No siempre es fácil encontrar el equilibrio entre lo que es muy romántico, por no decir “pasteloso”, y lo que es vulgar. Si bien sus escenas son explícitas, las dota de sensualidad. En este sentido Lis Haley aprueba con nota. Esto me lleva a pensar que aquí hay muy buenos escritores que no tienen nada que envidiar a las grandes damas extranjeras. Por mi parte, últimamente prefiero leer a los autores de aquí, porque encuentro las historias más cercanas, como es en este caso.

Un millar de flores es una historia sencilla y romántica que desprende sensualidad de la primera a la última página. Para empezar tenemos a dos protagonistas que con estilos de vida muy diferentes, ella es una joven japonesa que huyó del autoritarismo de su padre y de las reglas tan rígidas de su país; él es un importante hombre de negocios, triunfador, frío, calculador y está a punto de casarse con una mujer rica, cuya única aspiración es salir en las revistas del corazón. Cuando se conocen, es inevitable que las chispas salten entre ellos.

Uno de los puntos fuertes de la trama, además de las escenas sensuales que tiene, son los dos personajes principales. Ambos se sienten atracción desde el primer momento, y aunque entre ellos no hay más que sexo, y del bueno, todo hay que decirlo, muy pronto se darán cuenta de que es algo más poderoso de la necesidad de echar un polvo. Ambos se saltan las reglas, Victor las que se había autoimpuesto y Kaori la que le había autoimpuesto su padre.

Por la sinopsis puede que esta historia pueda recordar a 50 sombras de Grey, pero una vez que he leído la novela, puedo decir que Victor puede recordar en algo a Christian, aunque solo al principio, y desde luego Lis escribe mucho mejor. Además, sus escenas están mucho mejor trabajadas.

Hay un detalle de la novela que me ha resultado curioso, y es que la autora utiliza una flor, así como su significado, para dar comienzo a los inicios de capítulos. Así, por ejemplo, las margaritas podrían significar: me amas o el tulipán rojo podría ser una declaración de amor.

Resumiendo, Un millar de flores, es una historia que habla sobre esas casualidades que nos cambian la vida. El amor siempre obra milagros y es la fuerza más poderosa que existe.

Pd: Buscando la imagen de la portada, he visto que esta novela había sido publicada por otra editorial, pero la versión que yo tengo es la de Cristal. No sé si hay alguna diferencia en la historia o en la maquetación. Esta versión me parece estupenda.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Palabrotalogía


Tras el éxito cosechado con Palabralogía (Crítica, 2014) en el que Virgilio Ortega proponía un apasionante viaje por el origen de las palabras, el autor acaba de publicar Palabrotalogía (Crítica), libro en el que se centra en la etimología de las palabras malsonantes. En esta ocasión, Ortega plantea una guía para descubrir la Pompeya del año 79 y, de su mano, podremos leer los grafitos de sus paredes. Este tratado (muy soez, pero muy culto y, sobre todo, muy divertido) nos permitirá descubrir allí los secretos de nuestras palabras obscenas.
ATENCIÓN: esta reseña no está recomendada para menores de 18 años, tampoco para los timoratos, los prejuiciosos o los que se sonrojan con facilidad.  
«¡Coño!» «¡Puta!» «¡Cojones!» «¡Carajo!» «¡Verga!» «¡Follar!»… (Os confieso que es la primera vez que escribo estas palabras, o al menos que las escribo en un ámbito público). Y podría llenar así tres párrafos porque hoy os hablo –o más bien os habla Virgilio Ortega, el autor– de las palabras guarras, de su origen y de la evolución que han experimentado a lo largo de sus más de dos mil años de historia, sí, porque todas estas palabrotas, señores, ya se decían en la Pompeya del año 79. Y ahí siguen, decorando las paredes de esa ciudad sepultada por las cenizas del Vesubio, y formando parte de nuestra habla cotidiana. Palabrotalogía –a ver quién es capaz de decirlo de un tirón– les da su sitio (y también un poco de cariño) a más de mil palabras soeces. Está editado por Crítica (Planeta).
            Hoy nos vamos a desquitar de esta fascinación tan humana que es decir tacos: «Ramera» «Zorra» «Sodomita» «Erección» «Cunnilingus», y siempre con la excusa de comentar este ensayo novelado o esta novela ensayística, en la que el autor, simulando un viaje en el tiempo hasta los primeros años de nuestra era, se traslada a Pompeya y allí, cogidos de su mano, lleva a los lectores a los prostíbulos, a las saunas y a las tabernas (lo mejor de lo peor), para descubrirnos el origen de muchas palabrotas que decimos hoy. Lo primero que hacen los niños cuando aprenden a leer es buscar en el diccionario las palabras prohibidas: «caca», «culo», «pedo», «pis». Y algo parecido es lo que hacemos nosotros, los adultos, con este libro, acercarnos a él casi de puntillas, como si estuviéramos haciendo algo mal, como si estuviéramos desobedeciendo alguna orden. Y dice el señor Ortega que no hay palabras buenas o malas, sólo palabras condicionadas por la carga moral que les ha impuesto el ser humano. Virgilio Ortega tiene el don del buen profesor: cuánto sabe y qué forma más amena tiene de exponerlo, de contagiar su entusiasmo. Palabrotalogía ofrece una lectura divertida y apasionante, capaz de provocarnos algún que otro rubor.
Y como sois unos incrédulos (in-crédulo: del verbo credere, que no se cree nada), os voy a dar unos cuantos ejemplos: ¿Sabéis que escroto significa ‘bolsa de piel’, que glande, ‘bellota’; y que fimosis, ‘amordazar’ o ‘poner un bozal’? ¿Sabéis que los romanos tenían sesenta formas de decir puta, entre ellas ramera, meretriz, gaditana…? ¿Sabéis adónde estás mandando a alguien a quien le decís ‘Vete a hacer puñetas’? (A hacerse una paja). ¿Sabéis que follar viene de fuelle y del ruido que hace, y que guarro procede de la voz onomatopéyica de los cerdos, Gorr, gorr? ¿Sabéis por ejemplo que vagina -¡qué machista!- significa la funda de la espada? ¿Sabéis que los romanos ponían imágenes de penes por todos sitios, porque creían que atraía la virilidad y que servía contra el mal de ojo? ¿Sabéis qué significa ‘culibonia’ o que el clítoris lo descubrió Colón en el siglo XVI, y que carajo viene del latín y significa ‘palo’, ‘verga’? Pues éstas son sólo algunas de las curiosidades de este libro que con tanto tino ha escrito Virgilio Ortega. Y no habla sólo de palabras, sino de las inscripciones que llenan Pompeya y que nos dejan joyas como éstas: «Aquí me tiré a la tira de tías», «Nada más llegar aquí, jodí y me volví a casa», «Encolpio cagó bien aquí».
            Sed valiente, desprendeos de los prejuicios y leed Palabrotalogía y no porque yo lo diga, sino porque os dará temas de conversación, chascarrillos y curiosidades con las que presumir en las cenas con los amigos, o en una cita. La recopilación de Virgilio Ortega, gran conocedor de la cultura grecolatina, es un curioso ejercicio de memoria y un apasionante viaje etimológico que nos lleva hasta el origen de nuestras palabras guarras. Porque ¿quién no necesita sacar los pies del plato en alguna ocasión? Después de leerlo, oiremos las palabrotas con más cariño. Y para despedirme: «¡Coño!» «¡Puta!» «¡Cojones!» «¡Carajo!» «¡Verga!» «¡Follar!»


martes, 24 de marzo de 2015

Todas las hadas del reino


Un nuevo cuento de hadas protagonizado por un personaje tradicionalmente secundario; el hada madrina. Una novela ambientada en un mundo de fantasía, que evoca a los cuentos clásicos de siempre, pero al mismo tiempo plantea un ahistoria diferente repleta de magia, aventuras e intrigas. Camelia es un hada que lleva trescien tos años ayudando con gran eficacia a jóvenes doncellas y aspirantes a héroe para que alcancen sus propios finales felices. Su magia y su ingenio nunca le han fallado, pero todo empieza a complicarse cuando le encomiendan a Simón, un mozo de cuadra que necesita su ayuda desesperadamente. Camelia ha solucionado casos más difíciles; pero, por algún motivo, con Simón las cosas comienzan a torcerse de forma inexplicable...
 Hola lectores/as de La ventana de los libros. Tras mi  ausencia tras el período fallero que me ha tenido alejado por motivos laborales, vuelvo con una reseña a la que le tenía muchas ganas.

               En España si a algo estamos acostumbrados/as es que si la fórmula del éxito funciona ¿Para qué cambiarla? Bueno pues eso pasa con el nuevo libro de  Laura Gallego “Todas las hadas del reino”. Cuando oímos el nombre  de esta autora siempre lo relacionamos con gran cifra de ventas y éxito asegurado, pero a mí me ha parecido el mismo perro con distinto collar. El libro rebosa magia por todos los costados, eso no podemos negarlo, pero para mi gusto abusa de eso, de  agobiar al lector con excesivos elementos fantásticos que hacen que te imagines el libro como una incesante tormenta de purpurina y de luces de colores.

Tenemos a Camila, un hada madrina la mar de graciosa y a su ahijado Simón, un lobo llamado Ren, y a varios ahijados más a los que tiene que mantener y proteger. A ese caldo de colorines le añadimos la aparición de príncipes y princesas  y tenemos una historia que rebosa cuentos por doquier, pero… ¿De verdad es todo lo que nos puede traer  Laura?

Una de las cosas que más me ha sorprendido es la rapidez de sus capítulos, cosa a la que no está muy acostumbrada esta autora, lo cual dota a sus capítulos de una vitalidad inaudita  hasta ahora. Encontraréis infinidad de secundarios y miles de tramas que se entremezclan de una manera lógica pero bastante mal resuelta.  Sinceramente no sé qué pretendía la autora al crear esta historia, pero tras leerla debo decir que por muy fan que me considerase de esta prolífica contadora de historias, creo que mi tiempo con ella ha acabado. Con diferencia creo que pese a que tiene elementos muy atractivos es la historia más previsible y comercial de  Laura hasta la fecha. Considero que el sello Montena ha editado un buen libro, pero ya no me queda claro hacia qué público va dirigido. Desde luego no busquéis en este libro una historia épica, es un pequeño cuento para jóvenes con un final correcto y facilón.

Y yo me pregunto ¿Cuándo compramos un libro de un autor conocido qué compramos, la historia o la firma de su autor? Sinceramente creo que como lectores que hemos seguido a esta gran creadora de sueños debemos ser críticos con nosotros mismos y tenemos que reconocer que nos está vendiendo el mismo producto, de calidad, todo sea dicho, pero el mismo producto. Por mi parte solo puedo deciros eso, si buscáis magia para niños, este es  vuestro libro, en mi caso  ya os adelanto que he debido hace tiempo  abandonar el País de las Maravillas porque ya no le encuentro la gracia.

lunes, 23 de marzo de 2015

Conociendo a nuevos autores


SINOPSIS: Una novela contada en primera persona, nos acerca a los sentimientos más íntimos de su protagonista, pintando como en un cuadro las escenas y los momentos vividos.
Alegría, dolor, pasión, arrojo y valentía se entretejen para formar un colorido tapiz.
Esperanza es una muchacha tierna, dulce que creció en España, en Cádiz. Rodeada de sus bellezas, costumbres y respetando las estrictas normas sociales de la época (S.XVII) que entran en conflicto con su innata mentalidad abierta, su espíritu luchador y sus ansias de una vida plena.
La historia inicia con su nacimiento, momento en el cual muere su madre, y es criada por su padre y una sirvienta negra, Tomasa. Que se convertirá en su niñera primero, luego en una segunda madre y más tarde en una amiga y compañera inseparable. Apoyo y sostén incondicional. Personaje tierno y carismático.
La protagonista se cria en el ir y venir del mercado en el cual su padre tiene una negocio, allí nace una gran amistad con Kaled, un muchacho particular en su orígenes.
El tiempo transcurrido juntos los une a tal punto que en ellos de despiertan sentimientos desconocidos hasta el momento…
La vida de Esperanza está por cambiar dando un giro, llevándola por caminos inexplorados…
La pueden encontrar en La Casa del Libro
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BIOGRAFÍA:

Silvana, nació en Argentina, el 2 de diciembre de 1981, aunque después de vivir cinco años en España, reside actualmente en Italia donde se ha casado. Estudió cuatro años en la universidad de abogacía, pero sus ansias de conocer el mundo y viajar la hicieron abandonar su carrera, pero no su pasión por los libros.
Desde temprana edad descubre su pasión por la lectura fomentada por su madre, pero es gracias a su marido, a su apoyo y comprensión que decide iniciar a escribir sus propias historias y unos años más tarde emprende el camino de compartir con el mundo sus trabajos.
Su primer libro auto-publicado (Amazon) es “El amor es cosa de otro planeta”, novela juvenil romántica.

La segunda obra que ha visto la luz, esta vez de la mano de una editorial ediciones Tagus, es «Prisionera de tu amor, en la cárcel de tu recuerdo».

PREGUNTAS: 

―¿Qué podemos encontrarnos en tu novela y a qué público va dirigida?
En «Prisionera de tu amor, en la cárcel de tu recuerdo» se van a encontrar con la historia de una muchacha muy especial, tiene un carácter fuerte y es decidida por ello se siente “castrada” por las normas de la sociedad en la que vive. Nos encontramos en un escenario que se presenta en Cádiz, España en el siglo XVII con sus costumbres y sus normas, las cuales no son aceptadas por nuestra protagonista, Esperanza.
De pronto descubre en un amigo de la infancia un sentimiento más grande y poderoso, el amor, pero las diferencias sociales y culturales se convertirán en una barrera para concretarlo.
El lector se encontrará inmediatamente embarcado en un viaje hacia el “Nuevo Mundo” Port Royal, donde la historia continuará a tejerse, aparecerán personajes interesantes, tales como piratas, entre otros. Los escenarios serán paradisíacos y los sentimientos fuertes como tormentas tropicales. La novela promete mantenerlos entretenidos.

―¿Cómo se te ocurrió la idea de la trama?
Todo inició un día que estaba viendo un documental sobre el Caribe y los piratas, los paisajes me encantaron y decidí investigar para empaparme un poquito de la historia, inicié investigando sobre los registros que han quedado de mujeres piratas, descubrí varias historias interesantes donde mujeres adelantadas a la época decidían vivir aventuras a la par de los hombres. Así nació Esperanza con su mentalidad abierta y su espíritu luchador.

―¿Uno o dos adjetivos que definan a tus protagonistas?
Esperanza es fuerte y testaruda. Cuando algo se le mete en la cabeza no para hasta que lo consigue.
Kaled: impetuoso y buen amante. Un joven vigoroso que descubre el amor, la pasión y el desenfreno junto a Esperanza y cuyo amor se ve truncado por los hechos inevitables que los verán protagonistas. Un padre que luchará para hacer lo imposible para que su hija haga lo que se le ordena y no descansará hasta separarlos, pero ellos no se resignarán…

―¿Qué crees que le falta a la literatura actual?
Reconocimiento, hay muchísimos escritores emergentes que no se conocen y que tal vez nunca tengan la posibilidad de llegar a estar en la cima, no porque no valgan sino porque nadie les ha dado una oportunidad. Con la crisis que hay las editoriales no quieren arriesgar (comprensible) con los nuevos y seguramente hay muchos talentos que no encuentran una rendija para colarse. Con la aparición de Amazon las cosas han iniciado a cambiar.

―¿Cómo te ves dentro de unos años?
Buena pregunta, mi sueño es que mis libros sean leídos por muchísimas personas y que los disfruten.
Me veo trabajando duro para lograr mis objetivos, para seguir creciendo y mejorando. Escribo porque me hace feliz porque es una manera de conectar con mi yo interior.

Si queréis aparecer en esta sección seguid estos pasos:

Necesito una imagen de la portada, y en formato word una sinopsis de la novela y una biografía del autor. También podéis contestar a unas simples preguntas para que sepamos algo más de vosotros:

―¿Qué podemos encontrarnos en tu novela y a qué público va dirigida?
―¿Cómo se te ocurrió la idea de la trama?
―¿Uno o dos adjetivos que definan a tus protagonistas?
―¿Qué crees que le falta a la literatura actual?
―¿Cómo te ves dentro de unos años?

Cuando tengáis todo el material, me lo podéis enviar a laventanadeloslibros1@gmail.com (Os recomiendo que reviséis las faltas porque sólo copio y pego lo que me enviáis).

Por favor, no me enviéis enlaces con vuestro material porque esto dificulta mi trabajo ni tampoco me sirven novelas que están a medio terminar en un blog. Una cuestión importante, tienes que ser seguidor del blog.

  

domingo, 22 de marzo de 2015

Cuidado. No mires atrás, Jennifer L. Armentrout


SINOPSIS: La noche en que Sam perdió la memoria, también desapareció su mejor amiga, Cassie. Mientras trata de rehacer su vida, se da cuenta de que no quiere volver a ser quien era. Bajo la brillante fachada de su antiguo yo se ocultaba una chica odiosa, y estaba claro que ella y Cassie eran grandes enemigas. Para Sam perder la memoria ha sido como ganar la lotería.
Pero Cassie sigue desaparecida y alguien más sabe lo que ocurrió aquella noche, alguien que no está dispuesto a correr el riesgo de que Sam recupere la memoria. La única garantía de que Sam siga viva es que no recuerde nada.
Después de haber leído varias novelas de esta autora, puedo decir que Jennifer L. Armentrout se ha convertido en una mis escritoras favoritas, por lo que siempre estoy pendiente de una nueva publicación suya. Leerla es una apuesta segura, como así ha sido con esta novela.

La trama de Cuidado, no mires atrás combina el thriller y el suspense y con una historia de amor, ingredientes que la autora maneja a la perfección. Pero además, de este argumento tan adictivo, la autora hace una buena reflexión sobre ese “sistema de castas” o el grupo de los populares, de los “elegidos”, como queráis llamarlo, que hay en todos los ámbitos de la vida, aunque en este caso se centre en un instituto americano.

Sam, la protagonista es una chica guapa, con dinero y siempre ha pertenecido a ese grupo que está por encima de todo. Se puede decir que Sam era quien hacía y deshacía a su antojo, era la abeja reina del instituto. Sin embargo, todo cambia para mejor cuando desaparece junto a su mejor amiga Cassie.

Cuando Sam aparece, después de varios días sin saber de ella, ha sufrido amnesia post traumática y no se acuerda de nada. Le queda un largo camino por delante para ser la que era antes, pero ¿realmente desea seguir siendo la abeja reina del instituto? Porque según va conociendo a la anterior Sam menos ganas tiene de ser de ella, de ser todo lo que la hacía infeliz.

Son muchas las preguntas que se le plantea a la protagonista, además de tener que recordar qué pasó la noche en la que desapareció junto a su amiga. Conforme van pasando los días, las esperanzas de encontrar a Cassie con vida van disminuyendo. Todos parecen sospechosos, como todos parecen ocultar ciertas cosas sobre el pasado de Sam. Lo peor de todo, es que la protagonista no reconoce a sus amigas, como también siente rechazo por el novio perfecto que desea su madre para ella. En cambio se siente muy a gusto con Carson, el hijo del jardinero.

La trama de esta novela se sostiene porque tiene una protagonista interesante, y un ritmo vertiginoso. Y si Sam resulta ser un personaje sólido y creíble, también lo son todos los secundarios. Personalmente me quedo con Carson. Creo que a la autora se le da muy bien los personajes masculinos. Sí que es cierto que tiene algunos cliclés, pero en este caso a mí no me molestan, porque sinceramente nos guste o no, la vida está lleno de ellos.

Cuidado, no mires atrás es una novela que me sorprendido para bien. La trama de misterio está bien llevada, aunque yo me olía quién fue el-la que desencadenó que Sam y su amiga desaparecieran. Como muchas veces he dicho, si la historia se sostiene, no me importa. En este caso, lo importante es cómo está contada esta novela. Lo único que no me ha terminado de gustar es la portada, pero sé que esto es una cuestión de gustos.

Si os gustan las historias de misterio, os gustará esta autora de novelas juveniles.

sábado, 21 de marzo de 2015

El pequeño Elliot en la gran ciudad, Mike Curato


SINOPSIS: Una conmovedora historia sobre el valor de la amistad.
El pequeño Elliot es un elefante de lunares de colores que vive en la gran ciudad de Nueva York. Como es muy pequeño, a veces le cuesta trabajo ser visto, sobre todo cuando intenta pedir cupcakes en una pastelería.
Pero poco a poco descubre que fijarse en cosas pequeñas y hacer amigos inesperados –como Mouse– puede contribuir a que los sueños más maravillosos se hagan realidad.
Cuando era pequeña, siempre me recuerdo con un libro en las manos. Primero fueron aquellos cuentos clásicos de tapas blandas (Los siete cabritillos, Los tres cerditos, Caperucita…) y más tarde novelas de tapas duras. En casa había poco dinero para comprar libros, salvo cuando te ponías enfermo. Entonces siempre caía alguno. Esos cuentos los cuidaba como si fueran el mayor tesoro que había. Porque para mí de los mayores tesoros que existen son los libros. Como tesoro es esta pequeña joya para los más pequeños de la casa.

Reconozco, que a veces, cuando leo estos libros para niños siento cierta envidia por la calidad de las historias, por los mensajes y sobre todo por las ilustraciones que llevan. En el caso de El pequeño Elliot en la gran ciudad contiene todo lo que me gusta. Elliot podría ser ese niño que todos hemos sido alguna vez, un niño perdido entre un mundo de adultos, un mundo que no está hecho a la medida de los más pequeños. Pero todo puede cambiar cuando descubrimos que junto a un amigo, se llega más lejos. Porque Elliot descubre, después de enfrentarse a muchos desafíos, que hay algo más dulce en el mundo que no son los cupcakes. Hay algo mucho más valioso y mucho más duradero que un dulce. ¿Si sois tan curiosos como Elliot, lo descubriréis? Es una lección que nunca podréis olvidar.

Por mi parte, aunque este libro sea para los más pequeños (que en ocasiones olvidamos en los blogs) lo recomiendo sin duda. Es ideal para que los papás se lo lean a sus hijos antes de ir a dormir. Para mí, cuando mi hijo era pequeño, la hora de irse a la cama era de los mejores momentos.

jueves, 19 de marzo de 2015

813. Truffaut por Paula Bonet


SINOPSIS: 813 nace de la admiración hacia la obra de François Truffaut, hacia su manera de ver y reflejar el mundo y todo aquello que le angustiaba o sobrecogía y que supo transformar en arte. El libro consta de dos partes que se sustentan en las relaciones triangulares. Se trata de un homenaje ilustrado a un breve fragmento de su filmografía y también al propio realizador, aquel que consideraba que los adversarios a los que se tenía que vencer o convencer no eran los productores o la crítica, sino el público, al que se dirigía como una puta profesional: dándole la ilusión del amor, satisfaciéndolo, aliviándolo, pero negándole la boca.
Los libros de ilustradores nunca han despertado demasiado mi interés. Las ilustraciones pueden aportar un enorme valor añadido a una buena novela o a un buen relato, pero no me interesan mucho por sí mismas. Un libro ilustrado me interesa si lo hace el texto que lo sustenta.

En el caso de esta artista, había oído hablar mucho de ella y del enorme éxito de su anterior libro, Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End, así que me acerqué con curiosidad e interés a 813 para conocer el por qué de tanto revuelo en torno a ella.

Y lo que he encontrado me ha convencido.

La autora se revela como mucho más que una talentosa ilustradora. A través de su texto nos acerca de una manera muy personal a la figura y la obra de François Truffaut.  Y este sea quizá el principal hándicap para muchos lectores. Desde luego que no hace falta conocer previamente la obra del cineasta francés para apreciar este libro, pero sí que requiere, al menos, un interés por ella o su creador. Y Truffaut, pese a ser uno de los cineastas más importantes de la historia del cine, no es precisamente un autor fácil ni popular en estos tiempos de cine “fast-food”. Puede ser incluso arduo, especialmente para los espectadores más jóvenes.

El libro se articula en cuatro partes bien diferenciadas. Una primera dedicada a trazar una biografía (vital, sentimental y emocional) del director, destacando la relación triangular que estableció con Jean-Pierre Léaud, su actor fetiche, y Antoine Doinel, su alter ego fílmico al cual el anterior puso rostro a lo largo de cuatro largometrajes y un cortometraje.

Las tres partes restantes se ocupan cada una de analizar tres películas: “Jules y Jim” (1962), “La piel suave” (1964) Y “La mujer de al lado” (1981). La elección de estas tres películas no es casual ni obedece a que sean las más importantes o destacadas del director francés, sino a que el tema principal sobre el que giran es el de las relaciones triangulares, cada una con un tratamiento y un desarrollo muy diferentes.

El texto está lleno de citas, fragmentos de diálogos, declaraciones de colaboradores y amigos de Truffaut y, desde luego, evidencia un trabajo de documentación exhaustivo y riguroso, además de una enorme pasión y admiración por el cine del artista francés.

En el apartado gráfico, el libro destaca por el mimo y el cariño con el que se ha concebido y elaborado. El texto está escrito a mano. Las ilustraciones parecen bocetos en muchas ocasiones, acabadas en lo que parece acuarela (no soy ningún experto) y reproducen fotogramas de las películas, carteles, fotos de los rodajes y de prensa. Así como de los diferentes personajes sobre los que está hablando.

Desde luego que los que más disfrutarán de este libro serán los que ya conozcan la obra de François Truffaut, especialmente las tres películas sobre las que centra su análisis. No era del todo mi caso. He visto algunas películas de Truffaut, aunque no las tres aquí reseñadas. Pero desde luego este trabajo me ha despertado el interés por profundizar más en su obra. 

Pd: Esta reseña la ha hecho Juanjo Grau, aunque lleve mi firma.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Ni rubia ni pelirroja


David, un guionista un poco negro, es el artífice de la serie de televisión más exitosa de la historia, ‘Vuela, Amanda’, que, temporada tras temporada, arrasa entre el público. Su protagonista, Amanda, es un personaje un tanto grotesco, aunque Eva, la actriz que lo interpreta, está encantada con ella. Sin embargo, un día, una desconocida, harta de Amanda, decide buscar por tierra y cielo al creador del personaje con el fin de que intente hacerla más real. Hasta que lo consiga, vivirá todo tipo de enredos e intrigas. Al fin y al cabo, el mundo de la tele no queda tan lejos del mundo real, y sus miserias y alegrías tampoco son tan diferentes.
 Antes de empezar, dejemos las cosas claras: Alberto Rey sabe mucho de televisión y también de series, maneja a sus antojo los códigos de la ironía, el doble sentido y la hijoputez graciosa, y además tiene el don de no tomarse nada (ni siquiera a él mismo) demasiado en serio. Si no, díganme ustedes, cómo iba a escribir una novela ligera para chicas –éstas son palabras suyas– riéndose de las novelas ligeras para chicas; y encima salir airoso del reto. Lo que en principio no parece más que un ejercicio literario que busca, a toda costa, entretener se vuelve algo mucho más complejo a medida que avanza la lectura: es una novela sobre escribir una novela, es un extravagante retrato de los entresijos de la televisión y de la fama, es también una reflexión más o menos seria sobre el feminismo, el arte moderno y la tomadura de pelo, sobre la frustración de los treintañeros. Ni rubia ni pelirroja es, a grandes rasgos, una historia sobre bajarse los pantalones (en sentido metafórico). El debut literario de este popular crítico televisivo –¿conocéis su blog en elmundo.es, Asesino en serie?– viene respaldado por Martínez Roca (Planeta). Y antes de seguir, dejemos también claro que la sinopsis oficial no le hace justicia al texto.
            Insisto a menudo en que el narrador no es el autor, es decir, que la voz que cuenta la historia –cualquier historia– es también una construcción y tiene un tono, una visión y unas características que no tienen por qué coincidir con los de la persona que firma el libro. En Ni rubia ni pelirroja, los dos se parecen demasiado. Dos gotas de agua, como Mary Kate y Ashley Olsen: el narrador y el señor Rey son igual de deslenguados y de mordaces, tienen la misma tendencia a sacarle punta a todo, y a no callarse (casi) nada. Para los que seguimos al autor en alguna red social es fácil reconocer su eco en el narrador. «Es muy tú», le diría si lo tuviera delante. «Es TAN tú». Hay una conexión inmediata con la novela porque el narrador rompe sin tapujos lo que en teatro sería la cuarta pared y nos habla continuamente a los lectores, como si efectivamente estuviera de nuestra parte y se cachondeara de su propia historia. El argumento no puede ser más sencillo: un joven escritor que ha pasado desapercibido con un par de libros intensos se vende a una editorial para escribir una historia ligera para chicas que, por una carambola del destino, resulta un bombazo. La grotesca protagonista se convierte en un ídolo de masas, y el éxito, que viene de no sé dónde, está a punto de engullirlos.
            La foto que acompaña la biografía en la solapa del libro es una declaración de intenciones en toda regla: tenemos a un Albero Rey en blanco y negro leyendo (del revés) Dubliners, esa densa colección de relatos de James Joyce sobre la parálisis cultural de la Europa del principios de siglo pasado. Referencias a Sexo en Nueva York y a Madame Bovary, a Shakespare y a su Tito Andrónico, a los Manolos (los zapatos): todo cabe en este batiburrillo loco que es Ni rubia ni pelirroja, y que podría parecerse, por ejemplo, a la decoración de la casa de Alaska y Mario; esa combinación gamberra-burlona-desquiciada de iconos que nos ofrece la cultura pop, esa regla no escrita de la postmodernidad que es la de reírnos de todo. Esta novela, quizá por la influencia televisiva del autor, está estructurada en capítulos cortísimos, que recuerdan al montaje audiovisual: escenas que se suceden y que van marcando el ritmo de una prosa moldeada desde el habla cotidiana y que parece que se lee con el oído, porque estamos escuchando al narrador contándonos la historia.
            Ni rubia ni pelirroja tiene la extraña habilidad de la cercanía, de parecer una historia contada por un amigo. Que hay que reírse de todo, incluso de uno mismo, es algo que Alberto Rey parece tener muy bien aprendido. En esta trama todo es disparatado y estrambótico, sí, y también sorprendente, aunque el autor es en todo momento consciente de lo que está haciendo y del juego que le propone a los lectores. Esta primera novela funciona, sobre todo gracias a ese elemento autoparódico, y cumple con creces su objetivo, que no es otro que el de divertir de principio a fin. Yo cada vez lo tengo más claro, la gracia es un don que tiene o no se tiene. Y el narrador, o el autor, o los dos, la tienen. Permítanse ser gamberros, y lean esta novela. Y después, denme las gracias por recomendársela.

martes, 17 de marzo de 2015

Ostende


Ostende, verano de 1936. Stefan Zweig se dispone a pasar el verano en este balneario belga junto a su amante Lotte Altmann y su máquina de escribir. Se les une su amigo Joseph Roth, también dispuesto a escribir y a eludir la prohibición local de bebidas de alta graduación alcohólica. Mantienen una amistad que se proyecta en sus obras literarias: se corrigen mutuamente sus escritos, se dan consejos, se ayudan y discuten. Llegan a Ostende otros escritores austriacos y alemanes. Podrían ser unas vacaciones normales entre amigos, si cada día no se agravara la situación en Europa y en España, si no estuvieran preocupados por su incierto futuro, si todos ellos no estuvieran perseguidos y sus libros prohibidos en la Alemania nazi. Son poetas fugitivos, escritores en el exilio.
 Las dictaduras siempre han tenido mucho miedo de los escritores. De hecho, y se cuentan por decenas los ejemplos, los intelectuales solían ser los primeros en meter lo imprescindible en una maleta, abandonar su tierra y refugiarse en el exilio. Y allí, desde la lejanía, veían cómo su patria mudaba la piel. Sobre esto va Ostende, sobre un grupo de literatos que se reúne un verano en esta localidad belga, frente al mar, para compartir la desesperanza que da haber sido arrancados de raíz de sus orígenes. Ellos, convencidos ya de que las palabras se habían vuelto débiles frente a tanta brutalidad, sobrevivían gracias a la literatura y a las borracheras monumentales, gracias a los amores fugaces, y a compañía que se hacían: en ese momento sólo se tenían unos a otros. Con el subtítulo de 1936, el verano de la amistad, Volker Weidermann escribe Ostende, publicada por Alianza Editorial, una interesante novela histórica, donde desarrolla como núcleo argumental la extraña relación del famoso –y fantástico– escritor Stefan Zweig, autor de obras como Carta de una desconocida, La impaciencia del corazón, Momentos estelares de la humanidad, con el también escritor, Joseph Roth.
            Dice Volker Weidermann que no hay en la Historia de la Literatura una amistad como la de Zweig y Roth: eran salvajemente sinceros el uno con el otro, a pesar de sus caracteres tan diferentes. El primero era confiado, optimista, comprometido, rico y exitoso; el otro se mostraba siempre borracho, pesimista y perspicaz, no tenía ni éxito ni dinero. Zweig lo mantenía a veces, le pagaba el alojamiento y sus vicios. Los nazis habían prohibido los libros de ambos en Alemania, compartían su frustración. Y en torno a ellos se teje esta historia que no es más que un canto a la amistad luminosa en una época oscura. Ostende habla de los intelectuales náufragos, de las despedidas y los encuentros, de esas personas sin anclas que se agarran unas a otras por necesidad.
            Weidermann sabe documentarse, y escribe con pasión. Él es un experto en la literatura que persiguieron los nazis. No en vano, es el autor de El libro de los libros quemados (que aún no ha llegado a España y donde habla de los autores prohibidos por los nazis: 133 en toral). En Ostende indaga sin complejos en el exilio, en ese vagar por el mundo –«Los exiliados no tienen patria, pero sí tumbas en cada cementerio»–, en la supervivencia lejos, siempre lejos. Y se establece esa contraposición en todo el libro: el mar, el sol y el verano frente al derrotismo y a la tristeza de los que huyen. Y de este precioso claroscuro, como un cuadro de Caravaggio, se va contagiando todo el libro.
            No es una historia fácil. Me refiero a que son necesarias ciertas competencias históricas y literarias de la primera mitad del siglo XX, aunque sean básicas. La situación europea del 36 –los primeros años del nazimos y el inicio de la Guerra Civil Española– es el telón de fondo de esta novela y casi el único tema del que hablan los exiliados. Los protagonistas de Ostende no son otros que los intelectuales –todos personajes reales– que lucharon contra el nazismo desde la distancia, como, por ejemplo, el hijo de Thomas Mann. Su estilo, pulido y cercano siempre a la poesía, consigue eso tan delicado de embellecer la crueldad.
Ostende es un verano inolvidable, como una isla en el océano de una vida: fue esa época de incertidumbre en la que nuestros protagonistas se quedaron sin futuro. Ellos, condenados a vagar sin rumbo, confiaban en volver a sus casas, en ver sus paisajes y en que sus libros volvieran a llenar las librerías alemanas. Volker Weidermann nos ofrece una historia inteligente, bien documentada, y bien escrita. Podríamos llamarla una novela histórica. Quizá. Aunque me da la sensación de su intención va más allá de relatarnos un episodio concreto, y es la de hablarnos del sufrimiento y de la intolerancia, de las despedidas, y de la literatura como salvación. No es un spoiler si les digo que Stefan Zweig se suicidó en 1942, dejó una nota con esta frase: «Saludo a todos mis amigos. Ojalá lleguen a ver el amanecer tras esta larga noche. Yo, demasiado impaciente, les adelanto».